Heavenly Jewel Change (5)

Capítulo 302 Reino Animus (3)

Capítulo 302 Reino Animus (3)

"Al principio, aún podíamos destruirlo cuando uníamos nuestras fuerzas. Sin embargo, ese Señor Infernal fue extremadamente astuto. Resultó que en realidad perforó un agujero en el suelo de su reino y se escondió allí para que nuestros antepasados no pudiesen encontrarlo por un tiempo muy largo. Cuando fue encontrado nuevamente, se había vuelto mucho más fuerte, tan fuerte como Fen Tian a quien enfrentaste previamente. En ese momento, no teníamos el Atributo Santo por lo que la Emperatriz Elfa anterior se quemó en cenizas para debilitarlo. Incluso entonces, no pudieron matarlo. El Emperador Dragón, por otro lado, combinó fuerzas con el resto de las potencias de la Tribu Dragón para establecer un sello y lo selló con extrema dificultad para que ya no pudiese absorber más enemistad del mundo exterior."

Después de escucharlo, Zhou Weiqing dejó escapar un suspiro de alivio. Sin embargo, una expresión triste y desconsolada apareció repentinamente en la cara de la Emperatriz Elfa: "Es precisamente debido a esa batalla que nuestras Tribus Elfa y Dragón estaban gravemente heridas y nuestras fuerzas más poderosas habían sido todas sacrificadas en esa batalla. A su vez, eso aceleró el proceso de ustedes, los seres humanos tomando el control de este mundo."

Zhou Weiqing intervino, "Si ese es el caso, entonces el Señor Infernal que fue sellado debería ser muy débil, ¿no? Como no podía absorber más la enemistad del mundo exterior, no había forma de que se volviese aún más fuerte. Entonces, ¿qué está pasando realmente?"

La Emperatriz Elfa dejó escapar una sonrisa amarga, "Bueno, de hecho fue así en el comienzo. Ya no podía aumentar su fuerza por sí mismo, y también pensamos que podríamos mantenerlo sellado para siempre. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, las cosas comenzaron a cambiar. No tenemos idea de cómo lo hizo el Señor Infernal, pero de alguna manera, logró taladrar un pequeño agujero en el sello y absorbió la enemistad con cuidado desde mundo exterior. Cuando el Emperador Dragón lo notó, ya lo había hecho mucho tiempo y se volvió mucho más fuerte que antes. Abandonado y sin otras opciones, el Emperador Dragón solo podía reforzar el sello en repetidas ocasiones. Sin embargo, si el Señor Infernal pudo romper el sello la primera vez, sin duda habría una segunda vez. Si lo adivino correctamente, cuando rompió el sello por segunda vez, fue incluso más cuidadoso que la primera vez e incluso logró contactar al Infierno Rojo Sangriento para aumentar los agravios en el mundo exterior. No solo eso, fue el Infierno Rojo Sangriento quien ayudó a dirigir al Reino Infernal. Finalmente hizo su primer movimiento cuando se volvió lo suficientemente fuerte, y esta vez, ya era demasiado tarde cuando lo notamos."

"La Energía de la Destrucción que se forma por emociones negativas se ha fortalecido para llegar a ser tan poderosa como la Etapa Cambio Celestial a través de la constante purificación del Señor Infernal. Es un nivel que ni siquiera tu Energía Santa podrá atravesar. Ahora, yo solo espero que con la ayuda de tu Energía Santa, podamos sellar por completo el Reino Infernal. De esa forma, solo necesitarás infundir algo de Energía Santa pura de vez en cuando para evitar que se vuelva más fuerte. Aunque esa es solo una solución temporal, ¡es la única forma que tenemos ahora!"

Zhou Weiqing asintió con la cabeza en silencio. Incluso la Tribu Dragón y Elfa que eran tan poderosas tenían las manos atadas cuando se enfrentaban con el Señor Infernal. Uno podría imaginarse lo poderoso que era. Sin embargo, eso no significa que no hubiese otra forma de tratar con él. Por lo menos, la solución temporal permitiría que este mundo continuase existiendo en paz.

Hui Yao y Duo Si continuaron avanzando hacia el profundo abismo. De vez en cuando, Hui Yao arrojaba bolas de fuego para iluminar el camino por delante. Ese abismo parecía no tener fin en lo absoluto. Ellos ya habían volado por más de 15 minutos con su velocidad de vuelo actual y estaban por lo menos a cincuenta kilómetros. Aun así, no había señales de que estuviesen por llegar a su destino.