5) Un día de trabajo

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Aclaraciones:
► Gustabo y Volkov son pareja.

La parejita se encontraba en la sala de descanso de comisaria, ambos tomando su café mañanero, eran las 8am, hace un rato había arrancado su turno. De un momento a otro entró una persona muy llamativa para romper esa hermosa burbuja que tenían ambos.

—¿Que pasa perlaas?— dijo Horacio alargando la última vocal.

—Hola Horacios.— dijo Gustabo acostado en el hombro de Volkov acariciando al recién nombrado.

—Priviet.— dijo Viktor con sus ojos cerrados al sentir las caricias de su pareja en su pelo.

—Gusnabo levántate que tenemos que ir a hacer 10-33 [Patrullar]— decía el de cresta bebiendo su taza de té.

—¿Que dices?— dijo el ruso frunciendo el ceño al escuchar lo recién nombrado.

—Uy, le había dicho a Viktor que lo ayudaría con el papeleo, pero no creo que le moleste si salgo, no es así?— dijo el rubio sonriendo nerviosamente.

—Claro que sí me molesta, hoy eras mío.— dijo el peliplata mirándolo seriamente.

—Ya, bueno perla otro día patrullamos.— dijo Gustabo sonriendo levemente, la verdad es que a él no le importaba si iba con Viktor o Horacio, con los dos la pasaba bien.

—¿Gus me ayudas con las denuncias?— se escuchó otra voz desde la puerta, esta provenía del barbas, Greco apareció con una bolsa de tortitas.

—No.— dijeron Horacio y Viktor al mismo tiempo.

—Hey que es mío.— dijo Volkov mientras lo abrazaba de la cintura y lo colocaba sobre su regazo, enterrando su cara en su cuello. Haciendo soltar una risita al menor.

—Gusnaaaboo.— se quejaba Horacio tal y como un niño.

—Otro día perla, hoy estoy con Viktor.— dijo Gustabo sonriendo al sentir como el ruso refregaba su cara en su cuello. 'como un gato' pensó.

—¿Y yo? Claro como los ayudé, ahora me desechan,  ¿No?— dijo Greco poniendo su rostro fruncido —Viktor Volkov estuve contigo 3 días seguidos, viéndote llorar porque no te animabas a declararte. Y tu Gustabo García, chillando todos los días porque el ruso de los cojones no te daba ni la hora, y ahora que joder, no me acompañas con las denuncias. En fin así se conocen a las personas, no se preocupen.— colocó su mano en su pecho.

—Jooder don dramas te dicen Greco, te juro que mañana te ayudo.— dijo Gustabo sonriendo abrazando a Volkov.

—Ah, a él lo ayudas mañana ¿Y a mi cuando?— decía Horacio cruzándose de brazos.

—Pues pued..— hablaba el rubio siendo interrumpido por Viktor.

—Que os jodan a todos, yo me lo llevo.— dijo el ruso agarrando a Gustabo firmemente de sus muslos, quien enrosco sus piernas en su cuerpo, saliendo directo hacia su despacho, seguido de gritos de parte de Greco y Horacio.

—¿Qué sucede aquí? Gustabo ven a ayudarme con el reporte de la nueva mafia. Comentó esta vez Conway apareciendo por el pasillo.

—Jodase viejo.— dijo Volkov mientras cerraba con llave la puerta de su despacho.

—Joder, todos querían a Gustabo hoy o que.— dijo Greco fuera del despacho del peligris.

—Hola chicos, ¿Han visto a Gustabo?— preguntó el alumno Yuu.

—¡NO!— gritaron Greco, Horacio y Conway al mismo tiempo.

—Yo llegue primero.— decía Horacio parándose enfrente de la puerta.

—Yo segundo, viejo respete la fila.— comentó Greco ganándose detrás del de cresta.

—Quitense capullos es mi hijo.— dijo Jack arqueando una ceja. Los tres comenzaron a golpear la puerta con insistencia, Gustabo y Viktor aún seguían dándose mimos abrazados en la silla del mayor, estaban cansandose de todo el ruido que creaban los demás.

—Voy a tener que salir con ellos.— decía Gustabo suspirando.

—No, tú eres mío.— murmuró el ruso enterrado en el cuello del menor.

Gusnaboo— Se escuchó la voz chillona del de cresta.

—Lo siento amor, pero voy a tener que salir.— decía pesadamente el rubio.

—Mmh no.— gruñó Volkov, abrazando con más fuerza al menor que intentaba pararse.

—Viktor te estás comportando como un niño.— dijo Gustabo riendo levemente.

—Eres mío.— habló Volkov finalizando el momento de mimos con un beso cariñoso antes de levantarse con el menor, y salir por la ventana directo a su patrulla "Putín" sin que los demás se den cuenta. Ambos riendo como adolescentes, escapando como prófugos, manejando en dirección a las montañas, cortando la comunicación con la malla, desactivando ubicación e radios. Luego trabajarían..

—Te amo.— murmuró Gustabo mirando la cara relajada del peligris.

—Te amo más.— dijo el ruso acostado en las piernas del menor.

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One-shot | VolkaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora