You Make Me Wanna Die- Lily Evans y Astrid Potter -

Capítulo 20

- The Reckless.- dije, haciendo manos de Jass.

- Wow, gran cambio.- dijo Regulus irónico.

- Ya, dejen de criticarme. Ahora, ¿aceptan?-

- ¿Prometes que serán las mejores bromas de toda la historia del mundo entero?- dijo Severus.

- Claro.- inteecambiaron miradas y luego me miraron.

- Aceptamos.- dijeron al unísono y yo sonreí.

Habían pasado ya dos meses. Nos habíamos convertido en el tema principal de conversación de los estudiantes y el objetivo de los profesores y un grupo llamado Los Merodeadores nos han desafiado a una Guerra mediante un mensaje escrito en la Torre de Astronomía 'The Reckless, están siendo desafiados por Los Merodeadores, ¿Aceptan? |Sí| |No|' y nosotros claramente rodeamos el |Sí|.

Me encontraba corriendo por el Bosque Prohibido con Lily, agarradas de la mano y, cada tanto, disminuyendo la velocidad, juntando ambas manos riendo, dándonos un corto pero cálido beso.

Al llegar junto a un lago comenzamos a caminar tranquilamente por la orilla y me detenía a agarrar flores que estaban sueltas en el suelo.

- ¿Qué haces, As?- dijo Lily riendo.

- Ya verás, cariño.- le sonreí.

Al agarrar estas flores las unía entrelazando a estas entre sí hasa que forme un círculo como una corona de flores.

- ¿Qué es?- preguntó Lily curiosa.

- Una corona. TU corona.- le coloqué la corona en su cabeza y besé su nariz, a lo que ella se sonrojó y sonrió tímida. Me abrazó y ocultó su cara en mi pecho.

- ¿Por qué?-

- ¿Por qué que?-

- ¿Por qué una corona para mí?- levantó la cabeza y me miró sonriente.

- Porque eres una reina.-

- Claro que no.- se sonrojó más.

- Claro que sí, y si no lo aceptas, almenos acepta que eres la reina de mi corazón.- froté nuestras narices y ella rió.

Caminamos un rato más para luego volver de la mano entrelazada al castillo, ella aún con su corona.

Mientras caminaba a mi Sala Común tras dejar a Lily en la suya y haber ido a la Biblioteca me encontré con James.

- Hola, Astrid.- dijo James animado.

- James.- le respondí Sin levantar la vista ni un momento de mi libro.

- ¿Cómo estás?-

- Mal, este mes me he desangrado más de dos días.-

- ¿En serio? ¿Por qué no vas a la enfermería? Podrías morir.- dijo preocupado.

- Oh, no, ya ne acostumbré; he sangrado más de diez veces en almenos siete días desde mis once años, aunque no negaré que duele.- seguía con la vista en mi libro.

- Pero... Podría ser grave, ¿no?-

- James, la mayoría de las mujeres los sufrimos hasta, aunque sea, los cuarenta años, y no solo lo sufrimos mujeres, también algunos hombres y personas neutras.-

- Pero... ¿Por qué?-

- Es naturaleza del cuerpo, como nosotras nos podemos embarazar nos llega esta cosa llamada menstruación por unos siete días o más en los que nos sale sangre de la vagina y a puede llegar a doler diferentes partes del cuerpo, aunque mayormente duelen los ovarios.-