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Ocho horas ininterrumpidas de sexo y al fin, a plena madrugada, Sasuke se había quedado dormido. Naruto sabía que en cuanto despertara querría más, generalmente su celo duraba tres días, queriendo aparearse a intervalos, lo que no sabía era el por qué estaba tan excitado.

Nunca lo había visto de esa manera; los colmillos, esos ojos encendidos... Siempre supo que las feromonas de su pareja eran muchos más fuertes en comparación con otras, pero lo atribuyó a que fuese un hombre. Sin embargo, aunque no había tenido delante a uno como él, después de presenciar el estado en el que se puso el trigueño, ya no le cabía duda de que Sasuke era un Omega Dominante.

Nada más había que ver como lo había dejado, tenía marcas de mordidas en todo el cuerpo, sobretodo en su muslos y alrededor de su miembro. Agradeció que no se le ocurrió morder directamente ahí.

El hambre lo hizo levantar y literalmente "atacar", la comida que había ordenado, que aunque fría, sabía a manjar. Necesitaba recuperar energías para continuar con la faena de complacer a su Omega. Cuando terminó con el plato principal, comenzó con el postre; baklaba, típico del país, con mermelada de moras y almendras.

Fué inevitable que el sabor no le recordara a Sasuke y como si lo estuviese llamando, sintió su mano acariciar su espalda y luego rodearlo.

—Tengo hambre...— murmuró —¿No me das?— preguntó coqueto y Naruto se giró un poco, ofreciéndole una de las galletas.

Sasuke mordió, sin apartar la vista de su Alfa, luego otra vez para después lamer sus dedos. Naruto sonrió cuando él tomó su mano y comenzó a chupar los restos de dulce.

—¿Quieres más?— preguntó ladino y alcanzó otra galleta.

El trigueño volvió a repetir el proceso y luego buscó la boca de su Alfa, para degustar la mermelada que quedaba sobre sus labios. Lo empujó hasta acostarlo y subiendo a su regazo se dejó recorrer por sus manos. Naruto apretó su trasero y separó sus nalgas, cuando su erección comenzó a responder, la humedad y el roce entre ellos enseguida provocó la penetración.

Tres noches y dos días en los que se olvidaron del mundo. Naruto pedía la comida, que la dejaban junto a la puerta. Luego de comer dormían, para después retomar su maratón. En la bañera, el suelo, los sillones... en cualquier lugar que se les ocurriera.

En la mañana del tercer día, Sasuke despertó, al fin libre de su celo, y gimió ante el dolor corporal que sentía. Su espada parecía estar atravesada por miles de espinas y para que hablar de más abajo. No había un lugar de su piel que no tuviese una marca de mordida o de beso, incluso sus muñecas mostraban moretones. Giró su cabeza para ver a Naruto y se sorprendió al notarlo en el mismo estado.

Al tratar de incorporarse, la punzada fué tal que soltó un chillido, despertando al Alfa.

—¿Otra vez...?No creo poder...— balbuceó medio sonámbulo, haciéndolo reír. Luego se desperezó y se sentó en la cama —Buenos días, pequeño furioso— se acercó a darle un beso en la mejilla y Sasuke rodeó su cuello con los brazos.

—No puedo sentarme— murmuró avergonzado.

—Sería bastante increíble que pudieras hacerlo— bromeó Naruto, ganándose un empujón —¿Quieres que te lleve al baño?— ofreció, con la sonrisa en la boca.

—No gracias, yo puedo solo— bufó. El Alfa se volvió a acostar, con las manos debajo de su nuca, observando con diversión como Sasuke apretaba los dientes y aguantaba el dolor para ponerse de pie. Solo un paso bastó para que sus piernas temblaran y colapsaran, haciéndolo caer al suelo. Naruto soltó una carcajada que lo hizo crispar —¡Deja de portarte como un idiota y ayúdame, maldición!— gruñó.

—¿Por qué te cuesta tanto admitir que me necesitas?— señaló el rubio y saliendo de la cama, lo tomó en brazos.

—No me gusta ver esa sonrisa socarrona en tu cara— espetó.

—¿Osea, que no te gusta mi sonrisa?— preguntó, haciéndose el dolido.

—Eso no fué lo que dije— murmuró.

—¿Entonces, te gusta o no te gusta?

—Voy a golpearte— amenazó y Naruto resopló, entrando al baño y llenando la bañera.

—Ya me has maltratado bastante— ladeó su cuello y Sasuke jadeó al ver las marcas de mordidas, bastante profundas.

—¡¿Fuí yo?!

—No... ¿cómo crees? Fuí yo que me automordí— bromeó —Estabas... salvaje— terminó diciendo —Nunca te había visto así.

—Yo... lo lamento, no sé por qué...— mintió y Naruto se quedó pensativo.

—No te disculpes por eso. Fué una experiencia increíble. No sabía que poseía a un Omega Dominante y aunque me cueste admitirlo... me gustó ser dominado por tí, Sasuke Namikaze— el pelinegro sonrió coqueto y afianzó su agarre.

—Te amo, Naruto.

—Te amo, pequeño— murmuró el Alfa sobre sus labios —¿Listo?

—¿Listo... para qué?

Se arrepintió de preguntar, en cuanto el rubio lo sumergió en el agua caliente, el dolor fué tal que se le salieron las lágrimas.

•••••••

Volvieron de Marruecos con sonrisas imborrables y bronceados perfectos. Sin embargo, aún les quedaba un trago amargo por atravesar. El juicio de Neji Hyuga se llevó a cabo a las dos semanas de haber regresado. Sasuke asistió, cosa que a Naruto no le gustó nada, pero tampoco tenía el derecho a impedirselo. Fué declarado culpable con una pena de cuarenta años de prisión, quince por dopar y divulgar las fotos y veinticinco por asesinato en primer grado, al que se le sumaron díez más por agravantes de premeditación, alevosía, ventaja por ser Alfa y traición.

El juicio de Hinata ocurrió a puertas cerradas. Sin embargo, Shikamaru les informó que fué condenada a diez años de prisión sin posibilidad de apelar.

Recibió la llamada y una disculpa de la compañía de entretenimiento. Estaban dispuestos a renovar su contrato, pero Sasuke, antes de firmar tenía algo que debía hacer. Cuatro semanas después de sus vacaciones en Marruecos, volvió a acudir a la consulta de la doctora Haruno y luego de realizar un análisis de sangre, regresó a su hogar con una hoja del hospital y lágrimas de alegría en sus ojos.

HEATHER 2 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora