One-shot | Volkabo

30) Superintendente

Aclaraciones:
► Omegaverse; Gustabo omega, Viktor alfa.
► Viktor superintendente, Gustabo inspector jefe.
► Gustabo tiene un hijo de 6 meses.

De nuevo aquellos rumores recorrían de boca en boca, el rubio simplemente ignoraba cada comentario que recibía indirectamente.

«Le chupa la polla al superintendente para que le deje retirarse antes.»

«Es la puta del super Volkov.»

«Se anda resfregando en su entrepierna para obtener beneficios.»

«Puta como buen omega que es.»

Y miles de comentarios así.. El menor sonreía al final del día al saber que todo aquello no era así, sabía que lo hacía con un propósito y que nunca se arrepentiría de escuchar aquellas palabras erróneas si gracias a ello mantenía a su cachorro lejos de la milicia.

Gustabo se encontraba cambiándose en los vestuarios, siempre esperaba hasta el último momento para entrar a colocarse sus prendas, ya que no quería que observaran la enorme cicatriz que decoraba su abdomen, no lo malentiendan, amaba a su cachorro y jamás lo negaría, pero si puede hacer que el menor grupo de personas se entere de él, mejor.

Soltó un pequeño brinco al escuchar la puerta ser abierta y rápidamente se colocó la remera mostrando una cara de pánico, relajándose al ver que se trataba de su superior.

—García.— saludó asintiendo levemente el ruso.

—Superintendente.— sonrió tranquilo.

—Hoy sales a las 17.— habló comenzando a sacarse la camisa «que se encontraba agujereada por balas del reciente tiroteo» para colocarse una nueva, ignorando totalmente la mirada descarada del menor.

—Está equivocado, salgo a las 19.— dijo luego de salir de su lapsus mental, sabía que su lobo estaba en busca de cariño y calor de un alfa, pero el rubio estaba totalmente negado a entregar su corazón nuevamente.

—Dije que sales a las 17, ¿Vale?— habló el ruso con calma girandose a su lado, abotonando la nueva camisa.

—10-4, muchas gracias superintendente.— dijo agachando la mirada al chocar con la suya.

—Mandale besos a Liam.— dijo Volkov con una pequeña sonrisa antes de volver por su propio camino.

—Vale..— soltó todo el aire retenido al verlo irse, no entendía porque el mayor era tan apiadado con él, pero estaba muy agradecido por ello.

(...)

Eran las 16:50 y Gustabo por ordenes de su jefe, se adentró a comisaria dirigiendo sus pasos al vestuario, siendo interrumpido por voces que provenían desde dentro. Él nunca se consideró chismoso ni mucho menos, pero el uso de su nombre en aquella conversación lo intrigó, y como cualquier vieja chismosa de apegó a la puerta intentando escuchar con atención.

—¿En serio piensas que Gustabo García llegó a Inspector jefe por simple papeleo y patrullaje? Si es así, estas equivocado amigo.— hablaba Brown con el nuevo alumno, había llegado hace tres días con una cresta llamativa y varios coloretes en el rostro.

—¿Y e-entonces como logró llegar a ese cargo?— preguntó el de crestas confundido.

—Pues fácil, haciéndole mamadas diarias al superintendente.— dijo el alfa con egocentrismo.

—Yo.. Yo podría hacer lo mismo, ¿Cierto?— habló el alumno alzando una ceja.

—Pues, no estaría mal intentarlo.— río Brown.