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SeokJin suspiró un quejido mientras se ponía un puto traje de plátano

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SeokJin suspiró un quejido mientras se ponía un puto traje de plátano. Cuando Mark le había explicado exactamente lo que quería, le dijo que serían trescientos dólares en lugar de doscientos, pensando que cambiaría de opinión. Pero él estaba feliz de entregárselos, y ahora estaba vestido como un plátano, preparándose para ir a la casa de un tipo y decirle que había sido dejado. Uno pensaría que habría una manera más fácil de hacer dinero. Desafortunadamente, un trabajo de estudiante con salario mínimo no iba a ser suficiente.

Revisó la dirección que le envió Mark otra vez y se dirigió a romperle el corazón a un pobre imbécil. Se ganó un número de miradas extrañas mientras caminaba las pocas cuadras en su traje de plátano. Bueno, esto era ridículo.

Cuando llegó al edificio correcto, tuvo la suerte de atrapar a alguien al salir para no tener que timbrar para entrar. Se dirigió hacia el tercer piso y encontró el número de apartamento que su cliente le había dado. Respiró hondo, preparándose para el papel de pendejo que iba a  hacer, y luego levantó su mano para tocar. Segundos después, la puerta se abrió.

SeokJin dejó escapar un suspiro de sorpresa, sintió su estómago caer y su cara enrojecer furiosamente, mientras se encontraba mirando a los inconfundibles ojos profundamente negros de nada más y nada menos que del Ballsy Boy Rebel. Demonios, él era aún más sexy en persona.

Su melena gris estaba enmarañada con algunos mechones largos cubriendo sus ojos. Sus pronunciados labios eran tentadores y mordibles, y joder, sus anchos hombros y sus bien tonificados brazos carecían de marcas de garras apasionadas. El castaño no podía decir que hubiera notado sus manos antes, pero después del último video con el nuevo chico de Ballsy, no pudo dejar de aferrarse a sus largos y delgados dedos.

Una sonrisa perezosa y coqueta se extendió por los labios de SeokJin antes de que su cerebro reaccionara y le recordara que estaba en un maldito traje de plátano.

Al carajo con mi vida. Se dijo para sus adentros, queriendo que la tierra lo tragara.

—Eh, ¿Puedo ayudarte? — preguntó el peli gris, su frente arrugada en confusión. 

—Esto es jodidamente vergonzoso— se lamentó, mirando el trajo amarillo brillante que llevaba puesto. —Esa es la cosa, Mark me envió aquí para romper contigo. Hay una tonta canción y un baile que hace que el disfraz sea mucho más relevante. Pero santa mierda, tú eres Rebel, ¿Y quién demonios se deshace de una estrella porno? —

Los ojos del moreno cayeron en algo parecido a la decepción, según pudo apreciar SeokJin.

—Qué pendejo— murmuró para si mismo. —Gracias por hacérmelo saber— comenzó a cerrar la puerta, pero por impulso, la mano del castaño salió volando para detenerla. 

—Rebel, lo siento mucho. ¿Estuvieron juntos mucho tiempo? — ¿Por qué carajos siquiera estaba preguntando eso? 

—No, apenas lo conocía. Lo cual es el por qué este teatro parece particularmente mamón—

STAY BY ME¡! ↬ NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora