Rami.
—Felicidades, doctor Malek, por salvar a otro paciente más de una decisión trágica.—me felicitó Sylvester estrechando mi mano.
—No fue nada.
—Lo mejor de ti, es que eres muy humilde, muy considerado. El éxito no se te ha subido a la cabeza como a la doctora Boynton.—se alejó hasta su escritorio. Luego de realizar el expediente de Clif con Ben, el director quiso hablar conmigo, por lo que subimos a su oficina. Tomé asiento frente a él.
—Sabes que para que los directores de la residencia en Alemania consideren a los mejores doctores para recibirlos, llevan una carta de recomendación del hospital donde han trabajado a lo largo de su carrera.—asentí con la cabeza.—Lucy me la ha pedido pero con un cierto toque de encanto. Ya sabes, yo tengo la libertad de escribir lo que desee, siempre y cuando sea cierto.—fruncí un poco el ceño.—Solo quiero decirte que es posible que la residencia ya casi sea tuya. Así que vete preparando.
—Estoy preparado desde hace un año.
—Excelente.—celebró. Se levantó y lo recibí en otro saludo y un abrazo.—Te extrañaremos mucho. Y creo que Arona será la que más te extrañe, pero no te preocupes, veré que mantenga su empleo tanto como lo necesite.—tragué saliva. Al confesar mis sentimientos a Arona me había olvidado por completo de Alemania.
Me despedí y opté por regresar a mis labores. Bajé por el ascensor pensativo. ¿ahora que podía hacer? No quería pensar en que tenía una difícil decisión que tomar. No sabía qué hacer exactamente en este momento. Necesitaba hablar con Ben, así que me desvié a su consultorio.
—Sí que tienes mala suerte.—comentó cuando le expliqué mi angustia.—Te llega el amor y ahora debes irte a Alemania.
—¿Qué hago, Ben? He querido ir a Alemania desde que era estudiante interno. ¿Y si decido irme ahora, tendré que dejar a Arona como si hubiera jugado con ella?
—No lo veas de ese modo porque ella lo verá de ese modo.
—Es que no hay otra forma de verlo.—dije desesperado.
—Primero necesitas tranquilizarte. Ustedes dos apenas están comenzando, lo siguiente que debes hacer ahora es decirle que tenías ese plan desde hace mucho. Seguro lo entiende. Luego decidirán si quieren continuar saliendo considerando el poco tiempo que tendrás, ya que debes irte.
—¿Crees que si deba irme?
—Has luchado mucho por eso, Rami. Te he visto sufrir por eso. En cambio no quiero verte sufrir por una mujer de nuevo.—asentí con la cabeza.—Sé que fui yo quien te apoyó para que te sinceraras con Arona, pero si la amarás de verdad, si te diría que estás jodido. Pero si no es así, no le veo la dificultad en elegir Alemania.
No supe que más decir. Las palabras de Ben me calmaron un momento y luego me alteraron otro tanto. Alemania era mi sueño, cuando estuve con Lucy renuncié a él, luego de que me abandonara lo retomé, ahora con Arona en mi vida no podía renunciar de nuevo a esa oportunidad, mucho menos cuando Sylvester ya estaba casi asegurando mi traslado.
—Quita esa cara y vamos a almorzar.—dejó su libro y salimos.—Pasemos por Ari.
—Se llama Arona, solo su madre le dice así.
—¿Estás celoso?—se burló. Lo empujé.
—Muévete, Hardy.
Nos encontramos con Arona en el pasillo, pronto ella y Ben comenzaron a charlar. Estaban tan metidos en la plática que yo tuve que pedir la comida en la cafetería del hospital. De repente, Camille apareció y jaló a Ben, lo abrazó y lo besó un largo rato.
—Oh, Arona, no te había visto. ¿de qué tanto hablaban?.—dijo con tono indiferente.
—Nada interesante.—contestó ella. Camille hizo una mueca sin disimular sus celos. Les pase la comida y buscamos una mesa en el jardín.
—¿Puedo acompañarlos?.—preguntó Sylvester apareciendo a un costado de nuestra mesa. Luego, hizo contacto visual con Arona y le sonrió.
—Claro, caballero.—respondió Ben. Lo pateé por debajo de la mesa.
—¡Auch!.—exclamó Camille.
—¿Qué pasa, cariño?
—Nada.
—¿Cuándo es la boda?.—preguntó el director.
—En un mes. Estamos emocionados, ¿verdad, cielo?.—Ben respondió y Camille asintió con la boca llena de lechuga.
—¿Cómo te va a ti, Arona?
—Muy bien, gracias.
—Hoy después del trabajo deberíamos ir al bar a tomar algo.—comentó. Ir al bar los viernes por la tarde era una tradición.
—¿No es solo para doctores la noche del bar?—preguntó Camille confundida.
—Podemos hacer una excepción.—contestó Sylvester sonriendo a la castaña a su lado. Pronto Camille y Ben comenzaron a discutir, ya que él siempre le decía a ella que no podría ir, ya que era enfermera y no doctora como nosotros. La excepción de Sylvester era más que notoria.
—Gracias, pero no podría asistir. Mi auto está varado en el estacionamiento. Ayer no encendió y llamaré a un mecánico.
—Yo puedo revisarlo, si quieres. Sé algo de mecánica.—Arona me miró de reojo.
—¿Nos disculpan un momento?.—hablé. Tomé a Arona del brazo un poco para que se levantara. Luego la solté y caminó detrás de mí. Me detuve bajo el árbol de limón.
—Qué raro. El director parece...--me giré rápido, la tomé de los brazos y la besé.
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Esclavo de sus besos 《Rami Malek》
FanficArona es una modelo desterrada de las pasarelas que debe hacer lo que sea para pagar su deuda. Su vida cambia cuando conoce a Rami Malek, quien su corazón permanece frío y roto después de una decepción. Atrapado todavía en el pasado ¿Podrá Arona hac...