Relleno de Liz jaja

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El lugar en el que había nacido era completamente oscuro, unas cuantas velas iluminaban el sitio en donde había una mujer de cabello blanco al igual que sus ojos. Se sabía que era una sirvienta de una familia bastante adinerada, algunas personas decían que intentó seducir al líder del lugar para elevar su estatus o que se habían enamorados y compartieron una noche de placer en la que la mujer quedó preñada pero nada de esto ocurrió. La mujer de nombre Keomi Tanaka tenía una belleza inigualable, antiguamente poseía el cabello rojizo y con una piel encantadora, el líder del clan se quedó encantado con ella que en un momento de descuido se sació con su cuerpo hasta quedar satisfecho, cuando se supo que estaba embarazada fue desterrada a su suerte. Lastimosamente su mejor amiga de ese entonces Yun Rield no pudo ayudarla con eso. Mientras la mujer gritaba de dolor un bebe salió de su intimidad y seguido de unas horas otro había salido.

La niña que nació era exactamente como su madre antes de envejecer, tenía el cabello rojizo y sus ojos eran de un color aperlado, el niño que nació también tenía el mismo cabello de su madre pero poseía unos ojos oscuros como los de su padre. Vivían en un lugar en la que toda clase de hombres entraban a la habitación, su madre los encerraba en un armario o los escondía debajo de la cama para luego acostarse en esta esperando que la noche pasara lo más rápido posible. A pesar de las condiciones en la que vivían ninguno de los bebés se quejaba o reclamaba, cuando cumplieron los cinco años fueron alejados de su madre quien gritaba una y otra vez por ellos mientras sus piernas eran cortadas por unas personas con una extraña marca en su frente. La mujer no murió ese día pero nadie nunca supo a donde fue a parar.

La niña veía todo con claridad mientras que su hermano era ciego, fueron llevados a un lugar y fueron vendidos a diferentes personas con las cuales pasaban la noche entera antes de regresar. Cada vez que alguno lloraba o se quejaba eran encerrados en una habitación junto a unos perros que eran controlados por alguien, a pesar de que estaban llenos de mordidas por todas partes seguían siendo vendidos unos de esos días en donde ambos habían sido castigados la niña no lo aguanto más y explotó. Acabo con todos los perros que mordían a su hermano y posteriormente cayó desmayada. Esa fue la primera vez que despertó su poder. Su hermano miraba el cuerpo de su hermana, pensando que cayó en un sueño eterno le cantaba suavemente en su oído como su madre lo hacia.

Impactados por aquellos sucesos decidieron estrenarla haciendo que se fortaleciera, le enseñaron el japonés para que se comunicaran con ellos y luego de un tiempo de aprenderlo sus primeras palabras fueron: "Matare a todo aquel que tocó a mi hermano". Asustados y temerosos por lo que pudieran sufrir los de más alta clase en una noche de descuido prendieron fuego al lugar, la joven recién había cumplido los nueve años y en ese momento utilizo todo lo que había reunido para acabar con cada persona que se cruzaba en su camino, hombres. mujeres y niños murieron en ese lugar subterráneo. Mientras avanzaba con las piernas temblorosas se lanzó hacia el cuerpo de un hombre quien la visitaba por las noches, usando su mano golpeó el estómago de esta persona una y otra vez hasta que su cuerpo se volviera helado, desde ese día su mano había sido apodada con un extraño nombre.

El hermano de nombre Sora Tanaka buscaba tanteando el piso a su hermana con la espera de encontrarla entre todo el caos solo se arrastraba entre manchas de sangre que habían en el piso, cuando la escucho gritar se dirigió hacia ella, sus piernas estaban llenas de moretones y temblaban por lo débil y delgado que era pero no se detuvo hasta llegar al cuerpo de su hermana a la cual abrazó por la espalda, ella temblaba completamente sin ninguna estabilidad, frente a ambos había un cuerpo sin piernas de una mujer a la que alguna vez llamaron madre. El niño quien no podía ver nada solo llamaba por su nombre a su hermana para intentar tranquilizarla, como esto no servía canto en su oido una suave canción, después de que dejó de gritar habló en un suave susurro.

Libertad / BSD / En renovación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora