One-shot | Volkabo

29) Borracho

Aclaraciones:
► Gustabo y Viktor habían tenido un desliz hace algunos meses.
► Jack y Gustabo son padre e hijo.

Gustabo se encontraba riendo a carcajadas por sus propias imágenes mentales, llevaba seis horas bebiendo como condenado en aquel bar; Horacio lo acompañaba a su lado soltando risas al escuchar las ocurrencias de su compañero, Emilio negaba con una sonrisa al verlos joder como críos, Pablito miraba fijamente el tequila frente a él con una mini sonrisa, Greco cantaba a todo pulmón junto a Torrente e Ivanov, Jack estaba observando todo desde un costado meciendo su whisky de lado a lado, se notaba que todos estaban cómodos en aquel ambiente, menos un ruso que estaba apoyado sobre la pared lateral, observaba con detenimiento las expresiones del rubio.

—Gus, son las 5 de la mañana, debemos irnos a dormir.— dijo Horacio luego de mirar de reojo el reloj que colgaba sobre el inicio de la barra.

—Que maañana me caso cooño.. Déjame ceelebraar.— dijo alargando las palabras, haciendo énfasis en la última oración.

—Bueno perla, quédate, pero tienes que llegar antes de las 7 porque si no tu futuro esposo vendrá enfadadísimo.— dijo el de crestas besando la cabeza del rubio para después despedirse de los demás que también, poco a poco se iban despidiendo.

—Venga nenaza, tengo que llevarte a tu hogar.— dijo Conway acercándose a su hijo, arqueando una ceja al ver todavía al ruso en aquella pared, pero no dijo nada.

—Noo papu, tengo que bebeer.— soltó una risa mirando al hombre que estaba detrás de la barra, era un morocho bastante musculoso —Guapoo ponme un vodka más por favoor.— dijo alzando un dedo al pedirlo.

—No le hagas caso chico, ves como está este chico.— Conway sonrió negando con la cabeza levemente.

—Superintendente, no se preocupe, yo acerco a su hijo a su casa.— habló Volkov por primera vez en la noche.

—¿Mmh?— soltó un sonido de confusión —No te preocupes rusky, yo puedo con mi crío.— el mayor sabía de su anterior aventura, no estaba en contra, es más prefería que Gustabo esté con el ruso que con el actual teniente.

—Conway...— habló con voz más baja mirando al nombrado.

Bufó molesto al entender lo que el ruso quería hacer —Vale, pero como te llegues a aprovechar de él o algo por el estilo, dile adiós a la luz del sol porque en tu puta vida la volverás a ver.— amenazó frunciendo el ceño.

—¿Cree que sería capaz?— preguntó ligeramente ofendido.

—No sé cuando has tomado tú, pero este crío ahora mismo no existe en este planeta.— dijo Conway moviendo con un dedo a Gustabo quien rápidamente se tambaleó cayendo al estar perdido en su mente —¡Ostia puta Gustabín!— habló alterado al sostenerlo sobre los hombros para lograr más estabilidad en su cuerpo —Lo ves.—

—No se preocupe Conway, a comparación de Gustabo que bebió 17 vodkas, 6 cuba libres y 2 gin tonic's, yo solamente bebí 3 vodkas y 2 whiskys.— habló negando con la cabeza divertido.

—¿¡17 vodkas!?— preguntó en un grito el superintendente, mirando horrorizado el rubio que reía al girar sobre su silla.

—Lo puedo confirmar yo, señor.— habló el hombre de la barra —Solamente que no contó las 3 caipirinhas.—

—Joder no entiendo como este crío esta vivo.— pasó su mano con su frente —Bueno, cuida a mi niño, iré a ver a mi mujer.—

—Maandale saludos a Caroliinaa.— habló el rubio al ver irse a su padre, desde hace tiempo había olvidado que el ruso seguía ahí, así que simplemente se levantó de su asiento, le guiñó un ojo al barman y comenzó a caminar «lo mas derecho que podía» hacia la salida.