Parte quince: Sueños y pesadillas

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Annabeth

Ella y Percy estaban sentados en una librería. Annabeth había ido a comprar libros y Percy la acompaño. La librería tenía un café así que los dos estaban sentados en un pequeño sillón tomando chocolate caliente mientras Annabeth le explicaba a Percy algo sobre un libro que apenas había terminado de leer.

- ¿Cómo puedes aprenderte todo eso?

- Leyendo.

Percy sonrió y antes de que pudiera contestar su celular sonó. Cuando vio el mensaje frunció el seño.

- ¿Qué pasa?

- Es Jason. Al parecer somos primos o algo y quiere que me reúna con el y otro chico que dice ser mi primo.

- ¿Y porqué no vas?

- No se si quiero saber de mi padre. ¿Qué tal si mi primo desconocido sabe cosas de él? ¿O si sabe porque nos abandonó?

Annabeth tomo su mano y Percy se relajó un poco.

- Deberías ir, escuchar lo que tienen que decir. Si no te agradan no los vuelves a contactar.

- ¿Irás conmigo?

Annabeth asintió, sonriendo para si misma ante la petición de Percy de tenerla con él.

Aún no eran una pareja oficialmente. Pero la gente los tomaba como una, y tenía sentido porque siempre iban tomados de las manos y a veces Annabeth traía puestas sus chamarras.

- ¿Estas segura? Es que debemos salir ahora si queremos llegar a tiempo. Al parecer Nico vive cerca de donde vive Piper. En la zona rica, me mando una foto de su casa para que no me perdiera. Y pensé que querías comprar libros.

Le paso el celular y Annabeth vio la imagen de una mansión pintada mayormente de negro y lo que no era negro era gris oscuro. Era grande y las plantas del frente contrastaban con la sombría fachada de la vivienda. Era claro que Percy resentía a Nico por la mejor suerte que el había corrido.

- Esta bien, Percy. Ahí estaré contigo. Regresare después.

Él la miro como si fuera la persona más increíble del mundo. Al principio, cuando empezaron a juntarse, Annabeth sentía que no se merecía  que alguien la viera de ese modo. Sentía que le estaba mintiendo a Percy, que ha Percy le gustaba una parte de Annabeth que no era ella totalmente, sentía que le estaba mintiendo. Pero cuando se dio cuenta de que Percy no parecía querer dejarla o abandonarla empezó a confiar en él. 

- Vendremos de nuevo en la tarde lo prometo.

Annabeth sonrió un poco más con la promesa de Percy y los dos se levantaron y salieron del lugar.

Para suerte de Percy su primo demostró ser una persona amable. A su modo pero amable. Y Annabeth no se sintió tan fuera de lugar porque Will estaba ahí, pasaron un gran rato mientras él contaba su experiencia estudiando medicina.

Will hablaba con pasión y dedicación a su carrera, era claro que estudiar medicina era algo que disfrutaba y lo hacía feliz. Annabeth lo admiraba por eso. Will hablaba de la medicina como Annabeth de la arquitectura. Su corazón se rompía al saber que no llegaría a ser arquitectura, que no diseñaría esos edificios con los que soñaba todas las noches y esos monumentos que pasaba horas diseñando.

Pero estaba bien. Al final sus padres estarían orgullosos ¿Verdad? Al final todo valdría la pena. Tal vez lograría tomarle amor a la medicina. Su estómago se retorció al pensar que en unos años ella estaría en un quirófano con la vida de alguien en sus manos.

Nico

Nico no era lo que la gente suponía que era. Will varias veces lo había comparado con las capas de la tierra. "Por dentro eres una persona que irradia calor y amor pero lo ocultas con tu cara de pocos amigos."  Nico solo había sonreído ligeramente ante la comparación y negó con la cabeza ante las ocurrencias del rubio. 

Aprendiendo a confiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora