Capítulo 16

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—Bravo ¡BRAVOOOO!.— Agares aplaudió frenéticamente.

Ambos demonios habían llenado completamente el salón con aquel humo imposible de inhalar, grandes siluetas se alzaron entre el material gaseoso soltando sonoros gruñidos. Azrael levantó su espada mientras miraba el fenómeno demoniaco,  se cuestionaba si realmente iba a poder contra los dos.

—Dejaré que se  acaben entre ellos, al que sobreviva lo destruiré.— Azrael voló hasta el pilar más alto para tomar asiento.

El humo se comenzó a disipar dejando ver a ambos seres del infierno. Valtiel corrió rápidamente para enterrar una de sus garras en el vientre de Agares.

—Tsk mi amado Valtiel, esperé este momento por años. Quiero que me des todo de ti...— la voz de Agares se escuchaba un tanto feliz como excitada.

—Eres un maldito, voy a terminar con tu existencia y lo hare de la manera más dolorosa.— Valtiel siguió hundiendo su garra en el enemigo.

—Eso lo veremos....— Agares levantó uno de sus brazos y lo llevó al rostro de Valtiel.

Como si fuese una barra de mantequilla, el vengativo demonio introdujo con facilidad uno de sus dedos en el ojo izquierdo de Valtiel.  Este se apartó cubriendo la reciente mutilación, esto lo aprovechó Agares para acercarse a su objetivo y propinarle múltiples golpes que Valtiel solo cubría inútilmente, un liquido parecido al petróleo; denso y demasiado oscuro, comenzó a brotar de las heridas.

—Quiero hacer esto todo una eternidad contigo.— los ojos de Agares se iluminaban con tanto brillo como un par de bombillas.—¿CREES PODER SALVARTE? MIRATE, ERES UN MALDITO PEDAZO DE MIERDA.—

Agares lanzó al hijo de Astaroth hacia una pared del salón, en ésta se encontraban colgados múltiples cuadros de santos y temas religiosos. Por el rabillo del ojo Valtiel notó que el contenido de estos comenzaba a moverse, brazos y rostros desfigurados salieron de los cuadros  para tomar  el cuerpo del demonio mientras reían al unísono.

—Ruégale a Dios que te salve Valtiel, por favor ruégaselo.— Agares también rio sadicamente.

—ESTOY ALCANZANDO MI PUTO LIMITE CONTIGO.— gritó Valtiel.

Agares se acerco y tomó el brazo de su obsesivo amor para fracturarlo  como una rama de árbol, el demonio de ojos rojos se inclinó de dolor. Tenía demasiadas cosas pasando por su mente, ver la cabeza de Cosette, no saber el paradero de Jace, lo inútil que se sentía; todo estaba acumulándose dentro de él.

—Suficiente...— susurró Valtiel.

Un gran circulo de fuego se formó alrededor de ellos, el tiempo se detuvo al instante. Agares dejó de moverse al igual que el entorno, nunca antes se había escuchado un silencio tan profundo.

—Me causa gracia... ¿un maldito demonio de papel creyó que podía ser capaz de derrotarme?.— las heridas comenzaron a sanar, se soltó del agarrre de los cuadros.— lo que le hiciste a las personas importantes para mi, todo aquello que me gusta, cooperando con malditos arcángeles. Realmente estas enfermo.—

Cada parte del cuerpo de Agares fue arrancada e incinerada al instante, lo ultimo que quedaba en su ser era la cabeza conectada al torso. Valtiel levantó la mano y el tiempo volvió a tomar su curso. Como un costal de arena el bulto cayó al suelo; el demonio gritó de dolor tras el primer segundo, Valtiel caminaba alrededor de él.

—Un ser como tu no merece existir, no eres más que un pedazo de basura en busca de atención.— Valtiel volvía a su forma humana.— siendo el próximo rey de la legión de Astaroth voy a encargarme de ti, voy a borrarte de todos lados.—

—Yo te seguí siempre...— musito Agares con dificultad, intentando resistir el dolor.—hacía todo lo que me ordenaras, yo te amaba ¿Por que no fui nunca correspondido?.—

Valtiel soltó una corta risa.

—Desde el primer momento en que quisiste unirte a mi lo supe. Sabía la manera en la que  me mirabas,  cuando estabas cerca de mi, me dabas asco.  Creí haberme deshecho de ti cuando te dejé solo.— miró hacia Azrael.— nunca supe que ese hijo de puta te dejaría vivir.—

—¿Por qué lo elegiste a él? a ese maldito y patético humano.— sollozo con molestia Agares.

Valtiel caminó hasta su rostro para alzarlo con una de sus manos.

—Elegiría a cualquier persona o ser por encima de ti...— Valtiel sonrió antes de iluminar sus ojos.

Las llamas se extendieron por el resto del cuerpo de Agares, los gritos eran insoportables pero finalmente cesaron en cuestión de segundos, un pequeño cumulo de cenizas quedó en su lugar. El demonio se giró para mirar al arcángel pero este ya no se encontraba en el pilar.

—No dejaré que sigas con esto.— la voz de Azrael se escuchó a sus espaldas.

Valtiel lo miró, con él se encontraba Jace el cual seguía en un estado catatónico, múltiples heridas se veían visibles en todo su cuerpo así como en el rostro.

—¡Jace!.— exclamó Valtiel.—¡Vas a pagar por lo que le hiciste!.—

—Yo no fui quien lo torturó...pero terminaré con su sufrimiento por ser un pecador.— acercó la espada al cuello del humano.— Y el próximo serás tú.—






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