¿¡Marshall!?

Yo... me iré

Ryder se encontraba reparando los circuitos de Perrobot mientras tenía cara de pocos amigos, se movía de un lugar a otro de una manera algo agresiva. Ryder pensaba en el problema que tenían en la torre,el cual se llama Marshall, y justamente ese problema cruzó por la puerta con las orejas hacia abajo. Solo lo vio de reojo y sintió como su enojo crecía más, lo ignoró y siguió en lo suyo, hasta que escuchó decir al cachorro algo que lo dejó en shock.

-Yo... Me iré-. Dijo Marshall y luego de unos largos segundos de silencio siguió hablando-. Hay una vacante en la estación de bomberos en la ciudad en la que nací, y me ofrecí de voluntario... Y el voluntariado durará máximo un año. Yo creo que es lo mejor... Para todos...-.

Marshall estuvo parado en la misma posición durante unos minutos hasta que decidió volver a hablar.

- No hay muy buena conexión en ese lugar... Así que no creo que podamos comunicarnos aunque quisiéramos... Aunque dudo mucho que quieran hablarme... Adiós Ryder...-. Dijo Marshall quitándose la placa de su collar, que tanto lo caracterizaba, y dejándola en el suelo para luego dar media vuelta y empezar a caminar hacia la salida.

A Ryder le costó unos minutos el reaccionar a lo que acababa de pasar, cuando lo hizo volteó a ver el lugar en donde estaba parado su cacharro bombero hace apenas unos minutos atrás y se acercó corriendo hacia la pequeña placa que se encontraba de cara contra el suelo, la dio vuelta apenas la tenía en sus manos y solo ahí se dio cuenta de que lágrimas calientes rodaban en sus mejillas, deslizándose hasta su barbilla y caían al suelo.

- Marshall...-. Dijo en un susurro casi imperceptible.

Salió corriendo hacia afuera siguiendo el mismo camino que el dálmata y al llegar afuera no vio al cachorro, al voltear hacia un lado vio el camión de Marshall y se acercó corriendo a éste. Pero no había nada ni nadie, solo la mochila especial del cacharro de manchas.

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Luego de buscar por todos lados terminó por rendirse y se dirigió a la torre otra vez. Al llegar vio al resto de sus cachorros con sus ceños fruncidos, al verlo todos se alteraron y le preguntaron que pasó y el solo en un susurro lo suficientemente audible dijo:

-Marshall... Se fue-. Dijo mirando a la nada con la cara completamente perdida.