Capítulo 2: Problemáticos.

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El cálido sol relucía por toda la habitación de Shinoa que se encontraba dormida de lado en su cama mientras un pelinegro se colocaba la chaqueta del ejército abotonandosela hasta el cuello. Shinoa se removió un poco y después de parpadear un par de veces tratando de acostumbrarse a la luz del sol por fin despertó. Sin mediar palabra se reincorporó en la cama viendo a Yuu de espaldas.

—Shinoa— Llamó Yuu volteandose a verla —Me iré, creo que aún tengo tiempo para llegar a la entrevista— Dirigió su mirada al reloj de la pare —Dejé unas tostadas con mantequilla en el microondas, también hay café con leche— Decía mientras agarraba a Asuramaru.

—¿Qué? N-no era necesario que hicieras algo así— Dijo Shinoa moviendo una mano en frente de ella efusivamente.

—Claro que sí, ayer te molestaste en darme la cena y me quede dormido contigo, es lo menos que puedo hacer— Yuu se acercó a Shinoa y revolvió aún más su alborotado cabello —Descuida volveré pronto—

Shinoa no dijo nada, se perdía en esos ojos tan verdes y llenos de vida, solo se sonrojó levemente a lo que Yuu sonrió y volteo para ir a la entrevista pero antes de traspasar el marco de la puerta de la habitación se volteo hacia ella para decirle algo.

—Por cierto, Feliz cumpleaños—

La pelimorada se sorprendió un poco pero era porque no se acordaba de su cumpleaños, el pelinegro cerró la puerta mientras Shinoa se tumbó otra vez en la cama soltando un suspiro.

Yuichiro camino por un túnel amplio de paredes agrietadas curioso por saber que se traían entre manos los Hiragis, pero sobre todo le intrigaba saber cómo sería el padre de Shinoa, se puso a reír ante el pensamiento de que sería un suegro demasiado problemático.

—¿Te parece gracioso tener un interrogatorio con la familia Hiragi?—

Esa voz lo sacó de sus pensamientos. Rayos ¿Por qué? ya decía que era una mañana demasiado tranquila, pensó.

—¿Qué quieres Guren? no me vengas otra vez con el cuento de la grulla— No se detuvo, siguió caminando pasando de largo mientras Guren dejaba de recalcarse sobre la pared para seguirme.

—¿Me estas diciendo que soy un cobarde?—

—Sí, exacto, eres un cobarde que no sabe confiar en la persona que prácticamente crió—

—Mmmmmm, lo único que sé es que crié a un mocoso imprudente y crédulo que está obsesionado con la fami...—

—Entonces si lo sabes deberías confiar más, por última vez, jamás traicionaría a mis amigos— Decía mientras miraba un edificio enorme donde le harían la entrevista.

—Yuu recuerda que es la primera entrevista que te hacen después del experimento— Ahora Guren hablaba con seriedad y se detuvo casi en seco, tal vez no sabía si seguirlo o detenerse.

—Ya lo se— Dijo con fastidio mientras cruzaba las puertas de cristal —Demonios— Pensó mientras recordaba cuántos pisos tenía que subir. Marcó el piso 18 y pronto las puertas de metal se cerraron.

Shinoa salió de apartamento mientras cerraba la puerta con llave, estaba preocupada por Yuu seguramente le preguntarían sobre el experimento, así que se dispuso hacer lo que tenía que hacer primero para luego esperarlo afuera del edificio donde su familia más residía.

Debía entregar a Guren unos documentos de parte de su hermano Kureto, por supuesto no se lo entregó él personalmente, envío como siempre a su subordinada Aoi-san la hermana mayor de Mitsuba, no sabía cual era su contenido y era extraño que su hermano le encomendara un cargo. Llegó a la oficina del Teniente Coronel Guren que muy pocas veces estaba allí, así que espero tocar con un poco de suerte, dió unos dos golpes a la puerta y de repente alguien abrió.

El rey de la salDonde viven las historias. Descúbrelo ahora