Koi No Yokan 恋の予感 [ Muzan Kibutsuji ] COMPLETA

11Natsukashi

Evocar recuerdos felices, que te transportan a tiempos mejores.

La mujer caminaba con pasos decididos hacia la habitación llena de cadenas, había sido llamada por el patrón, que necesitaba ayuda para asegurarse que su hija no estuviese embarazada.  Y de ser así, que se deshiciera del feto.

Tamayo llega a la puerta donde la esperaba Kagaya, esta le da un sonrisa en forma de saludo y el hombre de cabello liso le responde de la misma manera. La hija mayor se acerca y con cuidado de no lastimarse quita cada una de las cadenas que tenía prisionera a Hanan. El padre acerca la mano y desliza la puerta hacia izquierda, de esa forma de abría. Esa puerta deja descubierta a su hija menor, quien estaba sentada en el piso con sus ojos rojos; haciéndose notar que recién terminaba de llorar, Tamayo observaba un joven chica con sus ropas arrugadas, un cabello despeinado y un rostro hinchado de llorar. La causó pena ver aquella escena. La escena de una mujer sufriendo por sus decisiones.

— Padre, yo no estuve con él. Debes creerme. —lloriqueó en hilo de voz.

Tamayo sentía un nudo en la garganta, le causaba pesar ver el arrepentimiento en los ojos de Hanan.

— Eso lo veremos. Te dejo con Tamayo.

Dicho eso, su padre salió de la habitación, dejando a una mujer y a una chica solitarias.

— Me puedes decir que ocurre si quieres.

Tamayo inicia la conversación mientras da pasos pequeños hacia Hanan, ya estando frente a ella, le tiende su mano derecha. Han vacila unos segundos si tomar la mano de aquella mujer, pero decide hacerlo, toma la mano de Tamayo. Le trasmitía confianza.

La joven chica se pone sobre sus pies y le muestra a la mujer una sonrisa tímida.

— ¿Mi padre que te ha dicho? —pregunta curiosa.

Tamayo quería saber la versión de la hija del mayor enemigo de Muzan, ella sabía todo, sin embargo, quería saber los hechos contados por la chica.

— Tu padre me dijo que te preguntara, y eso hago. —le muestra una sonrisa comprensiva.

Hanan suspira, le dolía recordar la decepción que mostraba su padre a ella. Mira la ventana que se encontraba a su lado, observaba los grandes pinos que habitaban a las afueras de su hogar, no evitó en recordar cada momento junto a él.

— Kibutsuji... nos veíamos mucho.—sonríe, recordando como la besó con delicadeza.

— Hanan, debo asegurarme de que no estés embarazada. —murmuró llamando la atención de la joven.

La chica de ojos ciruela la mira asustada.

— No soy la indicada para decirlo pero, escondes algo muy grande, un fruto de Muzan y tu solo empeorarán las cosas para todos.