02Shoganai

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しょうがな

No se puede evitar.

Desde que conocí esos ojos color ciruela, no pude descansar, aparecía en mis sueños desde entonces... Quería saber más de él, sentía la necesidad de tenerlo cerca de mi.

Desde aquel encuentro en la ciudad; pasaron dos primaveras. Y yo siendo apasionada recorría el mismo camino con la esperanza de volverlo a ver.
En aquella puesta del sol, en donde por primera vez vi su sonrisa, llegó mi madre a buscarme sin embargo, estoy plenamente segura de que ella no lo observó porque es cuando yo observé al hombre de traje; este se habla esfumado.

Fue extremadamente veloz... él no era normal.

— Hermana. —llamó a mi puerta. Con una mirada le incité a que iniciara la conversación. — Nuestro padre te llama ahora mismo. — asentí.

Arreglé mi peinado, me puse de nuevo el kimono blanco y salí de mi habitación. Al llegar a la sala de estar pude observarlo mientras tomaba una taza de té.

— Hija mía, tengo algo importante que comunicarte.

— Dime, padre. — estaba nerviosa, no sabía si había hecho algo mal.

— Tu seguridad será aumentada... temo mucho por ti.

No podía creer lo que estaba sucediendo, justo cuando me sentía tan libre. ¿Por qué mi padre no comprendía que me puedo amparar sola? No me había sucedido algo en esta dos primaveras, no me sucederá ahora.

— ¡Padre! ¡No puede hacerme eso! —un estúpido grito salió de mi garganta.

— ¡Cállate! —entró mi hermana mayor a la habitación. — ¡No le hables así! Ten respeto, Hanan.

Estaba muy triste. El ardor en mis ojos se hizo presente.

— ¡No me digas que hacer! ¡Sólo por que ustedes tienen poderes no significa que yo sea una frágil!  —las lágrimas bajaban por mis mejillas.

Kuina me miraba con pena. Ellas siempre habían sido las favoritas de mi padre, para sus misiones importantes, para sus trabajos. ¿Y yo? En el hogar con mi padre, sin poder explorar el mundo.

— Hijas mías, detengámonos, esta discusión no solucionará sus disconformidades. Kuina, retírate por favor. Hanan ven aquí, pequeña. —palmeó el espacio vacío que estaba a su izquierda.
Con pasos lentos me acerco y me siento a su lado, lo miro directamente a sus hermoso ojos blancos que tiene, en donde ser observaba tanta paz. Era mi padre, lo amaba.

— No puedo permitir te suceda algo malo, Kanan. Por favor, tienes que entenderme. Más que no tienes— pasó sus dedos por mi cabello con ternura.

— Poderes... Ya lo sé. Llevo saliendo dos primaveras hasta anochecer, no me ocurrió nada. Padre, no me he topado ningún demonio. — parecía niña pequeña llorándole por un juguete.

— Kanan, exactamente es lo que más me preocupa. Tu al ser mi hija menor, eres la primera opción de mis enemigos. Si no te han atacado, es porque han de estar planeando algo.

El miedo invadió mi cuerpo, uno que no sentía desde que conocí al hombre de traje, debía convencer a mi padre que no me ocurrirá nada.

Kagaya Ubuyashiki, confía en mí, no me ocurrirá nada. — le sonreí segura de sí misma.

Sonrió. — Hija mía, hay demonios atroces que harían lo que sea para hacerme trizas. Y tu, Hanan, eres mi pequeña, no puedo permitir que te lastimen. No puedo confiar tu seguridad en tu palabra. Esta conversación se acabó, regresa a tu habitación.

Koi No Yokan  恋の予感   [ Muzan Kibutsuji ] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora