36) El trato

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Aclaraciones:
►Gustabo líder de una mafia.
►Viktor comisario y alto cargo en el cni.

Un escalosfrío le recorrió por la espalda al pararse frente al lugar en donde había sido citado.

—Jefe si quiere que entremos con usted..— hablaba Culebra nervioso al dejar entrar al rubio sólo.

—No te preocupes mi niño, voy a estar bien.— sonrió cálido junto a su respuesta el mayor, vestido elegantemente por un traje de marca «como todos los de la banda».

—Cualquier cosa me llamas Wilson.— habló Nadando en su típico tono serio, aunque salía a flote su nerviosismo al ver como movía de arriba hacia abajo la punta de su pie, logrando un tic incómodo a la audición de sus compañeros.

—Yes daddy.— le guiñó un ojo al más alto ganándose un carraspeo y seguramente un sonrojo detrás del pasamontañas.

—Si no sale' en meno' de tleinta minuto', entlamos a la fuelza.— habló otro encapuchado que se le escapaba un mechón rojo entre la capucha —Ya sabe' la flase.. Pico..—

—Picoleto muerto abono pa' mi huerto. Lo sé, lo sé.— interrumpió Gustabo —No se preocupen ya sé manejar a este hombre.—

—Pero wey no olvidemos que ese cabrón es el pinche perrito faldero de Conway.— habló Diablo levantando levemente su arma para apuntar hacia la puerta.

—Yo diría que es más perro mío que de Conway.— pasó su lengua por los labios sonriendo satisfecho al decirlo.

De repente el sonido de un dispositivo moviéndose llamó la atención de todos, girando su cabeza hacia arriba vieron una cámara apuntando directamente a Gustabo.

—García no era necesario traer la banda entera.— se escuchó una voz por dicho dispositivo haciendo sonreír pícaro al rubio.

—Para nada, ellos quisieron acompañarme pero no harán ni un sólo movimiento si es que no pasa nada extraño, claramente.— explicó moviendo sus manos suavemente.

—Entra sólo tú.— advirtió antes de que se dejara de mostrar la luz roja que indicaba que observaba la escena.

—¿Estás seguro honney? ¿Qué nos dará de bueno seguir unidos con este tipo? Yo creo que perdemos más de lo que ganamos, pero lo que tú digas.— habló quien se había estado callado hasta ahora, el calavera observaba a su enamorado atentamente, confiando en él con los ojos cerrados.

—Claro amor, ya verás que cantidades de cosas buenas vendrán, confía en mí.— comentó dejando un beso en el mentón del nombrado, quien había optado por subir un poco la capucha para poder besar los labios del rubio antes de dejarlo entrar, cosa que aprovechó en aquel momento.

Se escucho un carraspeo desde la puerta indicando que ya iba a abrir, haciendo que el calavera muerda levemente el labio del rubio, queriendo marcar territorio antes de soltarlo.

—Lo siento, lo siento voy.— comentó Garcia limpiándose los labios al sentirlos mojados.

Entró lentamente viendo la seña de sus compañeros. Bien, tenía 30 minutos para saber que coño quería este tipo con él y a qué podría llegar, quizás algunos beneficios de algunas zonas o hacer la vista gorda con algunos encargos pero debía de saber que tendría que entregar él a cambio de esos beneficios.

—Viktor Volkov, mi comisario de confianza, dime porqué he tenido el hermoso placer de ser invitado a este divino sofá.— habló sarcástico el rubio al verlo vestido tan armoniosamente con su pantalon cargo y su remera negra manga larga ajustada. Que bien le quedaba esa ropa al jodido ruso.

—Gustabo García, mi mafioso favorito, necesitamos hablar de unos puntos claves.— habló siguiendo su juego a la vez que observaba «de igual manera que el menor» centímetro a centímetro el cuerpo que se encontraba a unos metros de él.

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⏰ Última actualización: Oct 31, 2023 ⏰

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One-shot | VolkaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora