EPÍLOGO

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Cerró el libro levantó la cabeza y en los rostros de los críticos de novelas y periodistas había una que otras lágrimas.
__ Indiana nunca pudiste despedirte del hombre que amabas __intervino una mujer
__lo hice en aquel ascensor donde en sus manos deje mi corazón, mis sueños y mi amor __
__Aun lo amas__
__siempre lo voy a amar el fue el hombre que elegí para toda la vida__
__Crees que puedas volver a enamorarte __
__No jamás __
__dijiste que te veías reflejada con el cuando lo miraste a los ojos__hablo un hombre __¿Cómo haces ahora que el no esta?__
__me veo reflejada a través de sus ojos creo que en otra vida el me va estar esperando __
__¿Como vives sin el?__
Indiana respiro cruzó sus manos arriba del libro.
__Vivo un día a la vez, vivo de los recuerdos que el me dejó, vivo por su amor porque a el no le gustaría verme derrumbada__
__¿Habrá una cuarta parte de CONDENADA POR AMARTE?_
__No, ya no tengo que escribir y estoy segura que mis lectores no quieren leer mis tristezas__
Se escucho algunas risas en el recinto seguido de aplausos.
Levantó la vista agradeciendo los aplausos y su corazón se desbordó de emoción.
Al terminar la conferencia dejó el hotel y camino hasta la playa donde sus pies tocaron la arena, el agua llego a sus pies descalzos y sus ojos se perdieron en la inmensidad del mar ahí donde el ruido del mar llenaba de paz su corazón, acababa de dar por finalizado una parte de su vida, el libro de Indiana Jones concluyó dejando un final triste pero entendía que para vivir un gran amor como el que ella sentía por Drako Denver debía cerrar etapas y CONDENADA POR AMARTE llegaba a su fin, a un final doloroso e inesperado escrito por ella, concluyó la espera de diecisiete años ahora sólo le queda amar en silencio.
Ahí frente al mar se despedía del hombre de ojos azules que marcó su vida y dejó huellas que el tiempo se encargaría de no borrar jamás.
Siempre sería su
gran amor ese por el cual fue capaz de cometer tantos errores, siempre sería ese al que sus ojos azules deslumbraron su corazón siempre sería el, el de las risas que enamoraban siempre sería el, el dueño de cada caricia.
Pueden pasar los años y todavía ella lo amaría a través del tiempo, porque un amor como el de ellos estaba destinado a ser vivido en alguna otra vida....

        Final

CONDENADA POR AMARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora