Capitulo 3

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Ohm al ver esa clara invitación a continuar, no perdió tiempo y alineo su pene en su palpitante entrada que esperaba por su intromisión desde hace varios minutos, ya Fluke no podia seguir negandose a que lo reclamaran, una parte de el siempre estuvo esperando a que algo asi sucediera, quizás era su parte animal la que que no había perdido la esperanza de algún dia ser reclamado por un alfa, tampoco podia negar que su parte humana tambien siempre quiso encontrar un lugar al cual pertenecer y por eso quería irse de la manada, pero al parecer eso no estaba sucediendo ya que alli entre los brazos del moreno se dio cuenta que pertenecia a ellos, que debía de estar con él, ese era su destino.

Las embestidas del imponente alfa no habían parado, lo estaba haciendo a un ritmo que lo estaba volviendo loco, aparte de que no había dejado de acariciarlo en ningún momento, estaba siendo un poco mas suave de lo que había pensado que seria, por lo cual no pudo soportar mas y llego a su climax, momento que aprovecho Ohm para hundir sus dientes en su cuello, marcandolo como suyo, esa mordida nunca sanaría por completo , estaría siempre en ese cuello para que todos vieran a quien pertenecia, los cambia formas eran muy posesivos con sus parejas y por eso no entendía cuando a veces algunos de ellos dejaban que otros estuvieran con sus omegas.

Fluke tambien debía marcarlo como suyo, pero no lo hizo, en su mente no sentía que era correcto hacerlo, aun no sentía a Ohm como suyo, el alfa no dijo nada, en lugar de eso rodó sobre su espalda acostándose a su lado, recuperándose de su orgasmo, cuando estuvo lo suficiente conciente lo tomo de la cintura y lo tumbo encima suyo, lo cual para el no se sentía bien, se sentía incómodo por lo que trato de apartarse, pero este no lo dejo ir.

-¿Donde crees que vas?- pregunto el alfa.

-Yoo...- No sabía que contestar, solo quería alejarse y por eso dijo lo primero que se le vino a la cabeza -Solo necesito orinar.

Ohm lo miro con sospecha, pero igual lo soltó, se levantó y comenzó a caminar hacia un árbol, no era como si de verdad quisiera soltar sus fluidos, solo quería espacio para que su cabeza procesará lo que acababa de pasar, mientras más se alejaba su cerebro más recobraba lucidez y le gritaba que esa era su oportunidad, que debía escapar, sin darse cuenta comenzó a cambiar a su forma de lobo estaba listo para correr nuevamente, no sabía si valía la pena huir, ya que estaba seguro que Ohm estaba en alerta y no lo dejaría escapar... Ya lo había marcado.

-¿Porque cambiaste?, ¿A dónde vas?- pregunto el alfa saliendo de la parte de atrás de otro árbol.

Estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta que se había movido desde donde lo había dejado, había sido tan sigiloso... Sin embargo, no respondió... Cómo lo iba hacer si estaba en su forma de lobo, así que solo le dio un resoplido mostrándole su descontento de que siguiera deteniendo sus planes de huida.

-¿Sabes que no tiene sentido correr verdad?- le pregunto nuevamente Ohm mientras le acariciaba su pelaje color chocolate -No existe lugar al que puedas correr, siempre te encontraré y ahora que te reclamé nunca te dejare ir, ¡Eres mío Fluke!

El Omega solo movió su cabeza en modo de negación mientras le enseñaba sus dientes en medio de un gruñido, haciéndole saber nuevamente que no estaba de acuerdo con esa declaración, pero Ohm en vez de molestarse solo sonrió y sería un mentiroso si negaba que esa sonrisa no lo había afectado, ese alfa tenía esa clase de sonrisas que te dejaba cautivado nada más la veías y cuando la sentía dedicada solo a él sentía que sus piernas se volvían gelatina.

Ohm volvió a pasar la mano por su cabeza -Vámonos a casa- le ordenó mientras comenzaba su propia transformación.

La cual observó embelesado, la forma en que cada uno de sus huesos comenzaron a reordenarse para dejarlo en su forma de lobo fue completamente fascinante, se acercó a su cuello y comenzó a frotarse de manera insistente, estaba dejando su olor, esa era otra forma de marcarlo, de decir a quien le pertenecía y que no estaba dispuesto a dejarlo ir, así que sin más le dio un gruñido y le hizo señas para que lo siguiera.

La Voluntad Del AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora