La sala de profesores era una habitación que tenía escrita la palabra "profesionalidad" por todos lados. Jace esperaba un lugar más desordenado pero con un toque de calidez. En su lugar, encontró una fría sala, demasiado seria incluso para tratarse de una institución educativa.
Andrew lo guió hasta ahí, para que pudiera conocer la habitación en la que tendría que "relacionarse" con los otros profesores, y para animarlo un poco pues Jace comenzaba a sentirse algo frustrado por cómo estaba resultando su primer día como profesor.
Jace no podía evitar sentirse algo fuera de lugar.
—¿Y qué tal el primer día? —preguntó Andrew sentándose en uno de los sillones de la sala.
—Estuvo bien, supongo que los nervios son parte del primer día, pero no fue algo del otro mundo —comentó tratando de convencerse más a sí mismo que al otro.
—Eso está bien, la segunda clase será un poco más fácil en comparación —dijo Andrew.
Aún con poca seguridad, Jace asintió. Siguió comiendo algo distraído hasta que pensó en preguntarle algunas cosas a su colega de trabajo.
—¿Trabajas hace mucho aquí?
—En realidad no, tomé el trabajo hace tres años cuando me mude aquí —contestó Andrew.
—Bien, entonces... ¿Qué consejo podrías darme según tu experiencia? —preguntó Jace.
Andrew permaneció en silencio un momento, pensando una respuesta.
—Siendo tu primer día, deberías mostrar más dureza con los alumnos, de lo contrario no te tendrán respeto — finalmente dijo—. No seas inflexible, pero tampoco demasiado flexible. Gánate su confianza pero tampoco seas permisivo con ellos, eso hará las cosas un poco más fáciles.
Fue el turno de Jace de quedarse callado, principalmente por la confusión que le generó los consejos de Andrew, sonaba un poco contradictorio, pero era evidente que el otro tenía más experiencia que él tratando con los alumnos; también pensó en la actitud que tuvo en su primera clase, preguntandose si cometió un error al actuar con amabilidad frente a sus alumnos.
Mientras él estaba inmerso en sus pensamientos, no se dio cuenta del cambio en la mirada de Andrew, mostrando un brillo de desprecio por un segundo antes de mostrar una sonrisa amistosa.
—Sabes, tu llegada fue bastante llamativa, incluso algunos profesores no podían dejar de hablar —soltó Andrew con un tono preocupado—. Espero no te tomes mal mi consejo pero, deberías evitar llamar la atención de esa forma frente a la escuela, más que nada por la reacción que tendrían algunos padres.
Jace se quedó sin palabras, no supo cómo responder o refutar, aunque sabía que le dirían algo por la escena de la entrada todavía se sintió conmocionado. Andrew no le dio la oportunidad de recuperarse cuando volvió a hablar.
—Si el profesor de sus hijos llega en una motocicleta acompañado de alguien que luce intimidante, ellos pensarán que es un peligro y un mal ejemplo para sus hijos. Ahora eres profesor y representas a esta institución, sé más cuidadoso —terminó.
Un poco molesto, Jace cerró sus manos en puños con impotencia. Por mucho que le incomodara las puntiagudas palabras de su colega tenía que admitir que era razonable, habría padres que presentarían quejas a la escuela ante cualquier cosa que consideren inapropiada para la educación de sus hijos. Así que solo podía aceptar el regaño disfrazado de consejo y soportar, porque lo importante era la reputación de la escuela.
—Sí, lo entiendo —respondió Jace con simpleza, como si no le importara.
Pero en el fondo lo hacía, dejando una sensación desagradable, y se obligó a reprimir ese sentimiento. Porque sabía que si seguía dándole vueltas al asunto con culpa se sentiría aún peor. Ya no tuvo apetito, se excusó con Andrew y salió de la sala de descanso. Su siguiente clase comenzaría pronto.
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Penumbra
ParanormalLa oscuridad del pasado regresa para manifestarse en una obsesión que quiere venganza a toda costa. ¿Podrá esa luz tenue proteger a quien más ama Valtiel?.