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Todo iba bien, la noche excelente, los besos apasionantes, las miradas, los toques, los suaves agarres de Namjoon, mis suspiros.

Todo

Hasta que esa misma noche ocurrió algo que no me esperaba, en realidad, ninguno de los dos.

—Namjoon, te adoro.—susurré a su oído

—Y yo te adoro a ti, Jinnie.—dijo mientras quitaba mi camisa

Namjoon se veía hambriento, no de la manera común, era como cuando un vampiro huele la sangre de un ser humano a centímetros del mismo, quería devorarme sin piedad ni remordimientos.

Continuó quitándome la ropa, y yo la suya, hasta que llegó el momento en que arrebató mi ropa interior. Sin pena, sin sentirse nervioso, es como si ya supiera que hacer, yo al ver que era apresurado copié sus acciones, siempre siendo sutíl y cariñoso con el moreno

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Embestidas

Una y otra vez

Jadeos

Sudor

Rasguños

Éxtasis

Gritos placenteros

Hasta llegar al climax

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Me dormí profundamente luego de haberme duchado, no supe más del mundo, divagué en mis sueños sin saber cuando iba a despertarme. Anhelaba escuchar la experiencia de mi amado, sí se sintió nervioso, cómodo, o cualquier otra sensación que haya presentado en aquel momento

Lo amo, en estos momentos siento que no quiero nada más que a él.

Mi teléfono vibraba junto a una canción

"Chicken noodle o pollo con espaghetti

Ninguna de estás mujeres tiene el flow que tiene Becky

Latinoamericana soy de aquí

Carita de santa pero freaky"

Y volvía a repetirse y repetirse, me levanté de golpe, sintiéndome bastante cansado, como si tuviera resaca

"25 llamadas perdidas de «número desconocido »"

¿25? ¿Quién...

En ese momento se cortó mi respiración, mis manos se congelaron, observé la cama, y estaba vacía. Totalmente vacía, y me preocupé

—¿Namjoon?—cuestioné en voz alta

Me puse de pie con cuidado, me dirigía al baño mientras volvía a decir su nombre aún más preocupado

—¿Namjoon? ¿Estás ahí?

Tragué saliva, dios mío, sentía que mi corazón explotaría.

Entré al baño, y nada, no había nadie, ni Namjoon, ni su ropa, ni nada.

Corrí a la habitación otra vez, con lágrimas en mis ojos, sintiéndo que toda mi vida se estaba desmoronando

—C-Cálmate Jin, esto... Esto no está pasándo, Namjoon debe estar en la planta de abajo pidiendo el desayuno.—mis pies comenzaron a debilitarse y mientras caminaba a la puerta casi me caigo

¿Dónde carajos estás?

No estaba su ropa, su pequeño maletín, su teléfono, las llaves del auto, ni siquiera su collar de plata que siempre se coloca. Dios mío, esto es una pesadilla

Pecado Concebido «NamJin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora