Después de ser expulsado de la preparatoria, Bakugo Katsuki es enviado en contra de su voluntad a la prestigiosa escuela U.A.
Al llegar se da cuenta que el ambiente es muy agradable y eso lo molesta.
Una noche se encuentra con unos ¿Pandilleros?
...
"Dios le da las a sus mejores peores batallas guerreros"
¿O cómo era?
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Por fin había llegado el día, iba a entrar a esa escuela. De verdad no entendía como lo habían aceptado. Primero, su terrible historial académico (que no era del todo su culpa), segundo sus malos comportamientos y dos expulsiones por peleas. Katsuki tenía un carácter de mierda, eso era evidente, pero no era un buscapleitos como todos pensaban, era más bien un tipo reactivo: si lo provocabas te rompía la cara, inteligente ¿no?
En contra de su voluntad, se levantó de la cama y se preparó. La dichosa preparatoria no le quedaba tan lejos, así que decidió caminar aunque su madre se ofreció a llevarlo. Iba pensando en lo asqueroso que era ser el nuevo, además iba a entrar en primero, ¡otra puta vez! Pero ese no era el problema, en realidad lo que más le enojaba, era que tenía más de un año de retraso en sus estudios y por ello muchas veces los malditos mocosos de primer año no dejaban de hacer bromas al respecto.
Llegó por fin al edificio y se quedó asombrado por lo grande que era, pero lo que más le llamó la atención era el buen ambiente que había: todos se veían relajados, algunos riendo, otros conversando animadamente y otros caminando como si estuvieran en la puta playa, ¿qué era esto? ¿unas vacaciones? En sus otras escuelas había un ambiente de mierda, parecía un reclusorio. Entre más entraba en las instalaciones, más irritado se sentía.
Pero no podía ser diferente, debía mantenerse en guardia.
Entró por fin al salón, 1A. Lo recibió un profesor que tenía cara de no haber dormido un mes, no dijo nada y se sentó en la esquina del salón, el último puesto junto a la ventana. Poco a poco, el salón de clases se fue llenando, todos parecían ser tipos raros y sonrientes.
"Ah, qué asco", pensó.
-Muy bien jóvenes, soy su profesor y estaré al cargo de esta clase. Mi nombre es Aizawa Shota. Necesitan conocerse, así que les pediré que se presenten.
"No puede ser, este es el momento donde todos empiezan a hablar sin parar de estupideces sin importancia." Katsuki apenas y pudo contener su bufido de desacuerdo.
Uno a uno los estudiantes se fueron presentando.
Un enano urgido, una loca con ojos de mapache, un tipo rubio que parecía pikachu. Nadie interesante. Hasta que le tocó el turno a su compañero del frente, un pelirojo de pelos parados.
Su turno era el siguiente.
Se puso de pie y dijo:
-Soy Bakugo Katsuki.
Y se volvió a sentar.
-¿Eso es todo?- preguntó el profesor.
-No tengo nada qué decir.
-Vamos hombre, ¿edad? ¿pasatiempos?- insistió el pelirrojo sonriendo hacia él.
-17, y no me gusta nada en particular.
-Vaya, eso suena tan Sasuke Uchiha- dijo el pikachu rubio y unos cuantos otakus se rieron.
Dejaron las presentaciones y fue el típico primer día, donde te muestran las materias y los profesores te obligan a presentarte quinientas veces. Era hora del almuerzo y Katsuki sacó un bento que él mismo preparó en la mañana, primero muerto antes que ir a la cafetería. Estaba comiendo silenciosamente mientras veía por la ventana. En verdad que todos parecían divertirse.
-Ah, traes un bento- señaló el rubio de antes.
Katsuki sólo frunció el ceño y lo ignoró.
-Soy Kirishima Eijiro, vamos a comer abajo en la cafetería, ¿vienes?- preguntó ahora el pelirojo.
Katsuki sólo negó con la cabeza.
-Vamos hombre, será divertido. La chica de cabello rosa, Mina, es muy divertida.
-¡Sí! Ven con nosotros.
-Carajo, dije que no. ¿Por qué querría estar con unos perdedores como ustedes? Púdranse. Ustedes y todos los de este salón: ¡coman mierda!- cerró el bento a medio comer y salió del salón en dirección al baño.
Kirishima y Denki se miraron desconcertados y algo tristes por la actitud de Katsuki, les parecía un tipo reservado, pero nunca esperaron una reacción así ¿sería uno de esos típicos bullies? Ante su fracaso, se fueron a comer.
Justo a la entrada del salón, se encontraba un chico, quien había presenciado todo. Sacó su celular y marcó un número.
-Jefe, el nuevo parece problemático. Hoy lo vi gritarle a sus compañeros.
-Me lo imaginé. Voy a investigarlo, sigue vigilándolo.
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¡Hola! Al fin el primer capítulo.
Me divierte mucho escribir esta historia, me acuerdo mucho de cuando estaba en la prepa😊.
