Anger || Tokyo revengers

||Gatos

Bienvenidxs al primer recuerdo de Anger, estos recuerdos tiene que ver con los arcos que empezamos y terminamos.

Esté tiene que ver con el comienzo del arco de Valhalla, entonces si saben lo que pasa no spoilers!

PD. No soy responsable de lágrimas.

2002

Tres jóvenes de doce años caminaban juntos, dos chicos y una chica. Estaban llendo a reunir se con los demás chicos del equipo. Los dos hombre iban hablando entre ellos, la chica estaba entre ellos agarrada de sus manos jugando en la acera.

Quienes les veían pasar pensaban que eran hermanos, por cuan cercanos se veían.

Iraira, escuchaba a sus dos amigos hablar mientras saltaba levemente las grietas de donde caminaban, se imaginaba que si las pisaba mala suerte caería en ella durante mucho tiempo.

Le encantaba pasar tiempo solo con esos dos chicos, ya se conocían de un año, un año en el que se había enamorado del chico Hanemiya, siempre estaba pendiente de él, sin embargo no quitaba su interés en Baji ambos le eran tan interesantes, los quería con todo su pequeño corazón.

Seguían su camino los tres unidos, pasaban por distintas calles, ese día tenían que ir al parque cerca de la casa de Mikey.

Todo iba normal hasta que Iraira escucho sonidos de un callejón, como leves maullidos, el sonido de bolsas siendo movidas.

Se detuvo, soltó las manos de los azabaches, se acercó  a tan extraño callejón con botes de basura, tenía un olor fétido, le daba ganas de vomitar.

Vio como algo se movía cerca de unas bolsas, escucho detrás de ella como la llamaban, pero ella quería ver que era lo que se movía si estaba vivo.

Avanzo hasta el origen de los sonidos, movió con su bate las bolsas. Revelando a un minino pequeño, no podía tener menos de un mes, era de color crema.

Se sorprendió que hacía un gatito en la basura, y aún más si era tan bonito.

Se agachó a alzar lo, él  no demostró ninguna lucha a sus acciones. Se voltio enseñando la pequeña criatura entre sus delicados brazos.

— Alguien boto un gatito, eso lo vuelve gratis. ¿No? — ladeo su cabeza frente a los chico, vio como Baji  sonrió al ver al gato entre su manos, Kazutora en cambio lo miró triste, sabía el cruel destino que tendría ese animal si nadie lo ayudaba.

— Si, como dice mi mamá, si no tiene collar es un gatito libre, puede ser nuestro. — exclamó feliz el ojicastaño acariciando las orejas del minino, podía oler mal pero era un gatito de todas formas.

— ¿Quién podría haber sido tan cruel de abandonar lo? — susurró Kazutora acercándose a sus amigos viendo como ambos tocaban al animal.

— ¡Y si nos lo robamos de aquí y se vuelve nuestra mascota! — gritó alegre la castaña alzando más alto al gato mientras saltaban poco.