89.Miriniä

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Al terminar de comer Lyria mandó a las niñas a jugar junto con las niñeras que las cuidaban. No era un tema agradable para estar ellas delante. La Reina Consorte miró a Eathan, sabía que estaban diciéndose algo solo para ellos. Aquilegia hizo aparecer el tomo original de la Constitución de Eralgia sobre la mesa, y despejó la comida y los platos que quedaban con un movimiento de muñeca. Tomó su copa de vino entre sus dedos, y bebió mientras con su poder pasaba las páginas del libro.

−Veamos, Eralgia consta de tres poderes de gobierno: El Rey, el Guardián y el Concejo. Estos tres poderes son tres unidades de voto en casos concretos. Lleváis siglos sin usarlo, pero, cuando se libraron las Guerras Ancestrales los Eldas tenían tres hombres al mando, y sus votos eran iguales −Yarel me miró.

−Lo cual quiere decir que el Concejo debería contar solo como un voto al renovar leyes, no como ciento y pico. Somos tres poderes, decidimos los tres por igual. Pero tenemos un problema... −La reina dudó un segundo.

−Bueno, tiene fácil solución −Enarqué una ceja−. Debéis convocar un Estado de Alarma. Es entonces cuando solo decidiríais vosotros tres únicamente y podríais derrocar el Concejo. Para convocar un Estado de Alarma...

−Tiene que haber una guerra −susurró Eathan sobre su pecho. Aquilegia asintió dando la razón a mi amigo−. Tiene fácil solución, pero, será una matanza −Yarel suspiró rendido.

−Lo será de todos modos. No podremos impedir esta guerra, están formado los bandos ¿Creéis que cuando se sientan lo bastante fuertes dejarán que les sigamos conteniendo? Eralgia esta con un pie dentro de esta guerra −El rey me miró directamente− El detonante va a ser Kayen. Los brujos están rebotados, dicen que vamos a sacrificar a uno de los nuestros por el poder −Aquilegia carraspeó levemente y leyó el libro para nosotros.

−«Dicho Estado de Alarma debe aplicarse de encontrarse el país sometido a guerra ardua y de difícil contención. Los tres poderes asumirán gobierno, sus leyes dictadas serán temporales, y refutables al volver la paz» −Yarel me miró.

−Debemos encontrar el modo de hacerlo perpetuo. Si vamos a cambiar las leyes, debemos saber que va a ser para siempre −Lyria se cruzó de brazos y dudó.

−Con solo cambiar leyes no habrá suficiente, hay que limpiar vuestro país de maldad. Tenéis facciones que son despiadadas, retrogradas que están sedientas de la sangre de aquellos que consideran inferiores −El rey afirmó.

−Por eso una de las leyes debe ser la obligación de respetar a todos los seres por igual. Ahora mismo, en Eralgia, puedes matar un hada por no haber satisfecho tus deseos carnales en un burdel y solo tener que pagar el precio de venta como esclava a su dueño −Lyria escupió en el suelo y sorbió su nariz con asco.

−Yo me presto voluntaria para pasar a cuchillo a quién haga falta −Eathan le miró de soslayo y cruzaron una sonrisa cínica ambos.

−Y yo te presto mi cuchillo, amiga −Chocaron sus puños por debajo la mesa. Ese par iban a cargarse el mundo juntos. Aquilegia miró al rey.

−Tenéis una guerra a las puertas, esto va a estallaros de todos modos. Aprovechad, lanzaos vosotros. Quien primero ataca tiene ventaja. Dad el paso, abrid fuego, y empujad al Concejo a declarar el Estado de Alarma. Luego, apropiaos de ellos, de su voto. Cambiad leyes, reformad la constitución y hacedla vuestra. Un rey capaz, no necesita Concejo alguno, la monarquía absoluta es fuerte, poderosa y con el gobernante adecuado, es el mejor sistema de gobierno posible. Mira mi reino −Edward hizo una mueca algo burlón.

−Claro, con todas tus súbditas hasta las cejas de setas alucinógenas debe ser fácil. Eralgia es una jaula de leones hambrientos y Yarel es un ratón para ellos. Esto que estáis diciendo es un golpe de estado −El brujo me miró− ¿Has escuchado algo de lo que Líomar te ha dicho últimamente? −Suspiré rendida.

ERALGIA IV, La CondenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora