Narra Marshall:
Estoy acostado en mi cama, la cual está en la misma habitación que las de los demás, estoy en la litera que comparto con Goro, el está arriba y yo abajo. Recuerdo cómo fue que conseguí que me dejara dormir en la "misma" cama que él.
🐾 -Si quieres quedarte con una parte de mi cama tendrás que ganarla-. Me dijo desafiante luego de tirar todas mis cosas al piso.
-¿Y qué quieres que haga?-. Dije molesto.
-Si me ganas en una carrera te dejaré dormir aquí-. Dijo Goro con una sonrisa.
Pobre iluso, no sabe con quién se está metiendo.
-Bien-. Dije con calma.
Unos cuantos minutos después ambos nos encontramos en la linea de partida de una pista de entrenamiento. Me preparo, pero veo como Goro sale corriendo.
-¿Qué esperas? ¡En la vida real no hay cuenta regresiva!-. Me grita desde lejos el muy maldito, aunque no me inmuto en lo absoluto.
Puedo ver las caras sorprendidas de los demás al ver como salgo disparado a toda velocidad pasando por al lado de Goro, quién me mira sorprendido mientras ve como me alejo velozmente, hace un esfuerzo en alcanzarme pero no puede. Nunca te metas con un dálmata bombero.🐾
Sonrio al recordar como le gané ese día y muchos otros.
-Oye-. Me llama Goro mientras me ve desde la parte de arriba de la litera-. ¿Por qué no duermes?-. Me pregunta en susurros.
-Estoy recordando la primera vez que te humillé-. Le susurro con una sonrisa altanera.
-Ja ja, que gracioso-. Dice con sarcasmo.
Veo como Goro baja de su litera y se acuesta junto a mí, no me opongo, no es la primera vez que estamos así de cerca. Pone su brazo debajo de mi cabeza para que lo use de almohada, mientras que él se queda mí almohada y con su otro brazo libre rodea mi cintura acercándome a él.
-Ya duérmete, y deja de pensar en esos imbéciles-. Dice Goro en un susurro, muy cerca de mi oído.
Siento que un escalofrío agradable recorre mi cuerpo, y rodeo su cuello con mis brazos en un abrazo, mientras recostaba el resto de mi cuerpo sobre su abdomen.
-Hey, uno de ellos nunca me trató mal y siempre me apoyó-. Le dije mientras el sueño empezaba a apoderarme.
-¿Te refieres al de chaleco naranja?-. Preguntó Goro.
-Si-. Dije para después dormirme.
Narra Goro:
Maldita sea, ¿porqué tiene que ser tan jodidamente lindo?, su carácter de los mil demonios y su forma de ser no se complementan en absoluto con su carita de niño tierno.
-(Un... Hermoso y tierno niño...)-. Pienso sonrojado para después abrazarlo más contra mi cuerpo.
Recuerdo el momento en el que me enamoré de ésta criatura tan perfecta.
🐾 Estoy en una misión en mitad de la noche, las cosas se pusieron feas, me dispararon, y no me quedó de otra que pedir refuerzos. Pero según lo que me dijeron, todos los cachorros estaban en misiones aparte y no podrían llegar a ayudarme.
Cuándo empecé a aceptar que estaba apunto de morir lo veo, como si de un pequeño y encantador ángel se tratase. Marshall llegó justo a tiempo para ayudarme, apesar de nisiquiera ser parte del equipo vino a salvarme, apesar de que lo eh tratado mal desde que llegó, está aquí, salvando mi vida.-¡¿Te duele mucho?!-. Me pregunta preocupado mientras me quita la parte de arriba de mi traje, yo me sonrojo un poco cuando siento que manosea mi torso completamente desnudo y trato de no mirarlo.
-Estoy bien-. Le digo, más para calmarme a mí que a él.
Siento que mi mejilla derecha arde y me quedó en shock hasta que reacciono al darme cuenta de lo que pasó. Marshall acaba de abofetearme.
-¡¿Eres estúpido?! ¡¿CÓMO MIERDA SE TE OCURRE VENIR A UNA MISIÓN SIN TU CHALECO ANTIBALAS?!-. ¿Ése dálmata enano me está regañando?.
Estoy por reclamarle pero una extraña fuerza invisible me detiene, haciéndome sentir que voy a hacer la mayor estupidez de mi existencia si le llego a responder al cachorro enfrente mío, el cual tiene un aura de... ¿Cómo la llamaron los gemelos?... A sí. Aura de mamá Latina emputada. Por alguna razón ésos dos tenían una expresión de puro terror cuando dijeron eso.
