One-shot | Volkabo

35) Ex's II

Aclaraciones:
►Parte 2 del one-shot número 28.
►Alerta mucho texto.

Luego de aquel beso en el ático, ninguno de los dos había querido comentar nada, simplemente se vieron, se abrazaron y cada uno siguió su camino. El ruso tenía su cabeza maquinando 16 horas al día, pues las otras 8 dormía; En cambio Gustabo estaba pensando en como decirle a su madre que él en verdad no quería a Jack de la manera en la que ella creía.

—Gus amor, Richard y Jack ya están aquí, baja a cenar.— Y se había olvidado de ese pequeño detalle, hoy era domingo, el día de la cena familiar. Soltando un suspiro a la vez que pateaba su almohada se dispuso a bajar las escaleras poniendo su mejor cara para que el pelinegro no le atormente con preguntas con un tono sarcástico que jamás respondería.

—Pero mire a quién tenemos aquí, Gustabín. ¿Estabas durmiendo bebé?— le dijo Jack con un tono burlón.

—Hola Jack, y no, no estaba durmiendo.— utilizó toda su fuerza de voluntad para no rodar los ojos al escucharlo.

—Hola Gus ¿Cómo estás?— dijo su padrastro con su típica buena energía. El rubio recordó que él no tenía la culpa de nada, todo esto era una absurda conspiración de Jack con su madre.

—Hola Richard, todo bien ¿Y usted?— sonrió de la misma manera que el hombre, amable.

—Todo perfectamente, gracias por preguntar.— guiñó un ojo sonriendo.

—Vengan a la mesa, ya mismo sirvo la pasta.— avisó Jessica desde la cocina.

Gustabo suspiró y tomó asiento en el mismo lugar de siempre, siendo rápidamente acompañado por el pelinegro joven que tomó asiento a un lado suyo. Ya se había acostumbrado a la presencia del mayor «por cuatro meses», despues de todo hace casi 2 años que estaban en "pareja"; Su relacíon se basaba en el pelinegro robandole besos y acariciandolo, él rara vez había tenido la iniciativa, por no decir nunca.

—¿Qué tal la escuela niños?— preguntó Richard mientras le sonreía a la única mujer de la casa.

—Papá tenemos 18 años.— Jack rodó los ojos ante el apodo y a la tan utilizada pregunta de su progenitor.

—Bastante bien señor, si todo marcha bien este sería nuestro último año.— comentó Gustabo revolviendo su comida mientras pensaba en todo y a la vez en nada.

—Correcto Gus ¿Sabes que harás luego de terminar la escuela?— preguntó interesado en la respuesta del rubio.

—Sonará muy raro pero... Quiero ser policía.— dijo alzando suavemente los hombros, ni a su madre le había comentado aquello, solamente al ruso que lo conocía como la palma de su mano.

—¡Oh! Que sorpresa, no me lo esperaba para nada, pero bienvenido serás en mi departamento.— abrió los ojos sorprendido con la respuesta del chico.

—Lo que pasa es que Gustabín sabe que yo seré el próximo Superintendente de esta ciudad y quiere mantenerse a mi lado como una buena esposa.— Jack guiñó el ojo en dirección al menor.

—Antes de quitarme el puesto procura aprobar todas las materias que aún debes de años anteriores señorito.— habló alzando una ceja el mayor de los Conway.

—Ya, ya, lo sé.— bufó enojado.

—Pero Jack tiene razón amor, mi Gustabo va a acompañarlo a toda costa, es una persona muy leal y más por el amor que siente por Jack.— sonrió Jessica, encantada por el ambiente que había en su casa, para nada comparado a cuando estaba ella con su hijo a solas.

Gustabo observaba fijamente su plato sin tocar mientras su garganta se cerraba más y más. Su madre aún seguía llenando el nivel de ego que tenía el pelinegro, pensaba en ¿Cuando había caído antes las súplicas de su madre? Pobre mujer pensaba que si su hijo no salía en una relación con el hijo de su actual pareja, él se iría de su vida, y por su propia felicidad se la arrebató a su hijo.