Parte dieciocho: Secretos

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Hazel ya no tenía tiempo para nada. Ahora ya no solo tenía que hacer la tarea de ella si no las de otras cinco amigas de Drew. Llevaba todo el fin de semana haciendo sus tareas y proyectos atrasados ¿Y todo para qué? Para que no revelarán si secreto sobre su mamá.

A veces se preguntaba que pasaría si solo les dijera que no importaba si lo revelaba. Pero tenía miedo de que todo se repitiera, no quería enfrentarse a sus problemas. Podía vivir a si por un tiempo, luego se iría a la universidad y tal vez no volvería a ver a Drew en su vida. Tal vez. Aún no decidía que estudiar...bueno, tenía una idea pero a nadie le gustaba su idea. Quería ser artista, solo se lo había contado a unas pocas personas y todas habían tenido la misma, muy mala, reacción. Después de eso se guardo su sueño para si misma.

Recordaba que la última persona a la que se lo había contado era su madre. Ella se limitó a decir que lo mantuviera en secreto, que era muy pequeña y no sabía lo que decía. Un secreto quedaba muy bien guardado cuando una de las personas estaba tres metros bajo tierra. Se sentía mal por pensar de ese modo pero no podía evitarlo, su madre no había hecho mas que hacerla sentir mal y no se podía forzar a sentir algo que no sentía en lo absoluto.

El timbre de la casa sonó desconcentrando a Hazel de la tarea de una de las amigas de Drew. Se levanto y abrió la puerta, una sonrisa se abrió su camino a sus labios cuando vio a Frank parado ahí. Se habían vuelto amigos cercanos en las últimas semanas, ella lo visitaba todos los días en el hospital y cuando él salió se juntaban para pasar el rato. Descubrieron que no vivían tan lejos el uno del otro y se visitaban constantemente, a veces ni siquiera avisaban que irían a verse.

- ¡Frank! ¿Que haces aquí?

- Pues quería ver si estabas ocupada.

Sí, estoy ocupada.

- No. ¿Que quieres hacer?

- ¿Ya viste la exposición de arte del museo?

- No.

- Pues pensé que te gustaría ir.

- Claro. Deja voy por mi celular y mi chamarra, pasa.

Frank la acompaño hasta su cuarto donde Hazel empezó a buscar el celular, antes no solía usarlo mucho pero desde Nico se aseguraba de llevarlo con ella. Nico se preocupaba si ella no contestaba y entraba en pánico.

- Lo encontré, Haz. Estaba aquí junto a los libros de... matemáticas básicas. Tu no tomas esa clase, estamos en matemáticas intermedio. ¿De quienes son estos?

- De nadie.

- ¿Porque tienes los libros de Drew?

Hazel no contestó.

- ¿Hazel? ¿Estás bien? Puedes contarme.

- No tiene caso que te cuente.

- Claro que sí.

- Drew me obliga a hacer su tarea.

Frank no dijo nada sobre eso, en lugar solo dijo

- ¿Nos vamos ya?

Hazel asintió y salieron de la casa, Frank no menciono nada de lo ocurrido en su lugar solo hablaron de lo de siempre. Cuando legaron, Hazel se sorprendió de ver bastante gente.

Frank tomo su mano y la empezó a guiar entre la gente.

- ¿A dónde vamos?

- Quiero mostrarte algo.

Señalo un dibujo de un caballo a carboncillo, era hermoso y Hazel se sorprendió al reconocerlo. Ella lo había hecho y se lo había regalado a Frank. El le había dicho que el dibujo era tan bueno que podría estar en una exposición pero ella dijo que no. Y ahora ahí estaba su dibujo.

- Pero...¿Cómo?

- La amiga de mi abuela es...no se que es pero tiene que ver con el arte, le enseñe tu dibujo y le encantó.

- Frank, no se que decir. ¡Gracias! Siempre quise ver uno de mis dibujos en una exposición.

- Lo sé.

Hazel lo abrazó y se quedó colgando de su cuello mientras él la sujetaba de la cintura y le devolvía el abrazo.

- Muchísimas gracias, Frank. Eres mi mejor amigo.

"It's nice to have a friend."

Thalía

Aún recordaba el momento en el que se tuvo que hacer cargo de su hermano. Ella tenía siete y cuando su madre llegó del hospital con el recién nacido. Un bebé gordo con ojos azules. Thalía lo odio, odio que tendría que cuidar de un niño cuando apenas podía con ella misma. Su mamá se lo puso en brazos y se fue dormir, Jason lloro toda la noche y Thalía estaba desesperada. Al día siguiente mientras el bebé dormía busco información sobre cómo cuidarlo, sabía que su mamá no lo cuidaría que le tocaría a ella.

Aprendió a cambiar pañales y a calentar la leche. A hacer papillas y le enseño a caminar y a hablar. Lo amaba más que a su propia vida y con el tiempo se volvieron el apoyo mutuo que necesitaban. Trato de ocultar la verdad sobre la condición de su mamá todo lo que pudo pero Jason era inteligente y pronto lo descubrió. Al fin y al cabo ¿Cómo le ocultas a un niño que su mamá nunca se preocupara por ellos?

Y ahora, diecisiete años más tarde se dió cuenta de lo difícil que había sido. Ahora que sus pensamientos eran más maduros se daba cuenta de las cosas que había hecho mal criando a Jason. Cosas que le correspondían a su mamá enseñarselas pero al mismo tiempo no podía evitar sentirse orgullosa de su hermano y la gran persona que era.

Y ahora le tocaba hacer una decisión difícil. Mandar la solicitud de una beca para Jason a una universidad privada fuera del país sin que él lo supiera. Thalía sabía que si Jason se quedaba en la ciudad con ella él jamás lograría concentrarse en lo que el quisiera lograr y menos con su mamá en casa. Jason también se quería quedar por su nueva novia, Piper. Pero Thalía no podía dejar de pensar que ellos dos simplemente no funcionaban, Piper era grandiosa pero Thalía sentía que su relación salió de la nada. Los dos solo estaban juntos y de vez en cuando se llamaban pero incluso esas llamadas solo duraban unos minutos, no salían juntos y por lo que ella sabía ni siquiera se juntaban en la escuela.

Sostuvo el sobre blanco en sus manos, si le enviaba el futuro de Jason podría cambiar para mejor. Y Thalía quería lo mejor para su hermano. No soportaba la idea de Jason dejando la escuela y dedicándose a servir mesas sabiendo que pudo haber logrado algo más en la vida. Jason era inteligente, merecía la oportunidad de tener lo que siempre soño.

Sin pensarlo mucho mando la solicitud.

And if you were drowned at sea
I'd give you my lungs so you could breathe

Holis. ¿Cómo han estado?

Aquí les dejo un capítulo más tranquilo de cierto modo, algo de Frazel para alegrarles un poco sus días :) La verdad no tenía ganas de ponerles algo triste porque ni yo tenía ganas de escribir algo así.

Aprendiendo a confiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora