01

5K 579 53
                                    

La rigidez y el dolor en sus músculos le dejaban saber que había dormido por horas en la misma posición, lo cual solo podía significar una cosa... Alguien había roto su regla y se había quedado a compartir la incompartible cama de Kim SeokJin toda la noche.

Cerrando sus ojos y masajeando el puente de su nariz, murmuró una oración pidiendo paciencia antes de rodar hacia el otro lado dispuesto a averiguar a quién coño había traído a su departamento y qué demonios le había dado a esa persona la ridícula idea de que podía romper sus reglas y pasar la noche ahí.

Junto a él se encontraba un lindo chico completamente desnudo. El sabor a tequila rancio en su boca explicaba por qué no podía recordar una mierda de lo que obviamente habían hecho la noche anterior, pero el dolor de su trasero le dejaba saber que había disfrutado demasiado follando con semejante semental.

—Oye— dijo al fin, su voz un poco ronca por el reciente sueño. —Umm...— joder, ni siquiera recordaba el nombre del tipo, no, ni siquiera estaba seguro de habérselo preguntado antes. —Viejo, levántate—

El chico gruñó y se frotó la cara. Cuando sus ojos parpadearon abriéndose, su expresión transitó entre somnolienta a una molesta y luego a una juguetona.

—Buenos días, bebé. ¿Qué te parece otra ronda? Luego podemos hablar sobre el desayuno— sonrió mirando la desnudez de Jin y acercándose un poco para besarlo.

El castaño colocó una mano en su pecho y lo apartó con poca delicadeza. 

—No hombre, te tienes que ir—

Los ojos del tipo se endurecieron y sus labios se fruncieron en una completa cara de odio.

—Lo siento— escupió el desconocido sarcásticamente.

SeokJin solo se recostó sobra la cama mientras observaba como el contrario se colocaba los pantalones con apuro, agarraba sus cosas y se largaba molesto de su departamento sin dirigirle la mirada.

Bueno. Lo cierto era que no siempre se comportaba como un completo gilipollas. Pero tenía arte para cortar lazos con las personas, no todos necesariamente necesitaban ser echados igual. Con algunos solo bastaba pasarles la mano suavemente y pedirles que se fueran con ligereza o con alguna otra indirecta, pero a otros era necesario que les dijera con todas sus letras que se fueran a tomar por culo de inmediato.

Tal vez sabía suficiente sobre echar a alguien de su vida y no lo suficiente sobre dejar a alguien quedarse.

Lentamente se sentó al borde de la cama, intentando rodar la tensión fuera de sus hombros, pero fallando rotundamente.

De pronto una grandiosa idea surgió en su mente. Con una mueca en su rostro, se estiró por su laptop que descansaba en el escritorio. Mientras el ordenador comenzaba a encenderse volvió a acomodarse debajo de las frías sábanas, y sin poder evitarlo acarició suavemente su erección matutina.

De repente la pantalla cobró vida e hizo clip inmediatamente en su sitio web preferido guardado en la barra de favoritos: Ballsy Boys, el mejor maldito sitio de porno gay en existencia.

No es que él fuera un pervertido ni nada por el estilo, solo era un chico gay sexualmente activo con hormonas funcionales. Era normal que le gustara el porno.

Un pequeño escalofrió recorrió su cuerpo mientras los profundos ojos negros virtuales de Rebel, su estrella porno favorita, se encontraron con los suyos. SeokJin estuvo enganchado con él a primera vista, sus anchos hombros, cabello perfectamente gris y mandíbula fuerte le ponían duro apenas con mirarlo por unos cortos instantes.

Cuando el peli gris follaba, tenía esa expresión apasionadamente torturada que le volvía jodidamente loco. Podría quedarse atrapado por horas observando su tonificado cuerpo flexionarse mientras embestía en un goloso agujero. Y sus gemidos, oh, sus gemidos eran de otro mundo.

STAY BY ME¡! ↬ NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora