Rami.
Anoche me fue muy difícil conciliar el sueño. Mis pensamientos viajaban constantemente entre Lucy y Arona. No me gustaba comportarme de esa forma con ella, pero siempre me fue difícil disimular mi descontento hacía ciertas cosas, y la visita de ayer de su novio Max, me dejó muy…irritado. Sé que no se merecía eso y que notó el cambio de mi actitud, quise cambiarlo de inmediato, comenzando con agradecerle el haberme ayudado ayer cuando llegué con el café, cosa que también agradeceré.
—¡Asaltaron a Arona afuera!.—gritó Verónica en el pasillo. Me levanté de golpe y al salir del pasillo, veo que el director sostiene de un costado a Arona quien parecía estar lastimada de un brazo.—Malek, ayúdanos.—me acerqué y la sujeté del otro costado.
—¿Qué pasó?.—pregunté desesperado.
—Un tipo la asaltó en la acera de enfrente y la empujó a la calle. Si no hubiera llegado la hubieran atropellado.—explicó Sylvester.
Arona se quejó del dolor en su brazo. Continuamos caminando al consultorio, ahí la recosté en la camilla y revisé su presión. Estaba asustada y este se aceleró de más.
–Tranquila, voy a revisar tu brazo.—le dije. —Esperemos que no sea una fractura.
—Tranquila, Arona.—desvié la mirada cuando Sylvester le tomó la mano. Me extrañó pero seguí revisando.
Al palpar su brazo se quejaba de dolor, así que envié a hacer una radiografía para estar más seguros y descartar la posible fractura.—Iré por una silla de ruedas.—dijo el castaño y desapareció.
—Lo lamento, sé que no debía salir en horario de trabajo.—se disculpó.
—Tranquila. No pasa nada.—acaricie su cabeza.—¿No te duele nada más?.—pregunté atento.
Ella me miró en silencio. Sin darme cuenta acerqué mucho mi rostro a ella observando bien sus pupilas, descartando alguna contusión en su cerebro. Revisarla de esa forma era peligroso, pues pronto me sentía muy atraído hacía ella. tal y como había sucedido ayer en la habitación, ella siguió mirándome en silencio hasta que Sylvester regresó anunciando que había conseguido la silla, entonces me alejé. Él tomó a Arona y le ayudó a sentarse.
Salimos del pasillo y nos dirigimos al área de rayos equis. El encargado de la zona la recibió y esperamos un par de minutos afuera para los resultados, pronto salió con las placas y nos explicó.
—No hay fractura. Por suerte. Solo es el golpe. Un analgésico y a descansar.—mencionó.—Muchas gracias, doctor Ambreus.—dijo el director.—Seguiremos las indicaciones.—en seguida volvimos al consultorio y me preguntaba si Sylvester estaría hasta que se bebiera el analgésico.
—Director, preguntan por usted en la entrada.—dijo Verónica y sentí alivio.
Comenzaba a sentirme incomodo con él cerca. Nunca se había preocupado por un paciente así.
—Bien. Dale las medicinas, Malek, y llévala al dormitorio para que descanse. Nos vemos pronto, Arona.—se despidió de ella y se marchó.
Entramos al consultorio y busqué los analgésicos en el estante. Luego me giré y ella estaba de pie junto a la camilla.
—Puedo caminar hasta el dormitorio.—mencionó.
—Doctor, su primer paciente llegó.—anunció Verónica.
—Está bien. ¿puedes acompañarla al dormitorio, por favor?.—le pedí en lo que yo atendía al paciente. Arona tomó el frasco y Verónica la ayudó a salir. Luego, me dispuse a atender a mis pacientes.
Con el analgésico, Arona dormiría más de un par de horas, así que decidí no molestarla. Entonces salí a almorzar con Ben.
—¿Por qué tan serio, amigo?.—me preguntó.—Anoche Lucy se encontró conmigo en el estacionamiento.
—No…--exclamo sorprendido.
—Dijo que no estaba lista.—dije pensativo.
—Deja de pensar en eso, amigo. Dijiste que la habían suspendido, así que no tendrás que verla más. Por lo menos hasta que te vayas.—asentí con la cabeza.—Oye, escuché lo que le pasó a tu asistente. ¿está bien?
—Si… la asaltaron afuera. Al parecer Sylvester estaba con ella. Fue un poco extraño verlo preocupado por ella.
—¿Estás celoso amigo? Te sorprendió más verla con él que el que la hayan asaltado.
—No. Quiero decir, no tendría que estar celoso, además tiene novio. Ayer lo conocí.
—¿De verdad? Bueno, eso cambia las cosas.—dijo desanimado.
—¿Y por qué esa cara?
—Creí que ayer te había convencido de salir con ella.
—No, no lo hiciste.
—Claro que lo hice. Por eso fingiste tener un paciente para irte con ella ayer.—lo miré en silencio. Ben había notado que era mentira, pero no por la razón verdadera.Luego de almorzar tuve un par de pacientes más y en seguida tuve la necesidad de saber como estaba Arona hasta ese tiempo. ¿Seguía dormida? Estaba ansioso, así que no pensé más y me dirigí al dormitorio ya por la tarde. Abrí lentamente la puerta y me asomé. La observé desde la distancia que estaba recostada en la litera de abajo. Me acerqué un poco aun mirándola. Dormía tan tranquila, como si nada más en el mundo existiera. En ese instante sentí el querer proteger su sueño de cualquier perturbación que la pudiese molestar o despertar.
Habían pasado tan pocos días desde que nos conocíamos y sentía algo muy fuerte que me atraía de ella. Sin darme cuenta me fui acercando. Me gustaba observarla en cualquier momento y cuando estaba con ella, de alguna forma me olvidaba de todo.
Cuando ella abrió los ojos mi corazón se aceleró, y un calor que no podía describir viajó por mi pecho y me estremeció.
—¿Está revisándome, doctor?—preguntó. Sonreí.—Es mi trabajo.—sonrió.
—La verdad me siento mucho mejor. Puedo regresar al trabajo sin problema.—se incorporó y se sentó.
—Descuida. Venía a verte para saber si querías ir a casa, puedes llamar a tu novio para que venga por ti.
—¿Mi novio?.—preguntó extraña.
—Sí, el chico de ayer.—soltó una risita. Fue lo más lindo que vi.—Max no es mi novio. Es solo mi manager.
—Oh.—exclamé sin esconder mi alegría.
—¿Por qué pensaste que lo era?
—No lo sé… se ven bien juntos.—dije nervioso. Ella se río.
—Gracias por haberme atendido ya en dos ocasiones. Me siento en deuda.
—No te preocupes, es mi trabajo. Yo no te agradecí el que me ayudaras ayer a limpiar todo el desastre que ocasioné.—Es mi trabajo.—sonreímos y nos miramos un largo rato. Ella estaba sentada en la cama y yo inclinado en el suelo. Estábamos en la misma altura y sentía que me perdía por completo en ella.
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Esclavo de sus besos 《Rami Malek》
FanfictionArona es una modelo desterrada de las pasarelas que debe hacer lo que sea para pagar su deuda. Su vida cambia cuando conoce a Rami Malek, quien su corazón permanece frío y roto después de una decepción. Atrapado todavía en el pasado ¿Podrá Arona hac...