Capítulo 7

3.3K 413 100
                                    

Las calles de Inverness se encontraban rebosantes de alegría, personas, músicas y risas. Es la primera vez que veía este tipo de festividades y actividades regionales en algún lugar. Estamos en junio y por lo que Sarah me contó, entre este mes y septiembre en Inverness se desarrolla un ShowTime en el que los turistas y residentes de la ciudad pueden disfrutar de bailes tradicionales y la música de las gaitas. Habían pistas de hielo y funciones de teatro, no dudaría en decir que había personas tanto de América como del resto de Europa en este lugar solo para ver las celebraciones y los paseos turísticos que se realizaban al Lago Ness, las ruinas de castillos y los paisajes de las Tierras Altas en general.

—¿Hacen esto siempre? —pregunto maravillada mientras Sarah me da un recorrido por la ciudad.

—Todos los años, Inverness es un punto de referencia para el turismo en Escocia, prácticamente es como una máquina del tiempo en la que puedes viajar al pasado.

Solo asiento, no tengo palabras para describir lo que siento. Cierro más la cremallera de mi abrigo, el día de hoy la temperatura está entre los quince y los dieciséis grados y la verdad es que aún no me adapto a la diferencia climática entre Los Ángeles e Inverness, allá todo es sol y playas, aquí hay un frío que es para morirse.

—Creo que debería unirme a alguna de esas rutas para turistas, de niña siempre me gustó la idea de visitar el Lago Ness—confieso.

Sarah niega con la mano.

—Si quieres ir podemos quedar un día e ir de acampada, no es necesario que pagues el dinero que le cobran a esos turistas.

La verdad es que la idea me llena de emoción y agradecimiento, no estoy en condiciones de derrochar mucho dinero. Bueno, ni dinero ni tiempo. Debo terminar las reparaciones de la casa pronto y apenas he exterminado unas cuantas ratas y pintado el dormitorio.

—Quizás cuando termine la reparación. —Un pequeño paseo no vendrá mal para conmemorar el final de mi aventura.

Continuamos caminando por los alrededores mirando todos los puestos de comida, bebidas y suvenires tradicionales. Probé incluso un poco de aguamiel, una especia de bebida dulce con miel, naranja y corteza de limón, no llegaba a ser empalagoso al paladar y eso me agradaba. Según lo que me explicaba mi nueva amiga era una bebida muy popular en la antigüedad por la zona. También me dieron a probar un poco de la cerveza que se desarrollaba en la ciudad y algunos de los alimentos.

Pasamos más de la mitad de la mañana dando vueltas de un lado a otro, yo más emocionada que Sarah dado que era mi primera vez viendo todo esto. Decidimos volver a la cafetería para comer algo y descansar un rato las piernas. Sin embargo, al volver, tengo que contener una carcajada al ver quien espera en la tienda, o más bien, contener una carcajada al ver las pintas que lleva.

—¡Dean! —Le saluda Sarah animada, ni siquiera se ve sorprendida por los trajes que lleva, debe ser algo usual para ella verle así, por mi parte es la primera vez que presencio algo así.

—Hola guapa, pensé en tomarme cinco minutos del trabajo y venir a comer algo.

Mi mirada pasea de arriba abajo por el cuerpo del hombre sin poder evitarlo. La verdad es que estaba esperando verlo desde la última vez que nos encontramos. Luego de todo lo que sucedió me gustaría tener una segunda conversación de negocios con él, pero ahora mismo con las pintas que llevaba me es un poco difícil concentrarme en temas serios.

—¿Se te ha perdido algo en mi cuerpo? —Escucho que me pregunta y vuelvo a alzar la vista a sus ojos azules.

Me observa con la ceja enarcada esperando por mi respuesta. Giro la vista para buscar a Sarah, pero esta ya se adentró en su local así que vuelco mi atención nuevamente en Dean.

¡Oh la la con el Highlander!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora