金継ぎ Repara las heridas del alma.
Y la desilusión la acompañaba en cada anochecer.
Preguntándose constantemente que hizo mal. Cada vez se sentía más lejos de ella, y lo extrañaba más si lo trataba de borrar
Iniciaba su gestación, una gestación singular, que avanzaba pronto al tener genes de aquel hombre en su interior.
Hanan antes de marchar al amanecer, abrazó a Kibutsuji con tantas fuerzas que desbordaba el amor que sentía y sollozaba al compás.
— Dime que amas. Dime que te gusto. ¿Qué debo hacer? Dímelo. ¿Por qué no me amas? —habló en un hilo de voz, lloraba como la lluvia que caía afuera de la hacienda. Desesperada toma las manos de Muzan y las coloca sobre sus mejillas, obligandolo a mirarla directamente a los ojos, par de ojos color cereza sufriendo y no por las misma razones.
Su mirada lo conmovió, después de todo, tenía un corazón que latía en su interior no con la misma calidez que cuando conservaba su humanidad; pero estaba ahí manteniéndolo con vida. y aunque no la amara con la misma intensidad ya que se limitó al sentir esas emociones, le tenía un cariño particular.
— Hanan... —traga grueso, era una situación algo incomoda.— Claro que te venero. Te recuerdo que seremos padres, ¿cómo no te querría?
Ella no confiaba en su malditas palabras. ¡Y le dolía! Le dolía no poder creer, era su todo. ¿Qué sucedió?
Una última lagrima bajaba por su mejilla y Muzan la quitó pasando su dedo sobre ella. Así de fácil arruinó los sentimientos de Hanan. A ella le dolía pensar en un embarazado, recibió las suficientes advertencias, y aún así se preñó. Arruinaba el legado de su padre sobre la seguridad y el bienestar de los humanos. ¿Cómo le diría a su padre que había roto su confianza definitivamente?
La chica suelta un gran suspiro, suelta su abrazo y mira por la ventana.— Mi padre dijo que me cuidara exactamente de embarazo, Muzan. ¿Qué haré?
Él se acerca a las espaldas de la chica y sujeta sus hombros con ambas manos y de esa manera avecina su rostro a ella. —¿No entiendes los poderosos que somos en este momento, Hanan Ubuyashiki?
Ella lo mira de reojo, aún recolectaba piezas para su rompecabezas mental.— ¿A qué te refieres?
Remoja sus labios preparándose para hablar.— ¿No sabes lo poderosa que eres?
Poder. Su palabra favorita. Ambición.
— ¿Qué? Todos en mi hogar son poderosos menos yo... —murmura.
Muzan ríe.
— Eres más poderosa que ellos, Hanan.
Ella lo mira extrañado, su padre siempre le recordaba que no tenía poderes como sus hermanas.
— ¿Podrías explicarte? La verdad no estoy entendiendo nada. Mis hermanas mayores son poderosas, yo no.
Muzan se aleja y se siente en una banqueta, cruza sus piernas y se preparaba para contarle a su niña, muchas cosas. La menor mantenía una mirada instante, la curiosidad la mataba.
—Esta bien, te contaré, no me interrumpas. —a lo que ella asiente.
— Hace unos años ataqué a una mujer embarazada, se llama Tamayo. — Hanan al escuchar el nombre de la doctore un escalofríos las recorrió.
— La convertí en demonio, por ende el bebé llegó al mundo siendo mitad demonio. Ese bebé es hija de Kagaya Ubuyashiki, mi mayor enemigo. Realmente no se como hizo para engañar a los demás, pero de mi parte me mantuve más cerca que nunca. Cuando me enteré que la niña podía ser tocada por el sol, hice todo lo que pude para secuestrarla pero su padre aumentó su seguridad.
Seguridad. No fue necesario decirle que hablaba sobre ella, la noticia le cayó como agua fría. Sentía ganas de vomitar y no por el embarazo, definitivamente todo tenía sentido... El afán de su padre de mantenerla segura, el lirio azul araña, el sol, la perfección. ¿Cómo fue tan ingenua?
Continuó hablando.— Tuve que tomar otras medidas... ¿no lo entiendes, Hanan? Eres mi perfección, no tiene idea de cuanto estoy obsesionado de tu perfección. Eres perfecta, si lo quisieras podrías tener una técnica de sangre, regenerarte, ser la más veloz, ser tocada por el sol, nada te puede destruir... Si lo quisieras, serías más poderosa que yo, no te confíes; eres novata.
Esta vez ya no le hablaba a ella, hablaba para él mismo y su ambición.
Nuevamente el sentimiento era más fuerte que ella, las lagrimas bajaban de nuevo, se sentía utilizada. — Tu me destruiste al enamorarme de ti, Muzan.
Sus manos temblaban, ya no sentía miedo, estaba enfadada con ella misma y lo estúpida que fue durante este tiempo.
— Y ahora... un bebé demonio crece dentro de ti. ¡Uno que puede ser tocado por el sol¡ —ríe.— Eres perfecta, creamos una nueva especie. ¿Qué hará tu padre cuando se enteré? Un demonio que no es su hija que puede ser tocado por el sol. Uno que poseerá más sangre mía que vuestra.
Finalmente la mira, mira como Hanan lo mira con el ceño fruncido con su labio inferior temblando. Hanan toca su pequeña panza de embarazo, crecía rápido.
— Es mi bebé, y lo protegeré. —le costo mucho dejar salir aquellas palabras, pero entendía que no era su culpa, no era culpa del bebé que crecía en su interior.
— La puerta está abierta, Hanan Ubuyashiki. Ve donde tu padre, si quieren conversar, las lunas superiores y yo estaremos aquí.
Y así fue... Hanan Ubuyashiki cruzó la puerta hacia su presunta libertad, sin saber el desenlace de la historia.
¨¨¨¨
Chan. chan, channnnn
¿Qué onda? ¿Se huelen el salseo? Yo si. ¿Qué pasará con Kagaya? chanchancha
No seré mala, si quieren un cap extra después de que termine Koi no yokan, responden este comentario. Con capítulo extra me refiero a un especial romantico, ya saben, para quitarse las ganas de leer un Muzan romanticón y esas cosas que nos gustan.
Y si actualizo de madrugada, en mi país son las 12:32 a.m y mañana debo ir a la universidad, pero aquí estoy
Probablemente si soy organizada Koi No Yokan terminaría esta semana, aaaaaa que emoción y me puse sad ya.
De verdad muchas gracias el apoyo todos estos días, nunca pensé que podría llegar a 8K views y 1K de votos, whao. Los adoro, gracias.
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Koi No Yokan 恋の予感 [ Muzan Kibutsuji ] COMPLETA
FanfictionKoi no Yokan significa: La sensación que se siente, cuando dos personas se conocen, ambos saben que van a enamorarse irremediablemente. Hanan, su interés por lo clandestino la hace caer en las garras de un amor infame. Pese a tener millones de raz...