-¡¿Me estás escuchando aborto de la naturaleza?!-. Me grita más enojado que antes y siento escalofríos.
-¡S-si!-. Le respondo, por alguna razón poniendome recto, como si estuviera enfrente de un militar.
Mierda, empezó a tocar otra vez mi torso y por alguna razón siento como mi cara se enrojese más. Marshall empieza a tratar mi herida y en un momento él se sienta en mi regazo para evitar que me mueva tanto, lo único que logra es que mi nerviosismo aumente a un ponto muy loco.🐾
Me duermo un rato después mientras abrazo a la bolita de masa de color blanco con manchas negras entre mis fornidos brazos, el en verdad es taaan lindo.
En la mañana me despierto por los rayos de sol que golpean mi rostro, rápidamente le tapo los ojos a Marshall para que no le moleste la luz y le hablo para que se levante.-Mar...-. Lo llamo y no despierta-. Marshall-. Ésta vez si despertó y se sentó en la cama.
Lo veo bostezar y casi se me derrite el corazón. Escuchamos la alarma estilo militar que puso Steven para entrenarnos y me acuerdo de la primera vez que Marshall la escuchó, dio un salto tan grande que hasta lo hubiera hecho ganar unas Olimpiadas.
Todos nos preparamos, nos vestimos a toda velocidad y salimos corriendo hacia la sala de asignación.-Todos listos para el deber, amo-. Dijo Loba poniéndose enfrente de todos como la lider.
-Buenos días cachorros, hoy tendremos mucho trabajo que hacer. Un grupo de ladrones se metió al Banco central y tienen de rehenes a 12 personas, entre ellos 4 niños, su misión es arrestarlos e impedir que lastimen a alguien. Para ésta misión necesitaremos a: Loba, Glénat, Kanna y a Marshall.
Los demás, tengo otra misión para ustedes: Hay una camioneta que se reporta, pertenece a una pandilla de secuestradores, su deber es atraparlos y liberar a los secuestrados.
Dicho esto: ¡Brigada Canina, al campo de guerra!-. Dice Steven.Todos salimos corriendo directamente hacia unas "habitaciones cápsulas", se podría decir, en esas se nos puso nuestros trajes especiales y luego fuimos a las cocheras en donde estaban nuestros vehículos.
Llegamos al banco bastante rápido, entramos por la parte de atrás muy silenciosamente, sin ser descubiertos por los ladrones.-Prepárense, no tenemos la certeza de que sus armas no tengan balas. Goro, Kanna, distraiganlos y yo con Marshall sacaremos a los rehenes a escondidas-. Dice Loba seria.
Todos hicimos caso y pusimos en marcha el "plan".
Luego de una muy larga pelea por fín ganamos, pero veo como uno de los ladrones toma su arma y dispara, el muy imbécil le disparó a Marshall, pero afortunadamente, la bala solo le rozó la mejilla.
Me enojo de sobremanera, le pateo la cabeza al maldito y me subo encima de él para golpearlo. Solo me detengo cuando Marshall me indica que ya no se mueve.-Aún respira, no hay problema-. Le digo viéndolo.
Veo como Marshall tiene a una niña pequeña en brazos, está herida y Marshall se ve muy preocupado.
-Necesito un botiquín de emergencias ya-. Me dice, yo me levanto rápidamente y voy mi vehículo para sacar el equipo médico de la parte de atrás, el cual todos los de los demás tienen.
-¿Y su mamá?-. Le pregunto cuando le doy el botiquín.
-No lo sé, parece que la sacaron a la fuerza cuando la tomaron de rehén-. Me dice mientras recuesta a la niña en un mostrador y empieza a curarla.
No puedo evitar sorprenderme, Marshall es demasiado bueno en medicina, me sorprende apesar de que ya lo eh visto en acción cuando uno de nosotros se lastima y en muchas otras con otras personas. Me pregunto qué rol tenía él en lo Paw Patrol, no sé con exactitud si el era simplemente el médico del equipo o si era algo más, no nos dijo mucho de ésos tiempos, solo algunas cosas y el porqué se había ido.
Quiero saber, todo sobre él, pero apesar de éso... El siempre tiene una coraza que le impide hablar mucho de su pasado. Pero algún día, voy a saber, algún día.
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¿¡Marshall!?
AcakTras un mal entendido entre los cachorros, Ryder y Marshall, éste decide alejarse por un tiempo de los Paw patrol, diciéndole a Ryder que se iría a su ciudad natal para ayudar en la Guardia de Bomberos de dicha ciudad. Ryder simplemente entra en sho...