¿Por qué?

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Sin spoilers del manga

Compatible con lo canon

— En resumen... Si no me ayudas, serías una mala personas para mí, Annie...

Sus ojos azul cielo enfocaron la punta de sus botas militares marrones, un semblante triste los inundaba. Por un segundo o dos, la mujer está indecisa, preguntándose qué hacer o cómo reaccionar ante lo que él acaba de pronunciar. Perfectamente podría dejarlo ahí, lo que dice suena demasiado sospechoso y ella perfectamente podría tender una emboscada y llevarse a Eren consigo.

Si lo pensaba con detenimiento, era menos riesgoso y con más probabilidad de éxito.

— Bien.

¿Entonces por qué decidió ayudarlo?

Ella colocó su anillo en su dedo índice,  con su mirada perdida fija en el resplandeciente metal del objeto.

— Estoy dentro.

No es necesario añadir nada más, Armin le da las gracias y sigue caminando, fuera del callejón. Annie lo sigue, preguntándose qué demonios está haciendo, ¿En serio es tan importante para ella ser buena para él? ¿Tanto que estaba apunto de poner en riesgo su misión y por ende las vidas de sus compañeros y muy seguramente la de toda Marley, el mundo y su padre?

Sabía que si descubrían su identidad estaba muerta, estaría condenando al mundo. Y a la única persona que realmente le importaba.

¿Entonces que hacia ella siguiendo a Armin Arlert hacia una trampa segura?

¿Por qué? ¿Su capacidad de razocinio se había estropeado? ¿O era algo más? No lo sabía, no podía explicarse el porqué de sus acciones y decisiones. Solo sabía que estás tendrían una repercusión enorme, estaba jugando con el destino, era consciente de aquello y aún así, no optó por huir o alegar que pensándolo mejor, se metería en problemas si ella los ayudaba. No, ella no hizo eso pero debió de hacerlo.

"Annie, mi pequeña vuelve a casa, yo siempre estaré a tu lado"

"Sería una mala persona para mí, Annie"

Cerró los ojos con pesadez. Sintiendo como su corazón se dividía, por un lado quería desesperada volver a sentir los brazos de su padre junto a ella y por otro, Annie quería ser vista como buena a los ojos del rubio a quien acompañaba.

Annie se mordió el labio inferior, indecisa. Mirando la espalda de Armin delante de ella, sin saber cómo reunió el valor para preguntar lo siguiente.

— Aunque no consiga ayudarles, ¿Me seguirías considerando una buena persona?

El chico paro en secó, lo que causó que Annie hiciese lo mismo. Lentamente, se giró hacia ella y sonrió, sus ojos no enfocaron los suyos por lo que supo que estaba mintiendo.

— Si, es decir. Por la simple razón de que lo intentes es suficiente, muy amable de tu parte Annie.

Armin mentía, Annie lo sabía. Todo el tiempo, era más que obvio. Pero aún así, una parte de si misma deseaba que así fuera. Quería que él la mirase con buenos ojos y esos orbes océano volvieran a enfocarla con su brillo característico de siempre. Era demasiado pedir en cambio, no se merecía eso y el karma comenzaba a actuar en consecuencia.

Ella asintió, sin necesidad de decir más palabras o de seguir alargando su angustia. Llegaron a un punto en la ciudad — sospechosamente silenciosa — donde encontraron a Eren y Mikasa. Estos últimos se les unieron, saludándola brevemente.

Tampoco pudo enfocar a Eren. Si bien los motivos estaban lejos de ser los mismos que con el chico rubio, se sentía culpable. Iba a llevarlo directo a la muerte no, trato de llevárselo hasta ella y de no ser por ese enano que debía de ser un Ackerman habría conseguido su cometido.

Annie habría llevado a uno de sus primeros amigos, en toda su vida al continente. Aún sabiendo cuál sería el destino que correría el muchacho. Intento matar a Jean Kirstein cuando tuvo la oportunidad y si no llega a ser por los gritos de Armin, en su genial azaña, manipulandola, le habría estampado el cuerpo contra el suelo.

No era ninguna insensible, le dolía. Dolía pensar en todo lo que estaba haciendo, las muertes, los llantos, todo lo que estaba causando dolía.

Con Armin fue diferente.

¿Por qué?

¿Por qué no lo mató? ¿Por qué lo dejo vivo y no se atrevió a ser ella quien le arrebatará la vida? Annie sabía que él era peligroso, su inteligencia lo era.

La prueba estaba en que ahora, la estaba guiando hacia una trampa. Por mucho que Annie desease lo contrario y se autoconvenciera de que Armin solo quería su ayuda genuina.

Pero todas esas esperanzas se disparon en su tonalidad cuando él se paró frente a las escaleras que llevaban a la ciudad subterránea. Solo en ese entonces, la cabeza de Annie por fin se despejó.

Se odio a si misma por sorprenderse, por sentir ese dolor y esa fea puñalada por la espalda, ¿Qué no hizo lo mismo ella?

Fue como sentir una estocada, directa a su corazón. Cuando él, con los ojos fijos en su cielo, expresó que ya tenía sus sospechas hacia ella. Eso casi causó que su corazón comenzará a sangrar.

— Sí ya tenías esas sospechas sobre mi, ¿Por qué no dijiste nada en aquel entonces?

Puede ver cómo por unos minutos Armin queda acorralado tras sus pregunta.

— Lo mismo hay de ti Annie, ¿Por qué no me mataste cuando tuviste oportunidad?.

— ¿Por qué? Yo también me lo preguntó, estoy en toda esta situación por ti, ¿Por qué no te mate?

No lo mató, ¿Cuál razón hay detrás de eso? ¿Por qué se arriesgo por él? ¿Por qué sintió un dolor punzante en su pecho más grande que el que sentía cuando mataba? ¿Por qué lo dejo ileso? Annie no encontraba respuestas a las preguntas que desbordaban su mente.

Solo quedaba pelear, luchar por su causa y no volver a flaquear por ese chico rubio de ojos océano.



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