°11°

432 62 8
                                    

Kim Namjoon se estaba volviéndo una tentación para mí cada vez más, no podía resistirme a desear que me abrazara, que me tomara de la mano, que me sonriera, que me diera mimos, que me fuera a saludar en casa, que me invitara a salir, que incluso, me besara. Era algo que me daba miedo, porque como fiel seguidor de la iglesia, se supone que debo respetar reglas y límites de ella, ¿no?

—me agrada que te haya gustado el helado.

—Sí, a mí también.—respondí

Namjoon encendió la radio del auto, estaban emitiendo una canción suave, a bajo volumen podíamos oírlo

—bien, Jinnie...—empezó Namjoon apartando su mano derecha de el radio

Mi mirada se centró en el moreno, que con ansias, deseaba decirme algo

—¿sí?—cuestioné unos segundos después

—¿Tú..., Realmente me quieres?—volvió hacía mí acercándose un poco a mi rostro

—Si.

—...

La mirada de Namjoon estuvo fija en mí, estaba pensando, no sabía en qué, obviamente.

—¿y tú?—solté sin más

—¿yo qué, Jinnie?

—¿tú de verdad me quieres?

Namjoon relamió sus labios y respiró hondo, notaba mucho que esa pregunta le revolvió el estómago lleno de mariposas, sonrió y tocó lijeramente mi mejilla

—Estoy enamorado de ti, completamente.—Sonrió nuevamente

Enamorado por completo de mí...

—No sé que debo hacer ahora.—masculló

—¿de qué?

—sí... Debo alejarme o quedarme contigo.—respondió

—no quiero que dejes toda tu vida por mí, Nam.

Namjoon negó con la cabeza

—Mi vida..., Tal vez debió ser otra.—dijo cabizbajo

—¿por qué lo dices?

—Jinnie, cuando yo era pequeño..., mis padres me obligaron a estudiar esto.—contestó algo afligido

—¿te obligaron?—me preocupé un poco

—Mi familia siempre ha sido muy, muy, muy católica.—contó—, Entonces un día, a mi tía Ming se le ocurrió la gran idea de que yo fuera un sacerdote. Y de ahí surgió todo.—dijo

—¿y a ti te gustaba ser católico?

—claro, pero, no al nivel de obsesión como mis tíos y padres.

—Oh...

—entonces me obligaron a estudiar, yo realmente quería estudiar artes.—aclaró—, mi familia me dijo que si no estudiaba para ser sacerdote no me ayudarían a nada más y..., me tocó.

Namjoon lucía triste, tán triste que casi me dan ganas de viajar en el tiempo y escaparme con él a otro lado del mundo para que ambos cumplieramos nuestras metas.

—Eso estuvo muy mal.—dije algo pensativo

—Si..., Pero ya está hecho.

—quédate conmigo.—Pedí

—¿te refieres a que deje mi vida como sacerdote?

—Déjala, al final, nuestro Señor sabe que tú, no querías esto.

Pecado Concebido «NamJin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora