14) Días complicados

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Aclaraciones:
► Gustabo y Viktor son pareja.
► Conway es padre de Gustabo.
► Omegaverse.

Soltando un suspiro se levantó del sofá por cuarta vez en la noche, caminando automáticamente hacia la habitación principal, en donde se encontraba su pareja quejándose dormido. Se preguntarán ¿Por qué Viktor duerme en el sofá, y no con Gustabo en la habitación?, pues la respuesta es sencilla, el rubio llevaba tres meses de embarazo, la última consulta el doctor muerte le advirtió de que probablemente comience a tener otras maneras de actuar, pero nunca le advirtió que estaría mucho más agresivo y sensible que nunca.
Hace dos semanas dormía en aquella sala siendo acompañado por su pequeña gata llamada Mika, la razón es porque Gustabo se movía mucho y necesitaba más espacio en su cama para estar cómodo, así que sin pensarlo mucho tomó las cosas necesarias y se mudó hacia el salón.

Durante estas últimas 5 noche, su pareja se levantaba cada dos horas con dolores u incomodidades, por ello ahora mismo se encontraba atravesando el umbral de la habitación para verificar que todo estuviera correcto.

—Gus amor, ¿Estás bien? ¿Les duele algo?— dijo en un tono suave tratando de no asustar al más bajo.

—¿Mmh? ¿Viktor?— murmuró aún entredormido, abrazando a la almohada que tenía el aroma a Vodka impregnado.

—Te estabas quejando dulzura, ¿Está todo bien?— preguntó tratando de no sentirse celoso por una almohada.

—Oh... ¿Te desperté de nuevo?— le preguntó el rubio mientras sus ojos comenzaban a cristalizarse.

—No no mi amor, ya estaba despierto.— negó rápidamente, acariciando los rebeldes cabellos dorados.

—Umh, okey..— dijo no muy convencido de la respuesta, levantándose poco a poco para acomodarse en los brazos del ruso, quien lo recibió gustoso, acercando su rostro hacia el cuello del mayor para olfatear su aroma... frunciendo su nariz al no sentir nada —No hueles a nada.—

—Ah sí, lo que pasa es que me está por llegar el celo, lo siento bonito.— dijo dejando un casto beso en la cabellera rubia.

—¿Y eso que tiene que ver?— dijo el omega frunciendo su ceño.

—Sabes que si no tomo los supresores me llega más temprano el celo, y con mucha más intensidad.— dijo con una sonrisa tranquila.

—Pero... yo soy tu omega, no tienes porque contenerte.— dijo buscando la mirada grisácea de su pareja.

—Gus... ya hablamos de esto.— dijo recordando que fue uno de los motivos por el cual se fue a dormir al salón.

—Uhm.— murmuró enojado mientras se cruzaba de brazos —Entonces ¿Qué? ¿Cuándo te baje el celo, vas a ir a buscar otro omega?—

—Claro que no bebé, me encerraré en la habitación de invitados.— dijo con naturalidad acariciando el redondeado vientre del rubio.

—Tú no quieres pasarlo conmigo.— dijo con un puchero parando con las caricias del alfa, ganándose un gimoteo de su lobo que se estaba regorcijando con sus toques.

—Gus, es lo mejor para los dos, y lo sabes, no pasa nada sólo serán 2 días.— dijo el mayor quedándose en su lugar para no alterar al menor.

—No, ¿Sabes qué? Me iré con Greco.— dijo mientras se levantaba a hacer las maletas, siguiendo con su trabajo al escuchar un gruñido del peligris.

—Gus por favor.— decía Volkov siguiendo al rubio por toda la habitación.

—Tú no me quieres cerca, perfecto, me voy con Greco.— dijo una vez terminó de empacar varios conjuntos y alguna que otra camiseta del ruso, asegurándose sutilmente que aún contengan el aroma a Vodka en ellas.

—Gus...— murmuró tratando de atraer el cuerpo del menor al suyo.

—Nos vemos luego Viktor.— dijo saliendo del cuarto directo a la entrada principal, escuchando a su lobo lloriquear al escuchar el gruñido del mayor, pero sabía que no iba a hacer nada.

Luego de 3 días.

Viktor se encontraba ordenando su departamento, ya había pasado su celo y hoy tenía planeado ir a buscar a su familia.

—Priviet Greco.— dijo al llegar al lado del barbudo, rogando a que simplemente se haga a un lado y lo deje ir a buscar a su pareja.

—Ni priviet ni pollas Volkov, como vas a tratar a Gustabín así.— le reclamó poniéndose firme en la puerta sin dejarlo pasar.

—Rodriguez por favor..— suspiró mientras trataba de calmar a su lobo que le pedía arrancarle cada trocito de piel a Greco hasta que deje de oler a vainilla, a su omega.

—Respondeme Volkov.— dijo con el ceño fruncido.

—¿Sabes qué? Vete a tomar por culo.— gruñó antes de empujar el cuerpo del pelimarrón y adentrarse a la casa con calma. Sonriendo al encontrar a su pareja recostada en el sofá mientras sobaba su barriga, cada pizca de rabia que acumulaba su lobo, fue totalmente borrada al observar aquella imagen.

—¿Viktor?— preguntó Gustabo levantando su cabeza rápidamente, comenzando a llorar al verlo, esto hizo que el ruso se alterara y comience a dar pasos hacia su lugar, parando con aquello al ver como seguía llorando cada vez más fuerte, con un nudo en la garganta susurró un —Lo siento..— y se dirigió a la puerta para irse de la residencia del barbudo, viendo como este se estaba sosteniendo del umbral de la puerta mientras se sacudía la ropa y lo miraba con una expresión divertida.

Se subió a su coche comenzando a apretar el volante con fuerza, escuchando como su lobo interior chillaba y gruñia, no entendía porque Gustabo reaccionaba así, él realmente no había dicho nada.. solamente tenía miedo de lastimar a su cachorro por culpa de su celo. Puso el coche en marcha luego de sentir como pequeñas lágrimas bajaban de sus ojos, escuchando como golpeaban la ventanilla del lado del acompañante, dirigiendo una mirada enojada ya que pensaba que era Greco, cambiando a una sorprendida al ver a Gustabo con su valija, rápidamente bajo del coche para ayudar a subir al rubio, sacandole la lengua al barbudo en aquel proceso.

—Pensé que querías quedarte con él.— dijo luego de que ambos estén dentro del vehículo.

—Vamos a casa mi alfa.— dijo con una sonrisa colocando su mano sobre la de Volkov, siendo correspondido al instante.

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ay me entró algo en el ojo.🥺

One-shot | VolkaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora