Capítulo 12: Nuevo Año

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Eran pasadas ya las 19:30 horas, el edificio gracias a los soldados no había recibido ningún daño sin embargo ese día Yuu no se imaginó que estaría envolviendo en mantas cadáveres de soldados, paso el dorso de su mano por su frente para quitarse unas gotas de sudor que mantenían los mechones de su cabello adheridos a este, acostó con cuidado al último soldado, los médicos se habían encargado de limpiarlos adecuadamente pero sus rostros entregados al sueño eterno hicieron que Yuichiro apretara los dientes, casi hasta el punto de rechinar.

Si tan solo hubiera atacado antes.
Si tan solo no hubiera bajado la guardia.
Si tan solo hubiera agudizado más mis sentidos.

Eran los pensamientos de Yuichiro acribillando su corazón al ver las hileras de sus compañeros caídos en aquel vehículo que se encargaría de llevarlos a Shibuya para un entierro más adecuado.

—¿Es el último?— La pregunta lo hizo volver al mundo.

—Sí— Yuichiro se bajo del vehículo y miró al Cabo Nagai, que había conocido en el pasado y lo había salvado de un ataque de los vampiros junto a Shinoa.

Aquella vez recordó que debido al ataque habían quedado atrapado en los túneles del metro y separados de sus amigos.

—Bien, me pondré en marcha— Comentó.

—Con cuidado— Dijo Yuichiro al ver como el Cabo abría la puerta del vehículo.

—No te preocupes, esta vez los vampiros son nuestros aliados, recuerdalo—

Yuichiro esbozó una sonrisa a medias y vio al Cabo Nagai conducir hasta perderse en la línea horizontal que dividía la tierra del cielo. Camino de vuelta a donde sus amigos pensó en una posible traición, ¿Realmente era alguien del Ejército u otra organización? No, eso no era posible, el trozo de tela mantenía verídico el hecho de que se trataba de alguien en el Ejército, descartaba por completo la Compañía Demonio Lunar o al menos eso quería.

—Hey retrasado— Llamó Narumi captando la atención del pelinegro que le dirigió una cara de fastidio.

—¿Ah? No soy un retrasado— Bufó cruzándose de brazos.

—Jaja, pero fíjate que incluso respondiste al llamado— Se burló Narumi acercándose —Si no eres un retrasado ¿Qué eres?—

La pregunta sorprendió a Yuu que no sabía como responder, miró al suelo sintiéndose como un estúpido por no responder una simple pregunta, en el pasado, el Yuichiro de 16 años ¿Que hubiera dicho? Probablemente un humano por supuesto pero dejaba que Asuramaru lo poseyera, aunque era un Namanari en ese entonces incluso hubiera respondido "Soy un humano".

—Hey— Narumi palmeó su espalda queriendo volver a Yuu a la tierra, lo cual logró —Lo siento, no pensé que te lo tomarías de esa manera— Se sintió culpable y Yuu lo sabía por como el corazón de Narumi latía.

Todo era más transparente para Yuichiro desde el experimento, las personas y el entorno eran como agua cristalina, el podía sumergirse en los sentimientos y emociones rápidamente.

—Soy un Serafín— Respondió a lo que tomó por sorpresa a Narumi.

—Hay que ver— Negó Narumi con la cabeza —Tal vez lo seas pero también eres un amigo— Intentó confortarlo —Pero bueno, la cosa es que quería decirte que el repentino ataque ya lo reporté al Teniente Coronel Guren—

—Guren...— Susurró para sí recordando las incontables veces que Guren los traicionó.

Se llevó una mano a la cabeza por el dolor punzante de los efectos.

—¿Yuu? ¿Estás bien?— Narumi se acerco un poco alarmado y confundido.

—Estoy bien...— Yuu se alejó de inmediato tratando de reponerse para que el del tridente no calara en más detalles —Más vale que el idiota de Guren haga algo al respecto, siempre se la pasa flojeando en su oficina— Habló rápido y con su típico tono de aparentemente molestia.

El rey de la salDonde viven las historias. Descúbrelo ahora