Dos almas y un solo corazón (Diggory y Lestrange)

6· Malfoy

Helena después de la charla con Malfoy, miró por la mesa de Gryffindor buscando a Neville, hasta que lo encontró, le devolvió la mirada y vocalizando le dijo ("Luego hablamos")

Al echar otra vista por la sala vio en la mesa de Hufflepuff al que parecía ser el chico del tren, con su hermoso pelo dorado y tez pálida. Él la volvió a mirar, se quedó unos segundos paralizado sus ojos en los suyos y los dos volvieron su mirada a Dumbledore porque anunció que la ceremonia había acabado.

Helena se quedó aún más enamorada de ese chico, al que estaba encantada de saber su nombre.

Los prefectos guiaron a los alumnos a sus respectivas salas mientras en el camino vió cómo Malfoy la miraba, pero ella no sintió descaro ni enfado en esa mirada, eso le extrañó.

Pero aparte de las miradas de Malfoy, se dió cuenta que no era el único, la mayoría de alumnos que se cruzaban con ella camino a la sala Slytherin, la miraban esta vez con descaro y asco.

Cuando llegaron a la puerta de la sala, el prefecto abrió la puerta con la contraseña "sangre pura". Todos los alumnos entraron en la sala para escoger sus camas, Helena escogió la que estaba pegada a la pared, pero que al otro lado tenía a una alumna llamada Tracey Davis. Helena vio que Draco se iba a una de las habitaciones privadas a lo que era propio que la tuviera un Malfoy.

Helena se estuvo poniendo su capa de Slytherin cuando de repente se acerca una chica.

La chica era de la misma estatura que Helena, no estaba gorda, tenía un buen cuerpo con cintura marcada, ojos color oscuro, con una tez no tan pálida, y un pelo color marrón claro. Su pelo era liso, pero se lo ondulaba con una plancha para el pelo.

-Hola, soy Tracey Davis. ¿Eres tú Helena Lestrange? ¿La hija de Bellatrix Lestrange?

Inmediatamente Helena se giró sacó su varita y apuntando al cuello de la chica sin saber ningún hechizo, dijo:

-Como sabes quien soy.

-Perdón. Dijo la chica asustada.

Helena bajó su varita. Se avergonzó, ¿por qué había sacado la varita con esa amenaza?

-Quién te ha dicho quién soy.

-Es que casi todo el colegio te conoce. Tu nombre ha recorrido las bocas de la mayoría de alumnos.

-Por eso la gente me mira así. ¿Cómo se han enterado de que estoy aquí? ¿Y de mi apellido?

-No se, alguien se lo habrá contado a un alumno y ha corrido la voz.

-Pero si yo solo se lo he contado a Neville... (En ese momento recordó que en la tienda de dulces dijo su apellido delante de Draco) y a Draco...

-Oh, pues entonces has tenido muy mala suerte. A mi por ejemplo me lo contó Grabble, el amigo de Malfoy. ¿Crees que ha sido él?

-No lo creo, lo sé.

En ese momento Helena volvió a sacar su varita y a dirigirse a la habitación de Malfoy, que al abrirla, Draco estaba tirado en la cama, acostado, y con algunos de los botones de la camisa abiertos.

Se levantó sobresaltado, al ver que Helena le estaba apuntando con una varita.

-Seguro que la varita de momento no te sirve para nada, no sabes ningún hechizo. Dijo él

-No, pero sí que recuerdo algunas maldiciones que realizó mi madre, si quieres te las digo. Dijo Helena amenazandolo.

Draco se levantó de la cama y dijo que parase y que bajara la varita.

(Helena baja la varita)

-¿Has sido tú el que ha contado a todos quién era? Preguntó Helena.

-Bueno, en realidad fueron Crabble y Goyle.

-Sí, pero ya sé quién es el que les ha dado la orden como si fuera el que tuviera el control de todo.

-Bueno, al menos te he hecho el favor de presentarte a todos.

Helena volvió a apuntar con la varita.

En ese momento llega el prefecto, Helena baja la varita.

Prefecto: Que está pasando aquí.

-Nada, no ha pasado nada. Dijo Draco mientras miraba a los ojos a Helena.

Helena se da la vuelta y cruza la puerta mientras por detrás la sigue Tracey.

Próximo Capítulo: "De tal palo tal astilla"