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Estaba anocheciendo, unas pocas estrellas se asomaban entre las pálidas y esponjosas nubes que tenían color oscuro, el frío se hacía notar, y los árboles se movían al mismo tiempo que este

«Namjoon, ¿dónde estás ahora?»

Me encontraba con mi chaqueta, sentado en la oficina de los oficiales, con ganas de llorar del susto que tengo, con hambre, con sueño, y sobretodo con ganas de ver a mi amado Nam.

—¿dónde se encuentra Namjoon?—me cuestionó el chico que me había dado ánimos hace un rato

—no tengo idea, lo último que pudo decirme fue que llegaría a tiempo.—respondí con una sonrisa que trataba de animarme a mí mismo

—Okay, ¿has almorzado o cenado?—cuestionó

—No, la verdad hoy no tuve tiempo de nada.—contesté

—¿gusta comer ramen?—cuestionó el chico de cuerpo robusto

—Si, sería muy generoso de su parte...

El chico lo preparó y me lo entregó con palillos nuevos y listos para usar

—muchas gracias. —le hice una pequeña reverencia y comencé a comer

—no hay de qué.

Sinceramente, estaba asustado, no tenía noticias de Namjoon, y era muy delicado el ambiente ahora mismo. Sí el no llega pronto, o mañana temprano, estaremos en problemas.

—Oye...—dijo el chico tomando asiento

—¿uhm?

—¿es eso cierto?..., sobre el sacerdote y tú...—dijo en voz baja

¿Qué?... ¿Y ahora qué le digo?...

—disculpa, pero, no quiero hablar de eso... Estoy agotado.—seguí comiendo sin preocupación

—perdón.—dijo algo apenado

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—Bueno, entonces, podemos decir que ya pronto dejarás de ser sacerdote.—habló Hanwoo

—que bueno, de verdad, me siento felíz.—respondí

—El Obispo me ha enviado un mensaje, dice que ya va a llegar.—comentó

—perfecto.

—¿gusta cenar algo?—cuestionó—, es un poco tarde y no ha comido nada.

—Sí no es molestía.—respondí

Dios mío, Jin estará muerto del susto...

—Disculpe Padre Hanwoo, ¿podría regalarme una llamada telefónica?—cuestioné amablemente

—claro, toma mi teléfono.—me lo entregó para luego ir a la casa cural en busca de algo para comer

Agradecí y con nervios, marqué el número de mi amado, y lo llamé

Contesta por favor...

—"su llamada será enviada al buzón de mensajes"

Necesito hablar con Jin, estará muy asustado, pobrecito...

Le marqué nuevamente, y esta vez, si repicó un par de veces, me alivié mucho, porque Jin podría contestar en cualquier momento

—¿hola?

—MI VIDA.—dije con mucha emoción, sentí una calidez impresionante al escuchar su dulce y armoniosa voz

—¡Mi amoor!—exclamó con felicidad

Pecado Concebido «NamJin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora