23Ukiyo

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浮世 mundo flotante.

No era un mundo flotante, no era esa época en donde solo se preocupaba por cenar su comida favorita junto a su padre, no era esa época en donde su interés radicaba en que sus plantas crecieran de manera saludable, esa época en donde era feliz jugando con sus hermanas.

No.

Las cosa habían cambiado.

La niña caprichosa, desapareció.

La vida la empujó a que madurara y se tomara las cosas seriedad.

Desde aquél día... el mundo de Ubuyashiki Hanan, cambió. El día en que su padre finalmente se enfrentó a Muzan Kibutsuji.

Peleó hasta el final con la esperanzan de devolver la paz a la humanidad. Sin embargo, su fuerza de voluntad no fue suficiente para acabar con el infame demonio que quería robarle a su hija.

¡Luchó hasta el final! 

¡Luchó junto a los pilares más firmes!

Luchó para proteger a su amado tesoro, su hija menor quien lo hacía abuelo.

Deseaba regresar con vida para ser parte de la vida del pequeño que vivía en aquel vientre, pero su rival fue más astuto ¡Por supuesto! La maldad habitaba en él.

 Le robó su vida.

A su paso; robando la mitad de Ubuyashiki Hanan.

Dejándola completamente sola, sin tener una idea de como seguir adelante con el gigantesco dolor que cargaba en su corazón.

Hubo un lapso de tiempo en donde la tristeza y la amargura se apoderaban de ella queriendo habitar en cada espacio de su ser, los recuerdos la ahogaban donde echaba de menos a su progenitor, aquél hombre que dio su vida con tal de que ella viviera en paz junto a su bebé.

Hanan derramó lagrimas hasta quedarse completamente dormida durante meses asimilando la perdida que vivía, la desilusión de un amor junto al quebranto de su corazón que le ocasionaba la muerte de Kagaya Ubuyashiki.

Debía acostumbrarse a vivir sin él; pensando en él cada día.

Deseando tener la oportunidad de estar solo unos minutos con él para decirle cuanto lo extrañaba y cuanto lo necesitaba para ser una mujer fuerte para su hijo.

Así era como se sentía aquella mujer quien cargaba a su hijo en sus brazos, un pequeño bebé yacía en su regazo, un pequeño bebé quien cargaba con toda su historia.

— Yuuki... eres tan pequeño. — susurró su madre.

Era un niño que había concebido que por su nombre lo llamó Yuuki; que significaba brillo de esperanza. Después de pasar meses sufriendo, su bebé llegó al mundo para ser su esperanza, para ser aquella luz que la guiaría al mejor camino para ambos.

¿Su padre? Los pilares nunca le respondieron eso a la mujer, no sabían. Relatan que aquél día escucharon una gran explosión, y al llegar no había ningún rastro de Muzan Kibutsuji.

Hanan dio a luz un niño muy dulce, tenía un cabello tan negro como la noche y unos grandes ojos color ciruela. Ese pequeño era una total copia de su padre.

— Hanan. — habló Giyuu quien entraba a la habitación.

— ¡Giyuu! Hace horas no te veía, ¿dónde estabas? — sonríe la madre cargando a su pequeño.

— Tu sabes, por tu seguridad debemos mantenerlos acá... — muestra aflicción en su rostro. — Además, traje un obsequio de parte de los pilares para el pequeño Yuuki-chan.

Koi No Yokan  恋の予感   [ Muzan Kibutsuji ] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora