En cuanto SeokJin se encontró solo, llamó a Rebel antes de acobardarse.
—Hola, bebé— saludó el moreno en tono juguetón. —¿Ya muriendo por tenerme dentro otra vez? —
A pesar de la vergüenza y el dolor que actualmente le carcomían, el estómago del castaño dio un brinco, su polla endureciéndose contra su pierna ante el recuerdo de la erección de Rebel ensanchándole y embistiéndole sin piedad.
—Uh— se aclaró la garganta y trató de conjurar palabras y frases reales. —Esto es muy vergonzoso, pero necesito un favor, y no tenía a nadie más a quien llamar—
—¿Está todo bien? — su tono hizo un rápido giro de ciento ochenta y ahora estaba lleno de preocupación.
—Más o menos. Estoy en el hospital y necesito que me lleven a casa en una hora o dos—
—Oh por Dios, ¿qué pasó? ¿Es grave? ¿Qué hospital? — preguntó el peli gris.
SeokJin podía escuchar movimiento al otro lado de la línea y llaves tintineando en el fondo. Muriendo de vergüenza por molestar a Rebel con sus problemas, finalmente le dijo en qué hospital se encontraba y que era sólo una lesión menor.
—Estaré allí en treinta minutos— y entonces la llamada se cortó.
Kim guardó el teléfono en su bolsillo y se acostó en la rígida cama del hospital. A pesar de lo vergonzoso que era tener que llamar a Rebel, era muy dulce que el moreno estuviera tan dispuesto a dejar todo para venir a recogerle.
Unos minutos más tarde la enfermera estaba de vuelta, con el médico esta vez, y le estaban inyectando. No tenía ni idea del tiempo que tardaron en arreglarle la nariz, pero sabía que no sentía ningún dolor como ellos. Cuando terminaron, había una gran tablilla en la nariz de Jin, y las drogas estaban empezando a desaparecer un poco.
—Heeey— saludó a Rebel con voz tonta y excitada cuando lo vio esperándole. —Eres realmente sexy—
El rostro del moreno ya de por sí cegadoramente guapo se iluminó con una sonrisa, y el menor casi tuvo que proteger sus ojos de su perfección.
—Te dieron buenas drogas, ¿eh? —
—Sí, no puedo sentir mi cara— concordó.
—Bien, déjame ver qué tenemos que hacer para que estés bien y luego te llevaré a casa—
—Bueno— murmuró volviendo a la cama donde la enfermera le había puesto a esperar hasta que pudiese ser dado de alta.
Mientras las drogas seguían desapareciendo, y la tranquilidad de la habitación comenzaba a sentirse como una fuerza opresiva, le golpeó de nuevo lo patético que fue tener que llamar a un folla-amigo para que le recogiera en el hospital. Quién sabía qué planes tuvo que cancelar Rebel para venir a recogerle. Probablemente el chico ahora pensaba que era un perdedor sin amigos, lo que era totalmente cierto.
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STAY BY ME¡! ↬ NamJin
FanfictionNo es un secreto que cuando eres una estrella porno, las relaciones son malditamente difíciles. Kim NamJoon, lo sabe, trabaja para Ballsy Boys Studios y es uno de los chicos más populares en el mundo del porno. A él le gusta lo que hace y no se aver...