Libertad / BSD / En renovación

8.

Liz debía de encontrarse junto a Shun sin embargo se había escapado hacia el hogar aunque tenia que volver lo mas rápido posible. Cuando entro en la casa no se percató de la figura alta sentada en el sillón hasta que esta se aclaró la garganta, no vio ni siquiera su rostro cuando todo se oscureció.

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Se encontraba comprado unas cosas mientras esperaba impacientemente a su compañera, el día era cálido y también perfecto para que después pasearan un rato, pero seria mucho mas agradable si Liz llegara a tiempo. 

—¿Dónde diablos se metió esta estúpida?—Shun llamaba y llamaba al teléfono de su compañera, ya que se encontraba justo en una larga fila con cierto pelinaranja un par de puestos más adelante y si se encontraban sería un problema para ella y sus nulas habilidades para socializar. 

Se salió de la fila en la que llevaba aproximadamente veinte minutos y se fue hasta su casa sintiéndose observada durante todo momento, cuando llego a un cruce peatonal fue que se percató que no debió de elegir ese camino.

—¡Bienvenida a la habitación de Anne!—fue lo primero que escuchó.

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"¿Qué fue lo que pasó?" pensó Liz cuando recobró el conocimiento y se halló a sí misma atada en una silla en lugar totalmente desconocido. Supo de inmediato que no podía ser alguien de su familia, las instalaciones eran totalmente diferente, además estos tenían prohibido lastimarla.

—Buenos días, pensé que tendría que observarte dormir durante mucho tiempo más—dijo un hombre sentado frente a ella— Déjame presentarme, soy Francis Fitzgerald, líder de la organización Guildy tú eres Rield Elizabeth, un nombre encantador por cierto

—¿Qué es lo que quieres? —preguntó amenazante, cuando hablo de su nombre como si le conociera supo que debía de actuar de esta manera además aún sentía su cuerpo pesado por lo que no podía usar su habilidad para zafarse de los amarres en sus manos y piernas— Y ver a alguien mientras duerme es totalmente inapropiado. 

—Ah.. ¿Iremos directo al grano? —dijo él en un fingido tono triste y luego comenzó una proyección— La Port Mafia y la Agencia Armada son las organizaciones más grandes de Yokohama ¿Sabes eso no? Bueno, Guild tiene aún más poder que esas dos organizaciones juntas. Sin embargo, en cuanto a personal; la Port Mafia nos supera totalmente sobre todo con todos los dotados que hay en ese grupo delictivo.

—Dijiste que irías al grano, no necesito la historia de esas organizaciones —le dijo nuevamente con el mismo tono de antes y sonando desinteresada aunque para ser sincera, nunca supo nada de aquello—

—Relájate, sólo estamos conversando, Elizabeth. —le dijo mientras apagaba la proyección.— A lo que quería llegar es que te necesito a ti, a tu habilidad y a tu mentecita para adueñarme de ambos grupos o hacerlos destruirse entre ellos en el peor de los casos.

—¿Qué te hace pensar que aceptaré trabajar contigo? —preguntó la pelirroja, levantado la ceja—

—El dinero, tengo el dinero suficiente para hacer desaparecer todas tus preocupaciones y problemas sin que tengas que mancharte las manos. —dijo el hombre mientras abría un maletín mostrando la cantidad de dinero que tenía en ese compartimiento— Además estamos en una nave flotante por lo que es imposible que salgas de aquí. Tu amiga ya debe estar en una de las celdas ya que con una chica como ella es imposible dialogar. Los de su familia nunca fueron fáciles, no me extraña que esa pequeña haya tenido un destino así.

—¿Disculpe?—dijo Liz extrañada ya que no conocía esa parte de la historia de su amiga, lo que acababa de decir le tomo por sorpresa—

—Oh... Entiendo, entiendo —Francis comenzó a reírse por lo bajo y luego apretó un botón de su escritorio— Vengan a buscar a nuestra heredera y llévenla a su habitación nueva. —soltó el botón y se acercó a la joven con una sonrisa aterradora— Tu amiga, sólo por precaución se quedará en las celdas, mientras tanto tú puedes tener tu propia habitación.

—¿Por qué ella no?—preguntó—

—¿Por qué? Ella es capaz de tumbar este avión por su cuenta y no creo que esté muy dispuesta a colaborar por ahora, aún debo descubrir su debilidad y sé que no eres tú. —le respondió el hombre.—Lo sé porque sino esta nave estaría hecha pedazos.

Llegó un joven pelinaranja, al que por un momento confundió con aquel que solía observar, hizo caso a lo que este pidió siguiéndole hacia una amplia habitación. "Ella es capaz de tumbar este avión por su cuenta" aquella frase resonó en la cabeza de la joven durante todo el camino ya que desconocía si su amiga tenía un poder o no. Toda la situación era complicada y su cabeza dolía levemente, mordió la parte interior de su mejilla mientras se encontraba molesta por varias razones y una de ellas era porque aquel hombre sabia que ella se convirtió en la líder del clan.

Suspiro sintiéndose angustiada "¿Si aceptó debe tener sus motivos?" se pregunto a si misma para mantenerse en calma.

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—Mil novecientos noventa y ocho... Mil novecientos noventa y nueve... Dos mil...—Shun estaba tirada en el suelo de aquella gran sala de juegos producto de un poder mientras contaba la cantidad de banderines que habían en el techo.— Realmente tuviste muuucho tiempo libre para crear un lugar tan infantil y decorado, Lucila.

—Lucy, mi nombre es Lucy —dijo la joven de cabello rojo oscuro ya harta de su nueva compañera de equipo—

—Tu jefe debe estar diciéndole a Liz que soy difícil de convencer y que soy una amenaza. —dijo mientras se levantaba y se acercaba audazmente hacia la otra joven— Pero en realidad están asustados porque me uní demasiado rápido a ustedes ¿No es así?

—¿Qué es lo que quieres?—Lucy se levantó y se puso frente a ella tratando de leer sus intenciones—

—Mis labios están sellados cariño, y no hay nada que puedas hacer para hacerme hablar —puso su mano en la cintura ajena e hizo que sus rostros se acercaran sólo para hacerla enojar y lo consiguió ya que la contraria la alejó con un ligero rubor en sus mejillas— ¡Eres interesante! Será un gusto trabajar contigo.

—Piérdete —dijo Lucy antes de salir del cuarto de Anne dejando a la castaña en total soledad—

A pesar de quedar sola, sonrió con total confianza, su plan estaba yendo completamente bien.

—Nunca he intentado esto, esperemos que funcione—se concentró y logró activar el hechizo que le había puesto a un clip que había colgado en el vestido de Lucy— Veamos qué tan difícil será sacarnos de esta nave.

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Yo? robarle caps a la Shun? Nah. Nunca lo haría cofcof