Decisiones (parte 1)

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NOTICIA

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Al principio todo fue normal. Era como cualquier temporada de descanso que ella y Reiner aprovecharon para visitar a sus padres unos días en el sur de Marley.

Ella había estado feliz con la noticia de que los dos tenían planeando casarse en Mayo del siguiente año, para el cual quedaban un año y pocos meses. Se había emocionado tras recibir la sorpresa de que sería madrina de Karina. Justo cuando iba a recitar su gran gratitud y lo contenta que se encontraba por los dos, fue cuando comenzó un malestar estomacal que podría confundirse perfectamente con que su periodo llegaría pronto. Pero eso no tenía mucho sentido, hacía unos dos meses desde que no veía sangre en sus interiores. No es que la sorprendiera ese hecho, ella siempre se había caracterizado por tener una menstruación muy irregular, principalmente debido al estrés al que se había visto envuelta por toda su vida.

Podría ser que sus ovarios habían acabado de llenarse y por fin terminaría con su ciclo. Trató de aferrarse a ese hecho algo asustada. Pues llevaba sufriendo dolores estomacales desde inicios de ese mes y nunca había visto ni una sola gota de sangre salir de ella. Su frente comenzó a sudar, tampoco era extraño en ese último mes que se sintiera sofocada por cualquier cosa. Y entonces llegó la tercera y última fase, como las llamaba ella, las náuseas.

Karina, había hecho un estofado de cordero, que según su padre estaba exquisito. Annie realmente tenía ganas de probarlo. Tenía.

Ella se levantó de su asiento tambaleándose. Su cara sí que debía de ser pálida pues Karina dejó caer la cucharada de caldo que iba a servir a uno de los cuatro platos de la mesa.

— Oh Dios santo — la escuchó decir, exagerada como siempre —. Cielo ¿Te sientes bien? ¿Necesitas ayu...?

Por supuesto que no terminó la frase. Pues Annie se inclinó en cuclillas y comenzó a vomitar. Ni siquiera era comida lo que salía por su orificio bucal. Era líquido blanco a causa de no tener nada más en su organismo.

— ¡Annie! — gritó su padre alarmado.

El único que sí hizo algo por ayudarla fue Reiner, quién le dio un servilleta y un baso de agua para limpiar y enjuagar su boca. Annie sentía que la cabeza le daba demasiadas vueltas.

— ¿Es posible que tengas algún virus? — dijo el chico con cautela —. Quiero decir, el último País que visitamos seguía recuperándose de una epidemia post retumbar. Esperemos que no hallas pillado nada.

— ¡Entonces hay que llevarla a un médico lo antes posible! ¡Quién sabe cómo de peligroso será ese virus!

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Ella realmente había pensado que lo de el virus era algo tonto, pues no recordaba que les explicarán de aquellos síntomas cuando les pidieron que fueran precavidos por si acaso. Ahora la pobre Annie se encontraba deseando haber sido víctima de ese dichoso virus. Mierda, ¿Por qué todo tenía que pasarle a ella? ¿No podían dejarla con su vida tranquila a la que recién había comenzado a adaptarse? Ella repitió la noticia en su mente.

"Estás embaraza de seis semanas"

Luego de eso, habían hablado con sus familiares, exponiendola a preguntas incómodas que ya podía imaginar en su mente.

Y de hecho, así fue.

— ¡Embarazada, ¿Annie cómo demonios te has quedado embarazada?!

Annie no entendía los gritos acusatorios de su padre, él sabía que mantenía una relación con Armin. ¿De qué mierda se sorprendía tanto? Ella respiro y exhaló, dispuesta a explicar los hechos con su padre sin una manera agradable de por medio.

— ¿Cómo crees que me he podido quedar embarazada? — cuestionó ella con sarcasmo mientras rodaba los ojos.

— ¡No confundas se cómo te quedaste embarazada! — exclamó desesperado —. Mi pregunta es... ¿No te estabas cuidando? ¿¡Por qué no te cuidaste Annie!?

—¡Siempre ponemos cuidado! ¡Algo debe haber fallado en los métodos! ¡No es como si yo pretendiera que esto sucedería!

A sí, otra de las fases era tener un humor de perros y ponerse a la defensiva por absolutamente todo. En cambio esta vez, tenía todo el derecho del mundo a cabrearse. O al menos a cabrearse un poco. Ella misma reconoció en su mente que no estaba siendo racional. Su padre únicamente de preocupaba por ella y su bienestar.

Su padre, iba a añadir algo más a la plática de ambos. Así que Annie se aseguró de desaparecer de su alcancé, del de todos en realidad. Salió del hospital con lágrimas derramándose por sus ojos, también había comenzando a sentirse muy sensible por todo y por nada. Annie solo deseaba que está pesadilla acabará. ¿Era una persona horrible cierto? Es decir, quería acabar con aquella vida en su interior que muchas otras mujeres habrían catalogado como milagro. Ella en cambio lo veía como una maldición terrible que perfectamente podría comprar con la de ser un titán cambiante. De hecho, llegó a la rápida conclusión de que, esa maldición era mejor de la que sufría ella ahora.

Pero, ¿Qué demonios pasa con ella?

Se preguntó que pensarían los demás aparte de su padre, Karina y Reiner al conocer la noticia. Probablemente todos sonreirían con dulzura y alegría. Le comunicarían lo feliz que se encontraban por ella y Armin y también si podían tocar su panza para ver si podían sentir algo de vida dentro de ella. Con sólo pensarlo le generaba unas náuseas horribles, no se imaginaba lo que sería vivir eso de verdad.

Luego estaba Armin. A quien ya imaginaba mirando su barriga con ojos brillantes, hablando con su hijo aún que este no pudiera escucharle. Diciéndole a ella que él se sentía el hombre más feliz del mundo por la noticia. Pensando futuros nombres o, como no, en su futura educación. Podía imaginarlo remoldeando su vida por esa vida en si interior y ella... Ella no quería romperle el corazón al decirle que no estaba segura de querer ser madre. No estaba preparada para que Armin y los demás la mirasen con los ojos abiertos y la tachasen de ser una mala persona.

Tal vez, Armin no tenía que enterarse. Al menos hasta que ella tuviera claro que quería dar a luz a ese ser en su interior. Si decidia que no, claro está que no se lo diría.

Ella tan solo tenía que ocultarlo.

Pero no contó con que Armin era una persona muy aguda en cuanto a los cambios. 

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Heeey ¿Cómo están? Aquí un nuevo one shot's que tiene tres partes.

Pequeñas Historias | Aruannie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora