- A ver, ésta es tu primera comida en México. Tiene que ser especial.
Luna y Matteo caminaban por las calles de Cancún tomados de la mano. Iban en dirección al restaurante o mejor dicho, puesto, favorito de Luna.
- Amore pero al menos dame una pista de lo que vamos a comer. ¿Es picante? Porque aquí a todo le ponen picante
El italiano hizo una pequeña mueca con los labios viéndose extremadamente adorable para su novia.
- Ay Matteo, es que sin picante no sabe. Shhh, no seas desesperado que ya vamos a llegar.
Minutos después ya se encontraban parados frente a un puesto de tacos, que según Luna eran los mejores en todo el mundo mundial.
- Chica delivery. - él chico llamó la atención de su novia mientras esperaban la comida que ella había ordenado. - Es que hay algo que todavía no entiendo bien, ¿qué es un taco?
Luna no aguantó más y soltó una carcajada, ¿era una broma? ¿Cómo alguien podría no saber eso? ¡Es muy sencillo!
- ¿Es broma, ¿verdad Matteo? - la mexicana puso una cara más seria al ver como su novio no estaba riéndose. Vaya, no era broma.
- Es que Luna, ¿como ponen carne dentro de la tortilla esa? La carne se come diferente. Además le ponen esa cosa picante sobre él y encima es de colores, ¿estás segura que sabe bueno?
- No lo puedo creer. - mordió su labio mirándolo cruzada de brazos. - ¿Nunca has comido tacos? ¿Jamás en tu vida? ¿Me estás diciendo que no conoces lo mejor que hay? Dios, tengo tanto por enseñarte. Ya verás que son deliciosos - Luna finalizó guiñandole un ojo y despeinando un poco el cabello de su chico.
Para suerte de ambos, que se encontraban hambrientos, sus órdenes estaban listas. Se sentaron en un banco cada uno y Luna puso salsa roja sobre su comida. Miró a su novio, el cual dudaba de como comenzar.
- Es fácil, amor. Mira - tomó la cuchara de la misma salsa poniéndola sobre la comida de su chico, sabía que iba a quejarse de lo picante que estaba, pero si no comía chile ¿realmente podía decir que estuvo en México? - ¡Están listos! Andale, prueba.
Matteo tragó saliva algo nervioso. Había leído que las salsas en México son muy picantes, ¿y si moría o algo? Tomó la tortilla entre sus manos y dio el primer bocado. Luna lo miraba expectante, ella amaba esa comida y haría que su novio también si o si.
- Está delicioso. - murmuró el italiano dando otro bocado y luego otro seguido de ese. - Lo siento por ti chica delivery, pero creo que estoy enamorado de esto. ¡Es increíble!
La mexicana soltó un grito de celebración seguido de una carcajada, sin importarle que la mayoría de personas volteran a mirarlos.
- ¡Ese es mi chico fresa!
Ambos rieron al mismo tiempo mientras pedían más órdenes de tacos. Sin duda esa primer comida en México fue muy especial.
Después de haber comido varias órdenes de tacos, decidieron dar un pequeño paseo en la arena, a la orilla de la playa pero sólo por los alrededores. Estaba comenzando a atardecer y además estaban cansados por el viaje, así que al otro día darían un verdadero recorrido por la ciudad.
- Bueno a ver, cuéntame algo, ¿dónde crees que estarías justo ahora, si tus padres no se hubieran mudado a Argentina?
- Mmm, yo creo que estaría aquí mismo en Cancún. Pero... todo sería totalmente diferente. No sabría nada de mi pasado, lo más probable es que siguiera trabajando con la generala, siendo inseparable con Simón. - volteó de reojo a mirar a su chico, el cual había puesto una pequeña mueca de celos. Amaba verlo celoso. - Pero lo más importante. - se detuvo poniéndose de pie frente a Matteo colocando una mano sobre su mejilla, brindando suaves caricias. - Nos hubiésemos conocido en el choque, pero no hubiéramos vuelto a saber del otro.
>> Y dime, ¿tú que crees que sería de la chica delivery sin su chico fresa, eh? ¿Como le haría yo sin mi rescatador oficial? - ambos rieron mientras se miraban a los ojos. La brisa del mar tocaba suavemente sus cuerpos y la luna que comenzaba a asomarse iluminaba sus rostros. - Ya, de verdad... no sé que sería de mi, porque justo ahora estoy enamorada de esta vida. Estoy feliz sabiendo quien soy, conociendo mi origen, viviendo en Argentina con mis amigos, mis padres, contigo. Con la mirada bien puesta al futuro, pero también al ahora. Y mi mejor ahora, es contigo mi chico fresa.
Los ojos de ambos brillaban mientras sentían sus corazones latir al mismo tiempo. Luna chocó sus labios contra los de Matteo, acortando la distancia entre ellos y formando un perfecto beso, a la orilla de la playa donde se conocieron, en el atardecer. Digno de una película de amor.
- Ti amo amore mío, e molto. - murmuró Matteo en italiano sobre el rostro de su novia al separarse del beso, juntando sus frentes para tener más cercanía.
- Yo también te amo mucho, mi amor. - Luna sonrió enredando sus dedos en el ruloso cabello que se encontraba en el cuello de su chico. Ni si quiera se dieron cuenta de cuanto tiempo pasaron así, pues en compañía del otro el mundo se detenía.
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Historia en el Instagram de Matteo.
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Perdonen la lenta actualización, ahora si prometo que será más seguido ahre.
Gracias por leer, votar y comentar, las amo 🥺❤
Fer 🌙🍓
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Playa; Lutteo
FanfictionDonde Luna y Matteo hacen su primer viaje juntos a Cancún; el lugar donde comenzó su historia de amor.