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Bajo la vista asombrada de los trabajadores del hotel, Naruto pasó con Sasuke cargado como si estuviese en su casa, por los pasillos. Justo antes de entrar al ascensor, le pidió a una muchacha que subiera su cena lo antes posible y ella asintió con las mejillas rojas. Entró al cuarto y dejó al Omega en el suelo, tomó sus labios en un beso intenso y luego se apartó repentinamente, haciéndolo protestar.

—Ve a quitarte el agua salada primero, sinó te quemarás más la piel— ordenó. Sasuke asintió reticente y se metió en el baño.

Solo se enjuagó un poco, ansioso por regresar. Las oleadas de calor se hacían más intensas con cada momento y aún no sabía como reaccionaría su cuerpo, después de tomar la píldora que la doctora Haruno le había dado.
Al salir vió a Naruto darle una propina a la camarera que trajo el servicio a la habitación. Puso el carrito cerca de la cama y luego de que ella se fué, pasó a su lado con una media sonrisa y se metió en el baño.

El pelinegro rebuscó en su maleta y sacó el pequeño sobre... Sakura le había dicho que solo tomara una, pero aún así, creía que usar un afrodisíaco junto a su celo sería demasiado. Suspiró profundamente y se tragó la pastilla sin pensar demasiado. Corrió las cortinas y luego le puso seguro a la puerta. Un gemido incontrolable salió de su boca cuando su erección palpitó sin aviso y su vientre comenzó a arder.

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Era increíble como su lazo provocaba que su rut apareciera, instado por el celo de Sasuke. Aún después de años de casados, le seguía sorprendido la facilidad con la que se conectaban.
Amaba ver a su Omega en esa faceta, sus mejillas rojas, los labios entreabiertos y jadeantes, esos ojos velados y llenos de lujuria. El solo pensarlo lo endurecía más que cualquier cosa.

Terminó de bañarse y sin molestarse en vestirse, se dispuso a abrir. Antes de girar la manija percibió las fuertes feromonas de su Omega y abrió los ojos sorprendido. Siempre eran intensas, pero en esa ocasión estaban descontroladas. Se apresuró a entrar en la habitación y una aplastante oleada de feromonas agitó su respiración y lo hizo temblar.

—¿Qué... es ésto? ¿Sasuke?— murmuró y tragó en seco cuando su cuerpo comenzó a hundirse en la excitación.

El trigueño estaba sentado sobre sus talones en medio de la cama. Con sus rodillas un poco abiertas, tocaba su erección de manera descarada mientras se mordía el labio inferior con,"¿colmillos?". Naruto no podía creer lo que estaba viendo, Sasuke tenía colmillos, no como los de un Alfa, pero si bastante grandes como para notarlos. Y no solo eso, sus ojos estaban rojos y lo miraban con un deseo que le atravesaba la piel.

"Hermoso", pensó. Se acercó a paso lento, sin dejar de mirar su mano moverse en el ritmo decadente y lividinoso. Sasuke se peinó hacía atrás, con su mano libre y sonrió de lado. Si a Naruto le quedaba alguna duda sobre el estado de inconsciencia de su Omega, se borraron por completo.

—¿Vas a follarme, o qué...?— provocó y Alfa se relamió los labios, para luego mostrar sus colmillos.

—Voy a hacerlo... tan duro, que te haré rogar para que me detenga— susurró y como un verdadero depredador, trepó en la cama y se acercó al trigueño.

Cuando unieron sus bocas salvajemente, Naruto dejó de pensar. Su rut llegó haciendo que acompañara a su Omega en la más deliciosa de las perdiciones.

Tiró de su cabello para exponer su cuello y bebió de su piel. Lamió y mordió, con los gemidos del Omega como acompañamiento. Cada centímetro fué delineado por su lengua o tocado por sus manos. Sin espera chupó su miembro, mientras sus dedos invadían su interior, más que humedecido.
Pero a diferencia a otras ocasiones, Sasuke no resistió mucho siendo sometido. Se sentó en la cama y tiró de los mechones rubios, separando a Naruto de su hacer. El Alfa gruñó y él lo acalló con un beso.

—Acuéstate...— pidió y el rubio, en contra de toda su fibra controladora, lo hizo. Sasuke se sentó sobre su pecho y se inclinó hacia adelante, buscando su miembro con la boca, dejando su trasero expuesto ante el rostro del Alfa, que no tardó en atacarlo con mordidas y lamidas —Tan grande...— murmuró cuando rodeó el pene de su pareja con la mano —tan mío...— lamió desde la base, saboreando su excitación cuando llegó a la punta. El miembro del Alfa latía bajo su agarre y eso hacía que lo deseara aún más. Subcionó con fuerza, ganándose una mordida en el trasero —Lo quiero dentro... ¿Vas a meterlo?— Naruto solo gruñó en respuesta —Respóndeme, lobo, ¿lo meterás?

—Voy a partirte a la mitad— masculló entre dientes

—Muéstrame como...— retó.

Se incorporó y ágilmente giró su cuerpo, para encararlo. Naruto rodeó su cintura con un brazo musculoso y guiando su más que endurecido miembro, lo penetró con un movimiento de caderas. Sasuke jadeó y comenzó a cabalgarlo sin romper el contacto visual. Naruto inclinó la cabeza hacia atrás ante la sensación, el interior del Omega estaba tan caliente que sentía que quemaba su piel de manera dolorosa y deliciosa a la vez.

No tardó nada en llenarlo, pero sí estaba muy lejos de quedar satisfecho, y Sasuke aún seguía moviéndose y gimiendo como poseído. Se sentó y atrapó su cuerpo en un abrazo apretado, ahondando más la penetración y teniendo acceso a sus labios.
Siseó cuando el Omega lo mordió y clavó sus colmillos, para percibir el sabor metálico de la sangre.

—Más...— rogó ahogado por el beso —Quiero más, siento que me quemo...

Naruto lo acostó de espaldas y se volvió a introducir de una estocada repentina. Tomó sus tobillos y los puso sobre los hombros, inclinándose hacia adelante hasta tocar sus frentes. Sasuke gimoteó ante el dolor placentero y arqueó su espalda cuando el orgasmo le atravesó y pintó su abdomen de blanco. El Alfa volvió a girarlo, dejándolo ésta vez sobre su barriga y con facilidad levantó su trasero, colocándolo en cuatro puntos.

El sonido de los cuerpos chocando, el sudor, el olor a sexo mezclado con feromonas de chocolate amargo y frambuesa, creaban una bruma de lujuria y perdición en aquel cuarto de hotel. Sasuke se corrió otra vez, antes que Naruto tirara de sus manos y pegara a su pecho. Muy profundo, demasiado... El Alfa colocó la mano en su vientre bajo, percatándose de la protuberancia que provocaba su pene al chocar. Tomó la mano de su Omega y la puso en el lugar, Sasuke soltó una risita ahogada.

—Lo siento aquí... Está muy adentro— balbuceó. Naruto asintió levemente sin apartar la boca de su cuello y después de oler el nacimiento de su cabello, mordió sobre su marca y lo anudó, arrancándole un grito de dolor.

HEATHER 2 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora