31) Ayudante II

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Aclaraciones:
► Parte 2 del one-shot número 24.

—Venga, y así queda totalmente satisfecho.— hablaba Gustabo a la vez que terminaba de limpiarle la boca a Lucas, ya que se habia ensuciado con puré de zapallo.

A un lado suyo, Viktor lo miraba fijamente, amaba ver como el rubio «en estas últimas semanas» trataba a su hijo, se había convertido en la mejor vista para él.

—¿Viktor? ¿Me escuchas?— sonrió divertido el rubio, era la tercera vez que lo enganchaba anonadado.

—S-si, dime.— agitó la cabeza de lado a lado para volver a enfocar sus pensamientos.

—¿No tienes trabajo?— preguntó alzando una ceja.

El ruso bufó cansado, no quería salir de su lugar al que ahora consideraba hogar —Podría... Quizás.. Pedir el día.— murmuró mirando hacia otro lado.

—Vik, hace 6 días que no trabajas.— soltó una risita —Vé, nosotros te esperaremos con la cena lista.—

—Venga, voy a darme una ducha.— suspiró el peligris levantándose de la silla para dejar un beso en la frente de cada uno.

Una vez el más alto se fue, Gustabo miró al niño de ojos grises y sonrió contento, desde que conocía a padre e hijo Volkov no dejaba de hacerlo, sonreía con cada pequeño detalle; aún quería más, quería llegar a algún lado con Viktor, eran muchas miradas y pequeños roces, pero luego de aquel beso no había sucedido nada y siquiera habían hablado del tema.

—Luc, ¿Qué te parece si llevamos a papi a una cena romántica?— preguntó en un tono de voz bajito para que el ruso no le escuche ni de casualidad.

El bebé solamente comenzó a balbucear palabras inexistentes, que el rubio las tomó como un sí.

—Vale, tu padre no es mucho de restaurantes lujosos, así que opción descartada.— negó a la vez que acomodaba al menor en sus brazos —Quizá una cena aquí en casa.. Lo veo muy típico.— suspiró cerrando los ojos —¡Ya!, lo tengo.— sonrió orgulloso al procesar su idea, y rápidamente se dirigió corriendo hacia la despensa, debía verificar que tenía todos los ingredientes.

Luego de bañarse, el ruso se cambió rápidamente y despidiéndose sutilmente «ya que Gustabo estaba ocupado haciendo quien sabe qué», se dirigió hacia comisaria, luego de una semana de descanso volvía a aquel infierno.

—¿Que tal Volkov?— preguntó Michelle al entrar y verlo acomodándose su chaleco antes de coger unas llaves para su patrulla.

—Michelle, que sorpresa verte por aquí.— habló sorprendido, ya que ella se dedicaba a asuntos internos y nunca paseaba por comisaria.

—Ya, no debería estar aquí, pero un amigo me mandó a hacer un recado. Por cierto, esto es para tí.— sonrió divertida al extenderle una carta.

—¿Para mí?— alzó una ceja confundido, sin tomar dicha carta.

—Un amor secreto te ha enviado esto.— dijo señalandole la carta con el mentón.

—Ah, pues entonces quiero rechazarla, tú sabes que estoy enamorado de Gu...— hablaba negando con la cabeza siendo interrumpido de inmediato por la pelirroja.

—Coge la puta carta gilipollas.— alzó la voz poniéndose seria.

—Sí Michelle, gracias.— acató de inmediato la orden.

—Ahora sí, hombres siempre teniéndoles que insistir.— refunfuño por lo bajo, dando vuelta su camino hacia fuera de comisaria.

Viktor miró atentamente la carta, pensó en tirarla pero un pequeño detalle lo hizo ir corriendo a su oficina a abrir dicha carta. Él conocía esa escritura, era de Gustabo.

One-shot | VolkaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora