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—Ya veo, con que eres un cebo —hablo la pelirroja, quien tenía una mirada sobre el chico de cabello naranja— Estás tú solo, ¿Cierto?

El no respondió, en ese momento empezaron a desaparecer comenzando por el niño rubio. Las demás personas de la Port Mafia se mostraron sorprendidas ante aquello. La pelirroja dio una leve sonrisa al ver que acertó con lo que digo.

—Un ilusionista ¿Eh?

—Kenji-kun atravesó la pared y se llevó al presidente. Los demás dejaron el hospital hace mucho.

—Así que sacrificaste tu vida para huir al resto —hablo el joven que tenía un aura de tener pocos amigos—

—No la sacrifique. —dijo, levantando los brazos— Tengo un mensaje de Rampo-san

La explicación fue breve, en resumidas palabras querían hacer una tregua hasta que la Agencia logrará encargarse del dotado. Liz le dirigió una mirada a Chuuya, esperando alguna orden por parte del contrario, él también le dio un vistazo cuando sintió su mirada sobre su rostro, luego volvió su vista al frente. Shun dio un suspiro cruzándose de brazos.

—Tks —se quejó Chuuya y luego miró a Liz— Según mis subordinadas, ¿Que creen que deberíamos de hacer?

Algunos dirigieron la mirada a ambas chicas, la mayor de ellas levantó las cejas y miró hacia otro lado, obviamente no tenía intenciones de responder es por eso que la pelirroja dio un suspiro y dio una leve sonrisa antes de responder.

—Si es posible llegar a un acuerdo deberiamos de intentarlo, a pesar de que las personas de la agencia sean menos también son peligrosas. Lo mejor sería evitar el enfrentamiento directo e intentar hacer el acuerdo, si esto no es posible, creo que ya sabe lo que es mejor.

—Bien. —volvió a hablar dirigiendo la mirada al contrario— Mas les vale cumplir con su trato.

——————

Un joven de cabello pelirrojo y ojos blancos se encontraba caminando por las calles de Yokohama, había llegado a ese lugar hace tan solo unos días. Por lo poco que sabía era que actualmente dos organizaciones se encontraban en conflicto y esto iba bastante bien para su parecer, su plan era conseguir dinero usando su poder pero tendría que hablar con personas y eso era lo que le desagrada-ba, la mayoría de veces no sabía si hablaba con gente o sí solos eran espejismos de su mente a la cual le encantaba jugar en su contra. Su paseo se detuvo, se giró para encontrarse con una pequeña de cabellera azul oscuro, llevaba un kimono de color rojo, instanteanamente penso que aquello era una nueva alucinacion a la cual le dedico una sonrisa para luego empezar a huir rapidamente.

—¡Yasha Shirayuki! —escuchó gritar a la joven y frente a él algo parecido a un demonio lo detuvo, por instinto sacó una daga que llevaba guardada— Tengo entendido de que usted es un usuario de habilidad por nombre Tanaka-san. Por favor venga conmigo, necesitamos su ayuda.

 A pesar de que sus palabras eran una súplica no dejaba de percibir el tono amenazante en ellas, dio otra sonrisa. Quizás podría conseguir dinero de aquello así que aceptar la propuesta sería lo mejor que podría hacer.

—Bien, lo haré, pero llamame Sora. —ladeo la cabeza, mirando a la joven amablemente—

—————

Liz se encontraba en una sala, completamente sola, tenía los ojos cerrados mientras dispersaba energía. Había una persona la cual suponía que era el jefe, ya que este se encontraba recostado y su “energía” era bastante débil y tenue. En otra habitación se encontraban cuatro personas, una de ellas era él ilusionista y los restante pertenecian al trio de lagarto negro. Había otra habitación al lado de ella, en esta estaban Chuuya y Shun, la joven estaba distante, no quería obedecer órdenes pero tampoco debía de meter en problemas a su compañera. Hasta que una idea se vino a su mente, era momento de tomar venganza. 

Libertad / BSD / En renovación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora