Koi No Yokan 恋の予感 [ Muzan Kibutsuji ] COMPLETA

Octava parte | final

Sorprendida lo miró, y de inmediato sus ojos se pusieron llorosos. ¿Por qué lloraba? ¿Lloraba por su alma gemela? ¿O por un asesino? Mordió su labio inferior nerviosa, cómo reaccionar, cómo dejar de sentirse culpable. Ya que la gran diferencia entre Hanan y Muzan, era que ella si sentía compasión, podía ser medio demonio, pero su corazón latía y bombeaba sangre. Y aunque quería dejar de ver que las personas que amaban muriesen, el recuerdo de su padre no sería en vano.

—Quiero que esperes el amanecer junto a mi. —finalmente respondió.

Muzan se remueve inquieto, no esperaba que su antiguo amor realmente lo desease muerto. Miró al horizonte, y podía sentir como su tiempo se agotaba. Hanan, la situación le causaba demasiada ansiedad, el recodar cada momento junto a él , cada beso, cada caricia y cada gota de sangre le nublaba su moral.—Esperemos el amanecer como esposos que éramos, Muzan. —trató de sonar reconfortante, aunque en su interior temblaba hasta no poder más.

El mayor volvió su mirada a Hanan, una parte de él, ya estaba cansado de vivir, de vivir en pena, de vivir a costa del miedo de otros... de vivir con sangre en sus manos. Sabía que Hanan era su alma gemela, sabía que era su koi no yokan, sabía que Yuuki era un gran hijo, y lo que más lamentaba... era saber el futuro de ellos como familia si tan solo él no hubiesen maltratado a Tamayo.

Sabía... que Hanan aparecería de otra manera, sabía que era ella en todas sus realidades. Y lo que le dolía no era saber de las otras realidades, le dolía saber que la única realidad en donde era consciente, era la que era infeliz.

Así estaba pre-escrito, Hanan era para él, y Muzan era para ella. Pero él tenía que irse antes con tal de que lo perdonase.

— Mi querida Hanan, si de esa manera me perdonarás, con todo el gusto pasaré mi última noche junto a ti. —tomó la mano de Hanan, acercó sus labios y plantó un pequeño beso. Hanan alejó su mano lentamente.

Ambos tomaron asiento en un tronco, ya no hacía tanto frío y podían notar como el amanecer se acercaba. — Muzan, también te amé mucho. —murmuró viendo al horizonte.

Y emocionado, volteó a verla. Y la menor respondió a su mirada. —Hice muchas cosas sinceras, te lo juro.  Me iré de este mundo, pero con la certeza de que pude amar.

Y fue así donde Hanan soltó sus lágrimas. Lágrimas de dolor, era feliz con su hijo, pero... ¿por qué la vida no le permitió vivir junto a él, junta a Kagaya? No tenía un corazón de piedra.

Y como si lo hubiese deseado hace mucho, Muzan tomó a Hanan entre sus brazos y ella lo sostuvo con tanta fuerza, mientras ahogaba sus lágrimas en su hombro.

Y así se mantuvieron durante largos minutos. Y el calor comenzaba a acercarse, el amanecer se sentía, los pájaros comenzaban a cantar anunciando la llegada lenta del sol,  y Hanan mantenía el abrazo con Muzan.

— Te buscaré en el amanecer, nos volveremos a encontrar... —murmuró Hanan en su oído, a lo que Muzan presionó su agarre. Sentía miedo, sí. Pero sentía la serenidad de su amada en su corazón, en cierta parte estaba feliz de dejar de vivir, de dejar de lastimarse y dejar de lastimar a otros. Era su expiación, y se debía respetar...

Levantó su brazo y comenzó a acariciar el cabello largo de Hanan. — Estaré bien, mi pequeña. —susurró  contra su oído.

El amanecer llegó después de los minutos, los pájaros cantaban, el rayo de luz tocó ambos cuerpos, pero solo el de Muzan empezaba a tornarse de otro color.

Vivir con culpa, no era vida.

Vivir con tus brazos llenos de sangre de inocentes, tampoco era vida.

Hanan presionó aún más a Muzan hacia ella, deseando que su abrazo nunca acabase, deseando que todo estuviera bien, deseando lo imposible.

De repente no sintió más su cuerpo, sintió el vacío, por efecto de la luz solar su cuerpo se hizo polvo y eso era lo que tenía Hanan en sus manos, cenizas y su kimono negro. No podía creer que había sucedido pero sintió como su corazón se estrujaba en tristeza.

Soltó un grito ahogado lleno de lágrimas, su único amor, se había marchado.

—Siempre me enseñaron que debía dejarte ir... —habló entre sollozos.—... pero nunca pude. El dolor que sentía era el mismo que sintió cuando su padre había muerto, con temblor y lágrimas, tomó el kimono y le realizó unos dobleces. Levantó su mirada, y volteó hacia la cabaña; unos ojos preocupados azules se mostraban caminando hacia Hanan. 

Hanan se levantó rápidamente, y corrió a los brazos de Giyuu mientras lloraba, y el mayor simplemente escuchó en silencio sus palabras que le causó una paz increíble.

—Muzan murió. —habló con tanto dolor.

Y él lo entendía, después de todo, Kagaya le advirtió sobre que era su alma gemela y que solo la muerte los separaría en el plano terrenal, siempre lo supo, cuanta sabiduría tenía el padre de Hanan.— Llora todo lo que tengas que llorar, mi Hanan.—habló después de los segundos del abrazo.

Se dio la noticia de la muerte de Muzan y todos en la corporación estaban felices, menos una: Hanan Ubuyahiki. Debido a su luto dejó que Giyuu liderada un tiempo más la corporación en lo que ella se recuperaba de su pérdida y trataba de ser una madre ejemplar para su niño. Todas las noches iba a tumba que le hizo a Muzan, algo figurativo a las afueras de su cabaña.

 Aprendía todos los días a vivir sin él, pero sabía que debía respetar su decisión

Y al mes de la muerte de demonio más infame, Hanan decidió tomar las riendas de la corporación con aún dolor y pena en su alma, ahora más que nunca debía mantener un legado. La corporación Ubuyashiki, la crianza de Yuuki y la espera del nuevo bebé, hijo de Giyuu.

Más que una madre fuerte, debía ser una mujer fuerte.

Desde siempre lo supo, que Muzan sería esa persona.

Koi no Yokan le dicen, la sensación al conocer a alguien de que inevitablemente te enamorarás.

Hanan despidió a su gran amor, y todos los amanecer la hacían pensar en aquel hombre de cabello ruloso que en la mayoría del tiempo, fue alguien cariñoso.

Hasta nunca, Muzan.

— Estoy segura que en otra vida si estaremos juntos.. —murmuró al vez la luz de la luna.

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Que gusto dar por finalizado este proyecto que quiero mucho. Como siempre digo, muchas gracias por el apoyo, nunca creí que recibiría este apoyo. Son grandiosxs, me reí mucho con todos los comentarios, los leí todos. 

Prometo seguir mis otros proyectos, dense una vuelta! De paso propongo terapia para todas porque los daddy issues estan fuertes ah ajajaja