La Voluntad Del Alfa

Capitulo 2

Ohm al ver qué Fluke había cambiado hizo lo mismo, ahora ambos estaban frente al otro completamente desnudos, lo cual por lo general no era un problema para los cambia formas pero si para el castaño, que en esos momentos hacia todo lo posible para cubrirse, mientras que su acompañante no hizo ningún ademán para taparse, estaba allí parado mostrándose en toda su esplendorosa gloria, su pene estaba firme y estába apuntando hacia él sin ningún pudor, lo cual hizo que las mejillas del castaño se tiñeran de rojo y volteara su mirada en otra dirección.

-¡Huiste!- dijo Ohm por fin rompiendo el silencio.

Fluke párpadeo dos veces antes de mirarlo y responder: -Tenia que irme, no podía quedarme allí... no puedes... No puedes haberme elegido a mi, debes volver allá y escoger a una omega.

Antes esas palabras el pelinegro gruño molesto -No me gusta que me digan que es lo que tengo que hacer, Fluke... Es mejor que vayas entendiendo que yo no tengo la intención de elegir a alguien más, tu eres el elegido, eres mi compañero.

Adelantó sus pasos queriendo acercarse al castaño, quien retrocedió rápidamente, este estaba asustado del brillo que podía ver en los ojos del alfa, en ellos se podía ver la advertencia de que no tenía escapatoria, pero el no estaba dispuesto a entregarse voluntariamente a él, si de verdad era el elegido tendría que luchar y pelear porque lo aceptará.

El hombre dio otro paso adelante y Fluke un paso atrás, el omega estaba asustado y por eso miraba a su alrededor buscando una vía de escape, tenía que huir, en esos momentos eso era lo único que podía hacer, estaba seguro que no no podría cambiar con la suficiente rapidez para que Ohm no lo atrapará, lo haría en un instante, pero tenía que correr, no podía quedarse allí, no podía dejar que lo reclamará como suyo.

El castaño miro a los ojos del alfa, el cual negó con su cabeza leyendo sus intenciones, dio otro paso hacia adelante y Fluke en vez de retroceder vio su oportunidad y salió corriendo, corrió a través de los árboles haciendo el mayor esfuerzo que podia, a pesar de que se estaba lastimando las plantas de sus pies, pero su cuerpo aún estaba agotado de la carrera que había hecho anteriormente, no importaba cuánto corriera sentía que no iba lo suficiente rápido como para escapar.

Y tenía razón, pues no paso mucho tiempo para que Ohm lo atrapará, lo agarro del brazo y lo encerró entre su cuerpo y el tronco de un árbol, los dos solo se miraron a los ojos recobrando el aliento por el esfuerzo físico que habían hecho, Fluke podía sentir esa fuerza que tenían los alfas para doblegar a las presas con su aura dominante, estaba tratando de llevarlo a la sumisión, pero eso no iba a suceder, gracias a su parte humana podia resistirse aunque su lobo interior ya estuviera bajando las orejas muerto de miedo.

Así que aprovechando que estaba con la guardia baja el castaño aprovecho para darle un puñetazo en la garganta, dejándolo momentáneamente sin aliento, lo cual hizo que aflojara su agarre y le diera la oportunidad de salir corriendo nuevamente.

El quería cambiar pero no podía hacerlo, eso solo lo relentizaria y en su forma de lobo sería más fácil ser sometido a la voluntad del alfa, pasará lo que pasará debía mantener su forma humana, de esa manera corria menos peligro de ser devuelto a la manada.

Estaba corriendo hacia el bosque, ya que si lo hacía para la dirección donde estaba la manada habían más posibilidades que se encontrará con algún miembro de ella y ayudarán al alfa a atraparlo, la verdad no tenía ni idea hacia donde estaba corriendo, lo único que pasaba por su mente era que tenía que poner la mayor distancia posible porque era cuestión de tiempo de que Ohm le diera alcance nuevamente.

Ya podía oír a lo lejos las pisadas de su perseguidor, tarde o temprano lo alcanzaría nuevamente y lo reclamaría, no habría vuelta atrás, podía pelear todo lo que quisiera con él, pero al final su fuerza no era suficiente para oponersele, no era rival, le dolía admitirlo pero esa era su realidad, tampoco podía negar que su lobo ya se había rendido, su animal interior quería ser el compañero del alfa, su parte humana era la que seguía negando lo evidente.