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El aire fresco impregna en mis fosas nasales creando un falsa sensación de bienestar mientras sigo caminando por la acera. Los rayos de el amanecer iluminan mi camino aún que yo por dentro este en total oscuridad. El aroma a flores hace que las comisuras de mis labios se eleven un poco. La naturaleza era cruel, ella florecía y yo solo decaía más cada día que pasaba.
Era casi cómico como todo parecía ser perfecto, era el típico día de domingo donde me iría a ver el mar junto con Eren y Mikasa. Es más, esos dos me plantearon una acampada junto con nuestros amigos: Marco, Sasha, Jean y Connie, de haber tenido otras circunstancias habría aceptado sin dudarlo ni un segundo. Pero para mí mala suerte no podía huir de mis desgracias al menos de esta no. Era como si todo mi mundo se hubiera volcado hacia abajo, incluso peor. Sentía que un gran terremoto había atentando contra mi persona pese a que estuve seis años de mi vida mentalizando que esto ocurriría tarde o temprano. Al parecer no lo había mentalizado del todo bien.
Aceleré mi paso mientras seguía hechando un vistazo a como nada había cambiado en ámbitos de vida, pero en el caso de la mía se estaba desmoronando. Las personas caminaban alégrese riendo, familias estaban sentadas en bares dispuesta a pasar un excelente domingo, niños abrazaban a sus abuelos con fuerza y reían. Aparté mi mirada.
Al cabo de una media hora, llegue a las puertas de la biblioteca municipal del distrito de Shinganshina. Cualquiera podría pensar que era triste que, un joven de ventiun años pasará su domingo entre libros pero no había otro sitio en el planeta tierra donde yo quisiera estar. Los libros siempre habían sido mi refugio y mi zona de confort, así que tuve la necesidad de adentrarme en su mundo de nuevo. No era como si yo hubiera dejado de leer pero, sí que no leía nada de ficción desde hace unos años. Esos libros eran los que me transportaban a otros mundos y me ayudaban a pensar que no era tan miserable como pensaba. Me prometí a mí mismo que el día en que volviese a leer de esa sección sería porque yo de verdad quisiese y no por una necesidad absurda de evadir el mundo. Pero la vida era muy injusta.
Tampoco es que yo no tuviera libros de todas las categorías en casa, era solo que quería probar algo nuevo. Me llamo la atención uno en especial llamado "The Rumbling". Al parecer era una especie de historias cortas sobre la vida y la muerte mezclado con fantasía. Tal vez no fuera el mejor libro para leer una situación de extrema tristeza como la mía pero, era como si el libro le llamase internamente y yo era una persona bastante curiosa. No pude resistirme.
Cuando salí de mi refugio dispuesto a volver a mí letargo y refugiarme en esas historias, apareció ella.
No tenía recuerdos de haber comentado nada de lo que me estaba matando. En cambio, ella estaba de pie unos escalones más abajo, mirándome con esos bonitos orbes azules cristal con preocupación. Forcé una sonrisa y ella negó con la cabeza decepcionada. El viento movió sus hermosos mechones platino y sentí calidez en el pecho. Una calidez que no quería sentir ahora. No están preparado este día como para disfrutar con mi vida, quería ser miserable, necesitaba ser miserable. Nos miramos a los ojos unos instantes más hasta que ella decidió romper el silencio.
— Eren me comentó lo que pasó — su voz era triste — . Le pedí la dirección de vuestro apartamento y fui a verte, pero no estabas y entonces recordé que este sitio es tu lugar favorito de la ciudad.
Parpadeé sin poder creermelo. Yo ese hecho se lo había comentado hace unos meses, cuando recién nos estábamos conciendo. De nuevo la calidez en mi pecho, esta vez la sentí como una estocada. ¿Cómo me podía sentir cálido en una situación así? ¿Qué clase de monstruo era yo?
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Pequeñas Historias | Aruannie
FanfictionPequeñas historietas de tú pareja favorita de Shingeki no Kyojin o al menos una de ellas. •Canon divergencia • Compatible con canon • Au • Post Canon • Headcanon • Lemon No acepto plagió y si quieres hacer una adaptación de algún one shot prim...