One-shot | Volkabo

22) Ruso caliente

Aclaraciones:
► +18.
► Gustabo y Viktor son pareja.

En aquel sofá se encontraba Horacio llorando a todo pulmón por un nuevo amor frustrado, Gustabo trataba de calmar a su hermano mientras que Volkov miraba desinteresado la sala.

—Porque siempre me pasa lo mismo.— lloraba el del cresta, corriendo todo su maquillaje en el proceso.

—Horacio, ya te había dicho que Collins era un perraco.— dijo Gustabo frunciendo el ceño, alterandose al escuchar más llanto de parte de su amigo —Lo siento, lo siento.—

—Primero con Volkov, luego Ford, y ahora Collins.— gritó el de cresta ganándose una carcajada del ruso, quien agachó su cabeza al ver la mirada enfadada del rubio.

—Tranquilo perla, Ford y Collins no supieron apreciarte.— dijo Gustabo soltando un suspiro.

—¿¡Acaso Volkov si!?— gritó frustrado Pérez.

—Horacio ya sabes que a Gustabo no le gusta hablar de ese momento.— dijo Viktor acercándose a abrazar al rubio ya que sabía que esto le incomodaba, y lo entendía ¿Quién querría hablar de cuando se le declararon a tu pareja?

—Pero tú.. Fuiste malo conmigo.— lloriqueaba sin parar.

—¿Malo? ¿Yo? Horacio, Ford te dejó plantado y Collins te engañó.— bufó el ruso enterrando su cara en el cuello de Gustabo.

—P-pero.. ¡Te metiste con mi hermano!— gritó cerrando los ojos para seguir llorando.

—En mi defensa debo decir que me gustó desde el momento que pisaron comisaria, y Greco lo sabe ya que me vio babeando por Gustabo.— decía aún enterrado en su escondite.

—Bueno basta, Horacio ya pasó hace mucho tiempo, deja de quejarte por eso perla, ya llegará el indic- mgh~— jadeó al sentir las manos traviesas del ruso descender por su abdomen y su espalda. —Mmh, ya llegará el indicado a tu v-vida mi niño.—

—Pero, ¿Tú escuchaste toda la historia?— preguntó Horacio recostado en el sofá abrazando la almohada mientras sollozaba.

—N-no, cuent- mgh~, cuentamela.— dijo Gustabo mientras trataba de quitar las manos del mayor, quien sonreía coqueto.

—El día 30 de noviembre Ford me dijo de juntarnos para cenar y tener nuestra primera cita..— hablaba Horacio siguiendo con su extensa historia.

—Viktor.— susurró en reclamo el rubio.

—¿Que pasa bebé?— preguntó con una sonrisa, también en voz baja.

—Horacio nos va a ver, basta.— murmuró acomodándose al sentir como la mano de su pareja estaba sobre su ropa interior.

—Tranquilo, tú concéntrate en escucharle y no hacer ruidos.— dijo en su oído antes de comenzar a dejar besos por el cuello blanquecino que tanto amaba.

—... Yo ya estaba en el restaurante, ¿Y cuánto piensas que estuve? 4 horas Gustabo, 4 horas...— seguía contando su historia.

—No deberías.. D-de haber aguantado t-todas esas horas.— hablaba de vez en cuando mordiéndose el labio para no soltar ningún sonido, trataba de quitar al ruso de su lado.

—Gustabo, déjame tocarte.— susurró en su oreja, causándole un escalofrío; haciendo caso dejó que las manos heladas del más alto hagan lo quieran.

—Se sutil Viktor.— dijo antes de que comience a desabrochar su pantalón.

—No te preocupes mi amor.— besó con cariño su mejilla.

—Y Collins, ¿Te acuerdas lo que hizo Collins?— preguntó el de crestas haciendo movimientos bruscos.

—Sí H, recordamos lo de Collins, pero ¿Cómo había sido?— preguntó con "curiosidad" el de descendencia rusa.