HEATHER 2 (Terminada)

~22~

No cabía en si de la alegría que tenía. A cada rato, en la soledad del departamento, colocaba una mano sobre su vientre y reía como tonto. Deseaba ver la reacción de Naruto en cuanto se lo contara ¡Se pondría tan feliz...!

El rubio llegó un poco tarde y muy hablador, durante toda la cena no paró de conversar ni un segundo sobre las nuevas inversiones del banco y lo mucho que beneficiaria al capital... etcétera, etcétera. Sasuke apenas escuchaba algo, solo asentía y de vez en cuando se le escapaba alguna risita nerviosa.

Naruto, como todo un caballero, ayudó al Omega a recoger la mesa y luego se puso a fregar la vajilla en lo que el trigueño se comía un helado de postre, sentado sobre la encimera, justo a su lado.

—¿Cómo pasaste tu día?— preguntó al fin, rascándose una mejilla y dejando espuma en el acto. Sasuke se la limpió, ganándose una sonrisa cálida.

—Pues bien...— respondió, aún con la cuchara en la boca —En la mañana limpié un poco y luego fuí al hospital.

—¡¿Al hospital?!— Naruto lo miró asustado —¿Te sientes mal?— él negó.

—No, la doctora me dijo que estoy esperando un bebé— informó casual, aguantando las ganas de gritarlo.

—Ah... que susto. Por un momento pensé que estabas enfermo— suspiró el rubio aliviado y Sasuke se mordió los labios para no reírse ¿Cómo podía ser su esposo tan despistado? Pero lo dejaría analizar las cosas por si mismo, a ver cuanto tardaba en darse cuenta.

—Voy a acostarme— dijo, bajándose de la encimera —La doctora me aconsejó descansar mucho... en el primer trimestre— habló lento.

—Está bien, amor, enseguida termino y me uno contigo a ver una película o algo— concedió, terminando se secar la vajilla. Sasuke no dijo más, salió de la cocina y justo antes de entrar a la habitación, escuchó un plato romperse en el suelo y luego a Naruto correr hacia él —¿Estás...?— asintió sonriente y el Alfa, cubriéndose el rostro con las manos, empezó a llorar de la alegría —Tendremos... un bebé— balbuceó y atrapó en un fuerte abrazo a su pareja cuando éste se acercó —¡Por Kami! Gracias... gracias, Sasuke ¡Rayos, soy el hombre más feliz del mundo! No lo puedo creer...— encerró el rostro de su Omega y besó fuertemente sus labios, el trigueño no pudo evitar derramar lágrimas a la par.

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Si tenía algún temor de que Naruto lo notara extraño cuando su panza comenzara a crecer, se esfumó. El rubio lo cuidaba con un fervor, con una dedicación, que Sasuke tenía la certeza de que sería el mejor padre del mundo. Siempre estaba pendiente de sus caprichos y necesidades, incluso haciéndolo enojar con sus cuidados excesivos. Igualmente, su atracción por el Omega no disminuyó, al contrario, siempre aprovechaba cualquier oportunidad para acariciarlo o tocarlo.

Ambas familias, la Namikaze y la Uchiha, estaban emocionadísimas con la llegada del primer nieto. Ino venía a cada rato a visitarlo, siempre trayendo regalos para el bebé. Igualmente, Shikamaru, quien decidió establecerse nuevamente en Japón, después de comenzar a salir con Temari, la hermana mayor de Gaara. A Sasuke le parecía una buena muchacha, agradable y práctica, como todo Beta, y las pocas veces que se veían, siempre evitaban hablar de los sucesos del pasado.

Entonces, a la mitad del segundo trimestre, recibieron otra noticia que los dejó con la boca abierta.

—¿Metiste todo al auto?— preguntó el Omega, casi sin poder andar por el peso de su embarazo.

—Todo está listo. Creo que estoy más nervioso que tú— admitió, abriéndole la puerta del vehículo.

—No tienes por qué. Estarás conmigo en el quirófano y la cesárea será rápida— explicó, entrando con cuidado y sentándose. Naruto rodeó el auto e hizo lo mismo.

—¡En unas pocas horas seremos padres!— exclamó haciendo a su pareja sonreír y acariciar su hombro.

La operación se realizó sin complicaciones de ningún tipo. Sasuke estaba sobre la camilla metálica con su esposo al lado sosteniendo su mano, cuando el llanto fuerte de un bebé los hizo contener la respiración. Una enfermera se acercó con un niño rubio en brazos, aún rojo y teñido de sangre. Pero se notaba fuerte y de buen tamaño. El Omega besó su frente y luego Naruto, ambos con los ojos llenos de lágrimas. Entonces, otro llanto, un poco más leve. Un segundo bebé fué llevado a conocer a sus padres, éste tenía el cabello negro y era un tanto más pequeño.

—Son hermosos, ambos... nuestros hijos, Sasuke, son perfectos— concedió el Alfa, besando la frente de su amado Omega.

No tardaron en entregárselos, una vez que el trigueño fué trasladado a una habitación. Naruto sostuvo uno en brazos, maravillándose de lo pequeño que se veía junto a él. Su cuerpecito era apenas un poco más grande que su antebrazo.

Se sentó al lado de la cama y le dió el bebé a Sasuke para cargar al otro, aún más pequeño y tranquilo.

—¿Qué nombres les pondremos?— Naruto se quedó pensativo.

—¿Qué te parecen, Menma y Kawaki?

—Suenan increíble— contestó, sin apartar la vista de sus hijos —Parece un sueño todo ésto, ¿sabes?— admitió, después de un rato en silencio —Tantos años juntos, tantos obstáculos y tantas alegrías... pero ninguna se compara con ésta. Yo...— se limpió una lágrima con la manga —me siento muy dichoso de haberte conocido, de ser Omega y estar destinado a tí.

—Ambos nacimos para estar juntos, para amarnos y formar una familia. Tú me completas, Sasuke, todo Alfa necesita su Omega y que seas mi destinado, me hace sentir increíblemente afortunado. Por lo que eres, por como sientes... cada parte tuya que te hace "tú", cada pedacito que he aprendido a amar y sin los cuales no puedo vivir. Y ahora mis hijos...— suspiró —Es que; sencillamente... llegaste a mi vida para hacerla especial.

—Te amo... los amo, a los tres— extendió una mano y acarició la mejilla humedecida de su esposo —Siempre, Naruto, ocurra lo que ocurra, pasen los años que pasen; siempre te voy a pertenecer.

—Nos pertenecemos, pequeño, porque yo soy todo tuyo.

—Vivamos felices juntos, con nuestra familia— sollozó.

—Sí, mi Omega.

❤️❤️❤️❤️

Hasta aquí llega ésta historia. Me sacó lágrimas (muchas), risas, me hizo amar más a éstos personajes y su relación, me hizo conocer nuevos amigos y sentir apoyo incondicional de éstos.

Estoy muy orgullosa de lo logrado y espero que hayan amado tanto como yo; leerla.

Si les gustó en verdad, recomiendenla y los espero en mis otras historias.

Gracias por sus votos, comentarios y recomendaciones. Me hace disfrutar más lo que hago y entregarme de lleno.

Termino de escribir con un solo de guitarra acústica en mis oídos y los ojos llenos de lágrimas por la despedida.

Grettel-Sama

❤️