Tras un mal entendido entre los cachorros, Ryder y Marshall, éste decide alejarse por un tiempo de los Paw patrol, diciéndole a Ryder que se iría a su ciudad natal para ayudar en la Guardia de Bomberos de dicha ciudad. Ryder simplemente entra en sho...
-Go... Ro...-. Susurro al verlo acostado en mi regazo mientras habla dormido, está sosteniendo una de mis manos y tiene los ojos rojos, supongo que por llanto.
Le acaricio el cabello y el rostro, me quedo viendo su cara de angustia entre sueños. Luego de unos segundos abre sus ojos, se para rápidamente, poniéndose enfrente mío y mirándome a los ojos.
-Dios... Que bueno que estás bien...-. Me dice tratándome de sonreír aún derramando lágrimas.
Abrazo a Goro por el cuello mientras lo escucho llorar en mi hombro.
-Creí que... Que te perdería para siempre...-. Me dice con la voz entrecortada por el llanto-. No quiero perderte...-. Susurra a mi lado con dolor en sus palabras y yo solo lo abrazo más.
-Estoy bien... Estoy aquí...-. Le digo mientras acerco mis labios a su mejilla para darle un beso en ésta, pero veo como mueve su cabeza con rapidez y nuestros labios se unen.
Yo me sorprendo al igual que Goro, pero no nos separamos del beso, sino que lo hacemos más largo y sin pena él mete su lengua en mi boca, haciendo una batalla de lenguas en la que él me gana sin que yo haga esfuerzo. Goro me acuesta en la camilla sin separar el beso, toma con una mano la parte de atrás de mi cabeza y con la otra me abraza por la cintura, uniendo más nuestros cuerpos. Yo, por mi parte pongo mis manos en su pecho haciéndolas puños sin poner mucha fuerza. Ambos entrelazamos nuestras piernas mientras las caricias se repartían en nuestros cuerpos. Empiezo a gemir cuando siento la lengua de Goro recorrer mi cuello con deseo, un deseo que ambos compartimos y expresamos sin pena alguna.
-Te amo-. Me dice mientras da besos en mi pecho, sus palabras hacen que mi corazón lata a mil por segundo, lo miro y le sonrío con un sonrojo muy notorio.
-También te amo-. Le digo mientras le abrazo por la cabeza.
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-Es imposible para mí no amarte cuando has estado conmigo siempre-. Le digo con cariño-. Te amo Goro-.
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Él me beso con amor en la frente, puedo sentir cómo se esfuerza mucho para no ser tan brusco con como me toca, después de todo Goro siempre ah sido muy impulsivo y algo agresivo. Pero el hecho de que me trate de esta manera me hace sentir especialmente felíz, porque sé que soy el único al que él trata así. Él siempre me ah tratado como un Rey.
